"Una Proposición No de Ley en el Congreso,
por primera vez, pedía cumplir con la recomendación de la ONU e
impedir la asistencia de menores de edad a toda clase de eventos
taurinos. Pero el fracaso fue estrepitoso, PP y Ciudadanos
votaron en contra y el PSOE se abstuvo"
No se acata y respeta la
Constitución cuando se hace caso omiso de la recomendación del
Comité de Derechos del Niño de la ONU, a lo que nos obliga la
Convención de 1989 que España ratificó en 1990, significando
asimismo una gravísima irresponsabilidad de las fuerzas
políticas implicadas.
Público
https://www.publico.es/sociedad/maltrato-animal-vela-menores-expuestos-violencia-tauromaquia.html
MALTRATO ANIMAL
¿Quién vela por los menores expuestos a la
violencia de la tauromaquia?
El Comité de Derechos de los Niños de Naciones
Unidas recomendó a España prohibir la asistencia de menores a
los espectáculos taurinos por sus "efectos dañinos". Pero ni
siquiera una PNL que plantea esa posibilidad consigue
prosperar en el Congreso.
Unos niños presenciando una corrida de toros. EFE / Archivo
Ocurrirá en apenas
unos días, el próximo 30 de septiembre, en la localidad
madrileña de Las Rozas: por cada adulto que acuda a la
corrida de toros que se celebra en el municipio con motivo
de sus fiestas patronales, tres
menores de 16 años podrán acompañarle completamente gratis.
No es un caso aislado ni infrecuente. En Daimiel (Castilla-La
Mancha), 1200 niños de entre 6 y 14 años recibieron en junio
las entradas para los torosque una
empresa taurina regaló a las puertas de los colegios. Y en
Córdoba, durante la última feria taurina, se instalaron
palcos infantiles de acceso gratuito para que los menores de
entre 5 y 12 años se aficionaran a la “fiesta”. El pase incluía
también una explicación teórica sobre la tauromaquia.
Las tres
iniciativas se lanzaron meses después de que el Comité de los
Derechos de los Niños de las Naciones Unidas instara a
España en febrero de este año a
prohibir la presencia de menores en espectáculos taurinos por
sus "efectos dañinos"; y en las tres, las administraciones
correspondientes adujeron el mismo motivo para tolerarlas: la
libertad de las empresas privadas para promocionar actos de su
interés.
De la consideración
del Comité y la Convención sobre los Derechos del Niño, con
la que España está obligada a cumplir, no se ha vuelto a
hablar. Ni durante el anterior Gobierno, ni en este.
“Es grave que no se
estén cumpliendo las recomendaciones de la ONU, que considera
estos actos como una "práctica violenta" para los niños. Esto va
más allá del debate sobre tauromaquia sí o tauromaquia no.
Estamos hablando de derechos de la infancia”, dice en
conversación con este periódicola diputada de En Comú Podem
Mar García Puig.
Su grupo, junto a
Esquerra Republicana, presentó este miércoles una Proposición
No de Ley en el Congreso que, por primera vez, pedía cumplir
con la recomendación de la ONU e impedir la asistencia de
menores de edad a toda clase de eventos taurinos. Pero el
fracaso fue estrepitoso. PP y Ciudadanos votaron en contra y el
PSOE se abstuvo.
“Sabíamos que
encontraría muchas resistencias, pero ha terminado siendo
vergonzoso.Esperábamos el apoyo de los socialistas, pero es
un tema en el que no quieren entrar. Esperamos que el
Gobierno reflexione y vea la gravedad de incumplir las
recomendaciones”, añade.
Aunque el Comité
aclaró que no estaba en contra de la tauromaquia en España, que
reconocía como un “evento histórico y cultural”, la
recomendación de la institución provocó airadas reacciones
entre el sector taurino, que se
apresuró a descalificar al organismo y a rebajar sus
consideraciones a meras “opiniones sin base científica”.
“Naciones Unidas
puede hablar ya de tantas cosas que no se sabe ni quién lo dice.
Yo fui de menor a los toros, mis hijos y mis nietos también, y
no he visto que tengan ningún trauma. Más violencia hay en
muchas series de televisión, muchas de ellas infantiles, y nadie
dice nada”, dice a Público Miguel Cid Cebrián, exsenador
socialista y presidente de la Asociación Taurina
Parlamentaria a la que pertenecen, entre otros, el
presidente del Senado, el conservador Pío García Escudero, o la
actual vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia,
Relaciones con las Cortes e Igualdad,Carmen Calvo.
Jorge Cardona
Llorens, Catedrático de Derecho Internacional Público en la
Universidad de Valencia y miembro del Comité de los Derechos del
Niño de la ONU desde 2010 aclara que, a pesar de que las
recomendaciones del Comité no son vinculantes, el artículo 19 de
la Convención obliga a España a“adoptar todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativasapropiadas
para proteger a los niños contra toda forma de violencia”.
“Es en este marco
en el que hay que contemplar la observación a España. Se ha
hecho una referencia explícita a los toros como ejemplo de
espectáculo en el que hay actos violentos y que está
generalizado en la cultura española. Se le pide al Estado
que evite que los niños y niñas participen o asistan, de la
misma forma que, si estuviera más extendido en España, se le
hubiera pedido que lo hubiera hecho sobre espectáculos de boxeo,
lucha libre o peleas de gallos, por poner ejemplos de
espectáculos que implican violencia”, señala.
Aunque cada
vez se celebran menos corridas de toros en España —han caído
más de un 50% en la última década— el número escuelas
taurinas no ha dejado de crecer: de las 42 que había en
2011, hasta las 58 que existen hoy, según la última estadística
del Ministerio de Cultura. La ley sí impone una edad mínima de
14 años para los aprendices que quieran practicar con reses
vivas, pero es la única limitación con respecto a los menores en
la práctica taurina. Ninguna otra normativa impide su entrada
en las 545 plazas de toros que hay en el territorio o
cualquier otro espectáculo similar. No obstante, cada comunidad
autónoma tiene competencias para regular en materia de
tauromaquia. En Baleares, por ejemplo, sí se ha prohibido la
entrada a los menores de 18.
“Los menores de edad son un grupo vulnerable
porque no dan su consentimiento para ser expuestos a
espectáculos violentos. Y son susceptibles de presentar
conductas por esta exposición, tanto de aceptación,
normalización y recreación de la violencia, como trastornos
de ansiedad o estrés postraumático, ya sea por presenciarlos o
participar directamente en ellos”, dice por su parte la
psiquiatra forense, y delegada de la Coordinadora de
Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA), Gabriela Cruz
Ares.