María del Carmen Rodríguez, madre de
un niño de once años que tiene una discapacidad motora del 75 por ciento,
denunció hoy, junto a la Asociación para los Derechos del Niño y la Niña
(Prodeni) y la Asociación Sin Barreras, la "discriminación y el
abandono" que sufre su hijo en el ámbito escolar por parte de la
Delegación de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía.
Rodríguez destacó que su hijo, Ezequiel Guzmán, que desde el 24 de
septiembre va a clases de primero de ESO en el instituto de secundaria de
Huelín, sufre de una discapacidad motora causada por negligencia médica
"que condiciona toda su vida", por lo que necesita en el aula de
estudio una máquina de escribir o un ordenador y un monitor o persona que
lo ayude. Sin embargo, la madre criticó que, al día de hoy, "él está
solo y no puede hacer nada en clase".
En este sentido, apuntó que "mientras que la integración del niño
dependa de las actitudes de los profesores, estamos en la Edad Media",
porque, excepto con el profesor de apoyo y en la asignatura de inglés, en
la que el docente "le presta una atención especial", Ezequiel
"no cuenta con otro apoyo a pesar de que la ley exige que así
sea", precisó.
La madre explicó que acudió al Teléfono del Niño y a Prodeni después de
reunirse en varias ocasiones desde el mes de febrero tanto con la Delegación
como con el instituto. A este respecto, la "última" solución
propuesta por la administración andaluza el pasado 4 de octubre fue que la
monitora que está ya en el colegio, y que actualmente ve al niño sólo en
los recreos, pase con él dos horas y media al día.
Rodríguez aclaró que su hijo tiene una jornada en el centro de seis horas
y media, por lo que consideró que esta medida "no arreglaría
nada", puesto que la persona encargada tendría que compartir el tiempo
también con otros niños "y además ni siquiera lo ha hecho después
de acordarse hace dos semanas".
Además, precisó que el instituto pidió dos nuevos profesores de apoyo sin
conseguirlo porque la administración defiende que "no tienen
medios", aunque por otro lado "tampoco han propuesto ningún
centro alternativo". La madre indicó que en principio le aconsejaron
el instituto Mare Nostrum pero que después no disponía de plazas, por lo
que aseguró que "no me importa en qué centro esté mientras que se
encuentre bien, y no lo está".
En esta misma línea, afirmó que Ezequiel está "deprimido, triste,
aburrido, no quiere ir a clase y sufre de insomnio y de náuseas" y que
ella misma está pasando por una situación "muy estresante" después
de ocho meses, por lo que "esto no puede continuar así".
APOYO DE COLECTIVOS
Por su parte, el director de Prodeni en Málaga, José Luis Calvo, destacó
que la versión que da la Junta de Andalucía de la situación "es de
manipulación, engaños y falsas expectativas". Calvo explicó que la
Consejería dice que el centro funciona "muy bien", mientras que
"la realidad es justamente lo contrario, porque el niño carece de los
elementos básicos de recursos".
Además, Calvo aseguró que intelectual y mentalmente el niño es
"completamente normal, por lo que se da cuenta de su discriminación y
lo pasa mal, parece un mueble más". Para el responsable de Prodeni, lo
"único" que demuestra esto es la "insensibilización de la
administración ante estos niños".
Por todo esto, Prodeni se dirigirá hoy por escrito a la Consejeria de
Educación de la Junta de Andalucía y a la Delegación en Málaga "en
términos bastante duros" para denunciar la "negligencia" de
la administración en este caso. Además, realizará un informe completo
para mandarlo al Parlamento andaluz porque "aunque es un caso
particular creemos que tiene una dimensión suficiente".
Por otro lado, el director de la asociación Sin Barreras en Málaga, José
Vargas, insistió en que esta situación "es un problema muy frecuente
y generalizado, no una excepción, sólo que los padres están ya tan
cansados que se resignan y dejan de luchar". Vargas insistió en la
idea de que los niños con discapacidad van a los centro de enseñanza
"como si fuera una guardería, sólo para pasar el tiempo, algo que es
una lástima".