Fallece en la India Vicente Ferrer, el defensor de los pobres
El filántropo catalán, que luchaba por mejorar la vida
de los más desfavorecidos, arrastraba graves problemas de salud desde hace
meses
Diario sur.es 19/06/2009
El infatigable cooperante
español Vicente Ferrer ha fallecido hoy a los 89 años en la ciudad india
meridional de Anantapur, epicentro de su acción humanitaria, desde donde
trabajó por hacer realidad el sueño de acabar con la pobreza y mejorar la
vida de los más desfavorecidos. Ferrer murió en su domicilio a las 04.30
hora local (23.00 GMT del jueves), acompañado por su esposa Anne, su hijo
Moncho y su nuera Vushala, según ha informado la portavoz de la Fundación
Vicente Ferrer, Blanca Romañá.
El filántropo catalán,
que se encontraba en estado crítico, falleció a causa de una parada
cardiorrespiratoria después de que en los últimos días su estado de salud
se agravara. "Los cooperantes y trabajadores lo están llevando con mucha
serenidad, como hubiera sido el deseo de Vicente", añadió la portavoz
de la fundación humanitaria.
Justo hace tres meses,
Ferrer había sufrido una embolia y había sido posteriormente ingresado en un
hospital de la cercana localidad de Vellore, donde permaneció varias semanas
hasta que recibió el alta y volvió a su domicilio, en Anantapur, siempre en
compañía de los más allegados.
El funeral y el entierro
tendrá lugar el lunes en Bathalapalli (la India) por deseo del cooperante
catalán, cuya capilla ardiente se instalará mañana y estará expuesta dos días.
También se prevé celebrar otro funeral en Barcelona en las próximas
semanas, en una fecha todavía por concretar.
La familia de Ferrer está
recibiendo las condolencias de los vecinos de la zona, que se han desplazado
hasta la sede de la organización fundada por el filántropo catalán.
Centenares de residentes de los pueblos próximos a Anantapur, donde la
organización lleva a cabo su labor humanitaria, forman largas colas a las
puertas del edificio, donde se ha instalado la capilla ardiente, para
despedirse de Ferrer.
"Están desolados. La
gente está muy triste", ha asegurado la portavoz. Romañá ha explicado
que la labor iniciada por Vicente Ferrer "ha cambiado la vida de muchas
personas" y que el cooperante llevó a cabo un "sacrificio
integrador y no paternalista", que permitía que las personas
beneficiadas se implicaran "en el proceso de cambio".
La fundación ha creado
"una red de solidaridad entre los ciudadanos de los pueblos" y los
1.800 trabajadores indios de la organización y los 15 cooperantes españoles
que trabajan en Anantapur continuarán con la labor humanitaria emprendida por
Ferrer, según la portavoz. "Erradicar la pobreza era el auténtico sueño
de Vicente. Nuestro propósito es continuar su sueño", aseveró.
Un
"puente entre España e India"
El ministro consejero de
la embajada española en Nueva Delhi, Gonzalo Ortiz, ha dicho que "la
profundidad de la vida de Ferrer no desaparece con su muerte" y ha
destacado que su figura ha sido "un puente entre España y la
India". "Los españoles en la India y, en general, nos quedamos huérfanos.
Tuvo una vida plena dedicada a los demás", ha recordado.
Está previsto que el
funeral se celebre el próximo lunes en la sede de la fundación, ha dicho la
cónsul española en la India, Laura Oroz, quien añadió que la presencia de
autoridades españolas en el sepelio está condicionada a los deseos de la
familia.
La ONG de Ferrer, que
lleva su mismo nombre, cubre Anantapur junto a otros 2.277 municipios en el
estado meridional de Andhra y beneficia a más de 2,5 millones de personas.
Ferrer, nacido en
Barcelona el 9 de abril de 1920, llegó como misionero jesuita en 1952 a la
India, pero la suspicacia que despertó su labor forzó su expulsión en 1968.
Un año más tarde regresó al país y retomó su tarea filantrópica en el
depauperado estado de Andhra. Abandonó la Compañía de Jesús, se casó con
la periodista británica Anne Perry y continuó trabajando por la mejora de
las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas y
discriminadas.
El pasado mes de enero, la
vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega,
entregó la Gran Cruz del Mérito Civil a Vicente Ferrer , quien también fue
laureado con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1998.
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