Es claro que el
abuso físico contra los niños es delito. Está penado legal y
socialmente. En 40 países del mundo se prohíbe explícitamente la
aplicación del castigo corporal hacia los menores y en América
Latina son 8 los países que ya han prohibido estas prácticas.
Norbert Schady escribió un interesante post
en nuestro blog en el que destaca que el castigo corporal severo es
alto en ciertos países de nuestra región. También la Asociación
Americana de Pediatría repudia todo tipo de maltrato, incluyendo las
“nalgadas”.
Otra
crueldad
Si bien el
castigo físico ya está reconocido como algo negativo, ¿qué hacemos,
por ejemplo, con la crueldad emocional? Parece que, en el caso de
Gran Bretaña, ésta también podrá ser condenada por parte de la
justicia con la llamada
“Ley Cenicienta”. Incluso, en los casos más severos podría
llegar a ser castigado con penas de hasta 10 años de prisión.
¿Cómo se define
este tipo de maltrato? La crueldad o maltrato emocional por parte de
los padres se entiende como el abandono, la falta de cariño o afecto
en el trato y el desentendimiento severo al menor. Marines
Bringiotti del
Programa de Investigación en Primera Infancia Maltratada de la
Universidad de Buenos Aires, distingue dos tipos de maltrato
emocional:
-
por acción,
como la crueldad, los gritos y amenazas
-
por omisión, como no responder a las demandas
del niño o no estimularlo.
¿Qué sabemos de la
importancia de una buena calidad del ambiente familiar en América
Latina y el Caribe?
Un
ambiente adecuado en el hogar es de gran relevancia para el
desarrollo de un niño. Uno de los instrumentos más
populares para la medición de dicho ambiente familiar es el
indicador
HOME (Home Observation for Measurement of the Environment) que
ya ha sido aplicado en distintos países como Ecuador, Nicaragua, un
grupo de países del Caribe, Chile y Perú. Las cuatro palabras que
integran el instrumento HOME (que se traduce como Observaciones del
Hogar para la Medición de Ambiente) se refieren a la filosofía
subyacente al instrumento:
-
HOGAR: La información recolectada por este
instrumento es información sobre el hogar.
-
OBSERVACIÓN: La puntuación de todos los ítems
del HOME está basada en lo que se observa durante la visita al
hogar. Lo importante del observador en este caso es la capacidad
de observar eficazmente las pequeñas interacciones entre niños y
padres que son clave para determinar la naturaleza de la relación.
-
MEDICIÓN: El instrumento HOME no es simplemente
un proceso informal de recolección de datos, sino un instrumento
diseñado para proveer mediciones sistemáticas del ambiente del
hogar. En los procesos de investigación, es fundamental preservar
una descripción objetiva del medio ambiente, lo que permite
relacionar aspectos del medio con el desarrollo del niño.
-
AMBIENTE: Durante los primeros años, el hogar y
la familia constituyen el medioambiente más importante en la vida
del niño. Por ello, es allí donde debe comenzar la evaluación del
mismo.
El HOME es un inventario que consta de 6
dimensiones, cubriendo, entre otros, los relativos al grado de
respuesta e interacción entre padres e hijos, o los relativos a la
disciplina y castigos o restricciones y prohibiciones que el niño
recibe; aceptación; provisión de materiales adecuados para el juego,
organización del tiempo y el espacio, y variedad en actividades de
estimulación.
También sabemos que un hogar sin estrés
materno es de gran relevancia para el desarrollo de un
niño. Se ha demostrado que los
niveles de estrés de la madre afectan al desarrollo del niño y
madres con mayor nivel de educación, en general, reportan menores
niveles de estrés. El estrés se mide a partir de una muestra de
cortisol en la saliva (los niveles de cortisol en la saliva aumentan
en las situaciones asociadas con niveles de estrés físico o
psicológico).
Evidencia de la región muestra que existen
importantes gradientes socioeconómicos en el HOME, con los hogares
pobres presentando peores medioambientes familiares. Asimismo, el
HOME parece tener mejores puntajes en zonas rurales (el
medioambiente familiar es mejor). Para poner algunos ejemplos,
mientras tres cuartos de los hogares en Perú, Nicaragua y Ecuador
vocalizan espontáneamente al niño al menos dos veces durante la
visita, solo la mitad felicita a sus hijos o les dice el
nombre de un objeto o persona. Asimismo, y si bien solo en
2% de los hogares les pegan a sus niños durante la visita,
un quinto de los hogares prohíben algo o restringen al niño más de
tres veces durante la visita. Es importante señalar que
existe una correlación elevada entre los puntajes del HOME y los
niveles de desarrollo de los niños
en varios países y contextos.
Implicancias de políticas públicas
Ahora ¿cómo se pondría en práctica tal ley contra
la crueldad? Por un lado, está la complicación de las pruebas. Juan
Pablo Viar, abogado especialista en violencia familiar, dice en una
entrevista que en la justicia penal
es difícil reunir pruebas para establecer una condena a los
padres que sean crueles con sus hijos. No es claro si
con denuncias de otros vecinos o familiares sería suficiente, o si
deberían existir pruebas más directas, muy difíciles de demostrar si
no hay violencia física, donde la marca del “golpe/zapatazo”
suele ser la prueba más contundente. Por otro lado, existe el
riesgo de exagerar las condenas. Tomemos el ejemplo en
EEUU de
una pareja de hermanos de 10 y 6 años de Maryland que caminaban
sin la supervisión de un adulto en un trayecto de una milla, que
conecta el parque al que suelen acudir con su hogar, bajo
consentimiento de sus padres. A falta de pruebas, los progenitores
fueron juzgados como culpables de negligencia.
¿Será que con esta ley los padres de estos niños irían
presos?
Quizás más importante sería pensar en
intervenciones de política que pudieran evitar la crueldad e
indiferencia. Muchos estados de la región parten de un
paradigma de los derechos del niño para argüir que no se debe
maltratar a un niño (física y emocionalmente) nunca. Pero ¿cómo
llevar el paradigma a la práctica? Conozco pocos ejemplos en la
región, pero se me ocurren algunas ideas: ¿quizás con campañas de
concienciación sobre la importancia de fortalecer la autoestima de
un niño desde la cuna (¡lo cual implica cero crueldad!) o con
talleres de disciplina positiva?. ¿O intentando brindar apoyo a los
hogares que sufren de tales niveles de estrés que no pueden tener la
paciencia de “tratar bien” a sus hijos?
En la conocida
historia de los hermanos Grimm de la Cenicienta, la malvada
madrastra humillaba a la protagonista y nadie la condenó.
¿Deberíamos haberla condenado? ¿Cómo suele verse la crueldad hacia
los niños en tu país? ¿Hay alguna intervención que intenta evitar la
crueldad? ¿Cómo reacciona la sociedad al respecto? ¿Existen medidas
legales al respecto?