https://elpais.com/sociedad/2019/10/23/actualidad/1571801146_398269.html
Paseó a su hija por las televisiones porque se estaba muriendo;
ahora está acusada de asesinarla
La policía cree que una madre de Colorado que lanzó una
campaña de solidaridad por la supuesta enfermedad terminal de la niña se
aprovechó de ella antes de acabar con su vida
Olivia Gant, en abril de 2017, cumpliendo
su deseo de patrullar con la policía de Denver. AP
Pablo Ximénez de Sandoval
Los
Ángeles 23
OCT 2019
“Esta es la historia de una
dulce princesita a la que todo el mundo llegó a querer”. Así empezaba en 2015 la
presentación de una página web de recaudación de fondos para ayudar a la pequeña
de cuatro años Olivia Gant, cuyas múltiples dolencias eran incurables. Pero la
historia, según la policía de Colorado, es más bien la de una madre que simuló
que su hija pequeña tenía varias enfermedades fatales para dar pena,
aprovecharse de ella y finalmente dejarla morir.
Kelly Renee Turner, de 41 años,
fue detenida
el pasado viernes en un hotel al sur de Denver. Está acusada de 13 cargos,
entre ellos asesinato, abuso infantil, robo, fraude en obras de caridad y
falsificación. La nota de prensa del sheriff asegura que se trata de un caso
“extremadamente emotivo” para los agentes. La pequeña Olivia Gant había llegado
a ser una celebridad local en Colorado y una de sus pasiones era la policía.
En abril de 2017, una historia
local de Denver enternecía los corazones de todo el país. Una niña de seis años
con una enfermedad terminal había escrito una lista de aventuras que quería
realizar antes de morir. Entre ellas, estaba “cazar malos” con la policía, así
que el Departamento de Policía de Denver cumplió su deseo. Le pusieron un
uniforme, la llevaron a patrullar y la nombraron jefa de policía honoraria por
un día. Salió en las televisiones. En la información
del Denver Post de aquel día, su madre, Kelly Turner, decía: “No
sabemos cuánto tiempo le queda”.
Un par de meses antes, una
organización caritativa había logrado cumplir otro de los sueños de Olivia.
Organizó una fiesta en la que ella se disfrazó de “Bat Princesa” y pudo pelear
contra malos de fantasía. La fiesta costó más de 11.000 dólares (casi 9.900
euros) recaudados de donaciones. La historia salió
en la CBS local. Las televisiones también se hicieron eco del día que Olivia
pasó con los bomberos, otro de los sueños de su lista.
Kelly Turner Gant, madre de Olivia Gant, en la foto
policial. AP
Kelly Turner contaba que su
hija padecía una enfermedad llamada encefalomiopatía neurogastrointestinal. Para
el tratamiento médico creó una página en GoFundMe, la plataforma que sirve a
particulares para pedir dinero. Según el escrito de acusación, llegó a recaudar
más de 20.000 dólares para Olivia. La página, llamada Peace4Olivia, ya no está
disponible. La caché de Google indica que se creó el 27 de julio de 2015. El
rastreo de mensajes en Facebook indica que Turner empezó a dar publicidad a las
supuestas enfermedades de su hija en 2011, cuando tenía 13 meses.
El escrito de acusación no
especifica un hecho concreto que causara la muerte de Olivia Gant. Lo que aporta
la investigación es una serie de entrevistas con 11 médicos que afirman que la
niña no estaba enferma terminal y la madre no tenía que haberle quitado el
tratamiento médico. En agosto de 2017, la madre ordenó a los médicos que dejaran
de alimentar a Olivia a través de una sonda, en teoría para que pudiera morir en
paz dada su pobre calidad de vida. Murió en cuidados paliativos, supuestamente
de un fallo intestinal, el 20 de agosto.
Uno de los médicos interrogados
en la investigación declaró que Turner le dijo que su hija estaba rechazando la
nutrición por sonda, algo que no ocurre, explica la denuncia. Él recomendó que
se le quitara la dependencia de la sonda poco a poco, pero la madre se negó y
además ordenó que no se intentara resucitar a la niña. Otro de los médicos
explicó que ninguno de los diagnósticos de Olivia era terminal y que no había
ninguna necesidad de quitarle la alimentación. Las enfermedades de Olivia eran
en parte reales y en parte inventadas. Uno de los médicos se declaró “en shock”
cuando se enteró de que la madre había retirado el tratamiento y que Olivia
había muerto. Todos los médicos interrogados declaran que en absoluto se trataba
de un caso terminal y que la madre rechazó todos los tratamientos alternativos
que se le propusieron. El seguro público Medicaid gastó 538.000 dólares en los
tratamientos de Olivia.
La investigación no comenzó
hasta octubre de 2018. Turner llevó a su hija mayor al Children’s Hospital de
Denver diciendo que tenía un dolor en los huesos. Según ella, la niña había
padecido cáncer y había sido tratada en Texas, antes de que se mudase a Colorado
buscando mejores tratamientos para ella y para Olivia, y dejando al padre atrás.
El médico que la vio sospechó de la historia y llamó a médicos en Texas, que le
informaron de que la niña nunca había tenido cáncer. Cuando se lo comunicó al
Departamento de Servicios Sociales, los investigadores empezaron a revisar
información de Kelly Turner en redes sociales sobre supuestas enfermedades que
su hija, en realidad, no tenía. Fue entonces cuando ataron cabos y se dieron
cuenta de que la hija pequeña había muerto el año anterior. Los médicos dijeron
a los investigadores que temían que Turner hubiera falsificado informes sobre
las enfermedades de su hija y la hubiera sometido a tratamientos innecesarios.
El 28 de noviembre de 2018, los
restos de Olivia fueron exhumados como parte de la investigación. El forense le
practicó una autopsia, pero informó de que no había manera de determinar fallos
intestinales o ninguna otra de las enfermedades que Turner dijo que tenía su
hija. Declaró que no podía establecer la causa de la muerte.
En la acusación se detalla que
Turner, interrogada por los agentes, dijo espontáneamente que no se trataba de
un síndrome de Munchausen. El llamado síndrome de Munchausen por poderes o por
proximidad es una enfermedad mental. Consiste en que la persona a cargo de un
niño se inventa enfermedades y le provoca síntomas. Nadie le había preguntado
por esto a Turner cuando dijo: “Ese nunca ha sido mi caso, para nada. Puede
preguntar a cualquiera que haya estado a mi lado en… todo esto”. Al final,
Turner admitió haberse inventado las enfermedades de su hija mayor. Aún no ha
confesado nada sobre Olivia, según la denuncia.
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