La temporada de toros de la Feria de Abril
se promociona con un vídeo y cartelería protagonizados por un niño
de 12 años, como "la apuesta por el mañana" de la tauromaquia, tal
y como defiende Pagés, la empresa que gestiona la Maestranza de
Sevilla. Sin embargo, esta campaña se lanza unos
meses después de que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU
haya hecho público -en concreto el pasado 31 de marzo- un informe
en el que se muestra partidario de una "eventual" prohibición de
la participación de los menores en las corridas de toros, tanto
como toreros como asistentes a los espectáculos. En concreto,
insta a los países a adoptar medidas de sensibilización sobre la
violencia asociada a las corridas de toros y su posible impacto en
los niños.
Hemos querido consultar a varios expertos
en derechos de la infancia sobre este asunto. En concreto,
Prodeni se pronuncia tajantemente en contra del uso de la
imagen de un menor para este tema. Su portavoz en Andalucía, José
Luis Calvo, entiende que el vídeo en cuestión no muestra a un niño
que entra en la plaza de toros a torear, "sino a soñar que un día
lo hará y con público". Por eso, recalca que "por ahí se pueden
escaquear los organizadores, que saben muy bien que si los niños
no van a los toros ni práctican a edades tempranas pocas
vocaciones van a conseguir si sólo pueden acceder, por ejemplo, a
partir de los 16 años".
Recuerda que el
informe de la ONU habla de excluir a los niños del espectáculo
y "rechaza sin ambages hechos como el de
Sevilla, pues ni con 12, ni 14 ni 16 acepta que los niños sean
espectadores ni partícipes". Critica por ello que
se use "la imagen de un preadolescente cuando
el mundo del toro está en franca decadencia en la cultura de este
país, salvo algunos casos, como diría Mariano Rajoy". Por
ello, concluye: "Teniendo en cuenta el hecho de la decadencia de
una fiesta que fundamentalmente por encima de cualquier
consideración de orden cultural y artístico escenifica el acto
cruel y degradante del maltrato y tortura a un animal, en Prodeni
nos parece mal la utilización de un preadolescente de 12 años". Es
más, el lema del cartel de "la apuesta por el mañana" denota,
desde su punto de vista, el interés del negocio porque levante
vuelo más que por el futuro del niño.
Save The Children, por su parte, no quiere pronunciarse sobre
el cartel en concreto, pero sí lo hace sobre el informe de la ONU.
"Save the Children fundamenta su trabajo en las pautas y
recomendaciones del Comité sobre los Derechos del Niño y, por
tanto, se une a la preocupación que este
organismo muestra por el bienestar físico y mental de los niños
que se forman para ser toreros o para participar en espectáculos
asociados, así como de la de los que acuden como espectadores y
que están expuestos a la violencia de toreo".
"Me parece inapropiado el recurso a la
imagen de un niño para este asunto.
Independientemente de la opinión que la fiesta de los toros le
merezca a cada uno (que creo que es otro discurso distinto y no
tiene que afectar a esto, ni esto tiene que afectar a aquello)
está claro que la actividad en sí del toreo debe ser tratada con
reservas en cuanto a la edad mínima para ejercerla",
subraya por su parte Rosario Carmona Luque, profesora de Derecho
Público de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y experta en
derechos del niño. Pese a que reconoce que la fotografía se
refiere a los aprendices, "y que por lo tanto no implica una
reivindicación o algo parecido en cuanto a la participación de
menores en el toreo", insiste en que "la cuestión es delicada",
por lo que hubiera sido "mejor" obviar este recurso en la
promoción.
La legislación en la materia depende de
cada comunidad autónoma. En el caso de Andalucía, establece que
para formarse como toreros, los menores tienen que haber cumplido
12 años, como es el caso del niño de esta campaña, que además,
según ha informado El Correo de Andalucía, es nieto de Manolo
Vázquez. Con esa premisa y la autorización de sus tutores legales
pueden empezar en alguna de las 21 escuelas taurinas de Andalucía
(prácticamente la mitad de las 43 de todo el país están en esta
comunidad autónoma).
Sin embargo, sobre su
asistencia a corridas de toros, no se ha desarrollado nada desde
el punto de vista legal. Según reconocen desde la
Consejería de Justicia e Interior, responsable en esta materia, el
poner límites de edad depende de las delegaciones provinciales,
que no lo han concretado. Sobre todo porque ni el
Decreto 68/2006 del Reglamento Taurino de Andalucía ni el
Decreto 62/2003 del Reglamento de Festejos Taurinos Populares,
como tampoco sus posteriores modificaciones, se pronuncian sobre
la asistencia de menores a las plaza de toros. Sólo hay
referencias a la edad en el toreo en el caso del
Decreto 112/2001 del Reglamento de
Escuelas Taurinas de Andalucía, que fija en los citados 12 años la
edad mínima para ingresar en una, y tienen que tener más de 14
para practicar con reses.
En el conjunto de España, sólo está
regulado en el País Vasco, donde los menores de 16 años están
obligados a entrar en una corrida de toros acompañados de un
adulto, y Galicia, donde se tramita el veto a los que tengan menos
de 12. La prohibición total de la práctica de la tauromaquia
funciona en Canarias (desde 1991) y en Cataluña (2010).