El supuesto
parricida de San Juan de la Arena (Asturias), J. I. B. A., que se
suicidó este jueves
tras matar presuntamente a sus dos hijas, de siete y nueve años,
había sido denunciado por maltrato por su mujer. La madre de las
víctimas llegó a pedir medidas de protección al juzgado en 2013,
pero no le fueron concedidas, según ha confirmado el consejero de
Presidencia del Principado de Asturias, Guillermo Martínez.
La pareja se había divorciado
recientemente. Los cadáveres de las niñas fueron hallados en la
vivienda de J. I. B.A., de 55 años, que tenía asignado un régimen de
visitas y debía entregar a las menores este mismo jueves a su madre.
En la casa, la policía encontró una barra metálica ensangrentada. El
hombre se arrojó desde un viaducto situado en la autovía del
Cantábrico (A-8) después del crimen. Había regresado a Asturias
hacía unos meses después de residir en Bilbao.
Martínez ha señalado que en su
momento hubo una denuncia por maltrato psicológico que al final se
consideró un caso de vejaciones a la mujer. La petición de orden de
protección por parte de la madre de las niñas se denegó.
El consejero de Presidencia no
ha querido entrar en más detalles sobre la relación de la parejao
aclarar si la denuncia se realizó cuando ya estaba separada la
pareja con el argumento de que hay que "respetar el dolor de la
familia". El Gobierno asturiano ha mostrado la "repulsa y condena"
por la muerte de las niñas y ha puesto a disposición de la familia
el equipo de respuesta inmediata de apoyo psicológico.
Fuentes de la investigación
han confirmado que el hombre tenía antecedentes por una falta de
vejaciones, así como por un delito de impago de las prestaciones
económicas.
Los hechos ocurrieron
alrededor de las seis de la tarde. Los agentes acudieron a la
vivienda del hombre después de que la familia alertara de que las
dos niñas debían haber sido entregadas a su madre, pero que ésta no
sabía nada de ellas. Al entrar en la casa, la Guardia Civil encontró
los cuerpos de las víctimas.
Al domicilio de San Juan de la
Arena (unos 1.500 habitantes), un núcleo costero que forma parte del
municipio de Soto del Barco, se trasladaron también una comisión
judicial y servicios sanitarios. Agentes de la Policía Judicial de
la Comandancia de Gijón y del equipo de Criminalística asumieron la
investigación en el lugar del suceso.
La sesión plenaria de la Junta
General del Principado de Asturias de este viernes ha comenzado con
un minuto de silencio por la tragedia de San Juan de La Arena. Los
parlamentarios han mostrado así su firme condena del parricidio que
tiene conmocionada a Asturias desde que trascendió la noticia en la
noche del jueves.
Los vecinos de San Juan de la
Arena están consternados por el doble crimen. El alcalde del
municipio, Jaime Menéndez Corrales, ha comparecido ante los
periodistas tras decretar el luto oficial de tres días para mostrar
el "dolor y la tristeza" de una comunidad que, ha asegurado, no
tiene palabras "para definir un caso tan cruel y absurdo".
Menéndez ha trasladado las
condolencias de todo el pueblo a la familia y a las compañeras de
colegio de las fallecidas y ha convocado para mañana una
concentración en señal de repulsa frente a la sede de la casa
consistorial.
El supuesto
parricida, natural de Vizcaya, apenas era conocido en la población,
a la que se había mudado recientemente. Los propietarios de un bar
situado en la plaza principal de San Juan de la Arena han señalado
este viernes que conocían a J. I. B. A porque solía acudir al
establecimiento para tomar café y que este mismo jueves estuvo en el
bar y departió "tranquilamente" con el dueño sin que le viera
nervioso ni afectado.