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La niña apuñalada por su padre ha vivido ya en cuatro
prisiones
Es hija de la terrorista de ETA Sara Majarenas, que cumple condena en Picassent,
y en dos meses debía pasar a cargo de su progenitor
Por
Natalio Blanco
16/01/2017

“He matado a mi
hija”. Fueron las
palabras que un expreso social de 49 años, origen etíope y nacionalidad
griega, residente habitual en España desde hace años, dirigió este domingo
por la mañana a los agentes en el retén de la Policía Local de la localidad
valenciana de Benifaió. La
niña de dos años no estaba muerta pero fue hallada llorando desconsolada y
con una herida profunda en su espalda de
la que manaba abundante sangre.
Tras acudir
con urgencia al domicilio y perforar con una maza la puerta blindada del
séptimo piso del número 17 de la avenida de la Caixa d’Estalvis,los
agentes hallaron a la niña con el pulmón perforado por la herida producida
por el cuchillo. Esta menor es hija del ahora detenido y acusado de
homicidio en grado de tentativa y de la etarra Sara Majarenas Ibarreta,
detenida en 2005 por su pertenencia al comando Levante de ETA.

Sara Majarenas Ibarreta
Cumple
su condena en la prisión valenciana de Picassent, pero antes ya ha convivido
con su hija en otros tres centros penitenciarios,
Villahierro en León, y Soto del Real y Aranjuez en Madrid. El padre la
recogía los fines de semana para que pudiera salir del régimen carcelario y
en los próximos dos meses, una vez cumplidos los tres años, la menor debía
abandonar la convivencia con su madre en la prisión. Tras la agresión, la
Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat valenciana
asumirá la tutela de la niña.
Después de haber sido operada
de urgencia dos veces en apenas 24 horas, la niña permanece
ingresada en el hospital La Fe de Valencia “estable dentro de la gravedad”.
Cuando llegaron los agentes al domicilio, hallaron en una habitación
contigua a un amigo del padre de la menor escuchando música con los
auriculares puestos, y no vio la agresión ni escuchó los gritos de la niña
ni tampoco se apercibió de la entrada forzada de los agentes de la policía,
informa Las
Provincias.
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