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La exposición en la que cada uno puede "encontrar a su Gloria Fuertes"
Poemas inéditos, fotografías históricas y objetos
cotidianos de la escritora celebran que "esto no se trata sólo de su
centenario"
El Teatro Fernán Gómez - Centro Cultural de la Villa,
de Madrid, acoge hasta el 14 de mayo una retrospectiva de la vida y obra de
la poeta

Gloria Fuertes firmando
autógrafos a los niños en la Plaza de Colón
Álvaro Macías
La figura de Gloria Fuertes
llega al Teatro Fernán Gómez - Centro Cultural de la Villa en Madrid con
una exposición que celebra los 100 años de su nacimiento. Gloria
Fuertes, centenario se
podrá visitar hasta el 14 de mayo, y en ella es posible disfrutar de material
original y poemas inéditos, así como de objetos cotidianos, fotografías y
apuntes de la artista gracias a los fondos de la
Fundación que lleva su nombre y
que preside Paloma Porpetta, quien aconseja la asistencia para que "cada uno
encuentre a su Gloria Fuertes".
Porpetta,
que ha comisariado la muestra, aseguraba durante la presentación que "esto
no se trata sólo de un centenario". "Hay que seguir leyendo a Gloria, no
sólo este año, sino también el siguiente", reclama.
La
exposición se distribuye en orden cronológico, subdividida por etapas
vitales de la autora las distintas salas. Cada una de estas juega con los
colores y están pobladas por una vastedad de poemas de Gloria Fuertes en
casi todas las esquinas. Una sencillez bella, a la manera de su poesía, que
ha diseñado José Luis Paulete.

Cuaderno de gramática de
una joven Gloria Fuertes
"Hay que
reivindicarla como una de las mejores poetas del siglo XX. Su producción
para niños y para adultos fue paralela", explica Porpetta, quien comprende
su imagen de literata para niños, pero que hace ver que, además, Gloria
Fuertes es un nexo entre dos poesías, un velcro metafórico hacia los versos
adultos. "Le dio un viaje a la literatura infantil, es cierto, pero siempre
dejaba una última frase para el giro final. Además de que el humor le servía
también para darle la vuelta a algún suceso duro", comenta.
Un suceso
duro como la "Guerra (in)Civil", que ella llamaba. Tras una primera sala en
la que se describe su nacimiento en la calle de la Espada en Lavapiés
(Madrid) y la -mala- relación con su madre y -poca- con el resto de su
familia, el recorrido lleva a la etapa del enfrentamiento entre republicanos
y golpistas y, en medio, su primer amor, Manolo, que desapareció en el
conflicto.

Gloria Fuertes en bicicleta
La siguiente, titulada La
posguerra (1940-1954), contiene
algunas claves de la personalidad salvajemente vanguardista y rompedora de
Gloria Fuertes. Aunque ya se entreveía en salas anteriores donde aparecía, por
ejemplo, con su equipo de hockey, en esta se hace patente gracias al material
sobre sus paseos en bicicleta en pantalón corto -en una época tan poco destinada
a ello-, los poemas que se dedicó con Carlos Edmundo De Ory, novio primero y
amigo para siempre, el único ejemplar de un número de la revista Postismo, que
fue inmediatamente censurado, o su libro de conquistas.
Del 36 al 39
Yo estaba
sana,
pero el
hombre y el hambre
me dolían
todos los días.
Gloria plena
Aunque esta lista de amantes
comienza con nombres masculinos, ya en la siguiente sala,La
plenitud, donde se tratan temas como su beca en norteamérica, aparece el
gran amor de su vida, Phyllis Turnbull, una hispanista estadounidense que la
acompañó hasta que falleciera recién entrada la década de los 70.

Gloria Fuertes y el
amor de su vida, Phyllis Turnbull
"Ella escribe para todos,
pretende curar con
su poesía", concluye Porpetta en la última sala, El
éxito, que abarca desde 1970 hasta 1998, fecha de su muerte. Este último
espacio se subdivide en otros tantos para poder entender mejor todo lo que
significó -significa- Gloria Fuertes, entonces y ahora.
Sus libros
infantiles, su colección de dibujos de otros amigos y propios, su arsenal de
colegas que le dedicaban sus poemarios -Celaya, Alberti, Aleixandre, Dámaso
Alonso o Paco Nieva -quien dijo de ella que pertenecía al tercer sexo: había
hombres, mujeres y Gloria-, sus enseres y apuntes o un documental que repasa
su vida con grabaciones de sus intervenciones en RTVE forman parte del
material que nos acerca a la poeta.
"Gloria
está dando saltos de alegría ahora mismo: la gente la está leyendo y
descubriendo. Ella misma cuenta su vida, Gloria escribe lo que vive. Ha sido
muy fácil esta exposición", alega Porpetta, añadiendo que la propia autora
dejaba marcas en sus escritos para saber si eran válidos o no y que escribía
en cualquier superficie, aunque luego podía ser una de las personas más
ordenadas dentro del mundo de la poesía.
Durante la
presentación, se ha hecho hincapié en uno de esos clichés que ya pesan:
Gloria Fuertes no escribía sólo para niños. Aunque para ellos hay visitas
didácticas y talleres expresamente destinados a que conozcan a la poeta, a
Gloria Fuertes le llegó "a pesar el sambenito" de que el pueblo sólo la
considerara una escritora infantil, dado que, como ella decía, su poesía era
para gente "de 0 a 99 años".
El itinerario sólo da fe, sin embargo, de una verdad que Gloria Fuertes
hacía ver que desconocía: a ella hay que reclamarla y colocarla
históricamente donde le corresponde. Sólo con su lenguaje sencillo, para
todo el pueblo que amaba, podía titular un poema como Política y
que este rece: "Me apunto al sol/ porque no es de nadie/ para ser de todos".

Cartel de la exposición con motivo del centenario de Gloria Fuertes
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