El caballo de Nietzsche
08/02/2015
Un niño con montera es conducido a una plaza de toros.
Foto: © Pedro Bermeo
La Organización de Naciones Unidas
(ONU), a través del Comité de los Derechos del Niño,
se ha pronunciado de forma
expresa en contra de que los niños participen
y asistan a eventos taurinos, y ha instado a Colombia a
apartar a los menores de “la violencia” que suponen las
corridas y las corralejas.
En el marco de su
campaña ‘Infancia sin
viOLEncia’, la Fundación Franz Weber presentó en
2014 un informe en el que llamaba la atención del Comité
sobre la existencia en Colombia de eventos taurinos en los
que niños, niñas y adolescentes presencian violencia, y
escuelas de tauromaquia en las que participan de esa
violencia, algo que viola la Convención Internacional
sobre los Derechos del Niño, un tratado de obligado
cumplimiento y que es, en la actualidad, la Convención de
Derechos Humanos más ratificada por los poderes
legislativos del mundo.
Esa Convención
establece el derecho de todas las personas menores de edad
a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico,
mental, moral y social, así como la obligación de los
estados de adoptar las medidas que aseguren esa
protección, algo que no se cumple en Colombia en el caso
de la tauromaquia, según denunciaron varios miembros del
Comité.
La ONU recomienda proteger a los niños frente a esta
violencia. Foto: © Pedro Bermeo
En la sesión
celebrada en Ginebra los días 21 y 22 de enero, la
delegación enviada por el Gobierno de Colombia no ofreció
explicaciones al Comité sobre las medidas que piensa tomar
para evitar que se sigan vulnerando los derechos de los
niños en esas actividades.
Natalia Parra,
delegada de la Fundación Franz Weber en Colombia,
participó en la sesión en Ginebra, y considera demostrado
que “ la violencia de la
tauromaquia no solo tiene como víctimas a toros y
caballos, sino también a los niños, niñas y adolescentes”.
“En el futuro comprenderemos que todos somos víctimas, de
un modo u otro, de cualquier modelo de violencia tolerada,
y mucho más aun la que es aplaudida”, aseguró.
Parra subrayó que
Colombia está inmersa en un proceso de paz, por lo que la
resolución no podía llegar en mejor momento: “
la paz y el respeto por la vida en general es una cultura
que debemos promover desde la infancia”. Dado que
el Senado de Colombia ratificó la Convención de los
Derechos del Niño, el Gobierno está obligado a aplicarla.
“No tiene opciones, es el garante del cumplimiento de los
derechos recogidos en la Convención y el Comité es el
encargado de interpretarla. Las medidas tendrán que ser
aplicadas sin excepción ni excusa”.
En opinión de Anna Mulà, abogada de la
Fundación Franz Weber, “el principio del interés superior
del niño, que es la esencia de la Convención, prevalece
sobre el de diversidad cultural y sobre cualquier interés
legítimo que pudiera entrar en conflicto”.
Esta
resolución llega poco después de la conmoción que supuso
dentro y fuera de Colombia el asesinato de un toro a
cuchilladas y golpes durante una corraleja, un festejo
popular en el que son los vecinos quienes “torean” al toro
en la plaza. Pocos días después, en otra corraleja, un
caballo herido era descuartizado vivo.