El viernes a las 10.30 horas, Félix
Jiménez, un extoxicómano rehabilitado, su mujer y otros
seis menores que viven con ellos se quedarán sin la que
desde hace 20 años ha sido su casa, en la calle Sierra Elvira,
27 del madrileño distrito de Vallecas.
La EMVS (Empresa Municipal de Vivienda y
Suelo) de Madrid inició un proceso de desahucio contra él que
debía ejecutarse el pasado 5 de julio. Félix debía 2.500
euros. Con todos los miembros de su familia en edad activa
desempleados, las ocho personas empadronadas en ese domicilio
subsistían con los
apenas 500 euros mensuales que su mujer recibía en
concepto de Renta Mínima de Inserción, por lo que llevaban más
de dos años sin pagar los 80 euros mensuales de alquiler
social a la EMVS.
Ante la apertura del proceso de desahucio,
gracias a la ayuda de varios familiares y de vecinos del
barrio, logró reunir no sólo el dinero que debía, sino también
lo suficiente como para adelantar el pago de los dos
siguientes años de alquiler.
"Durante la tramitación
del procedimiento judicial Félix abonó la totalidad de las
rentas adeudadas, a finales de mayo, y en la actualidad no
existe impago alguno por este concepto", explica a
Público Antonio Señedo, abogado del afectado, que ha
tenido menos de una semana para intentar evitar el desalojo de
esta familia de etnia gitana.
La EMVS
no ha querido negociar
Ante esta nueva situación, la comisión
judicial que acudió al domicilio le ofreció la posibilidad de
negociar de nuevo con la EMVS y poder continuar residiendo en
su domicilio. "A pesar de la inexistencia de impago y del
elevado número de personas que componen el núcleo familiar de
Félix, la EMV se ha negado a llegar a un acuerdo,
incluso con el ofrecimiento por parte de mi cliente de
consignar dos anualidades por anticipado", critica el letrado.
Sin dar ningún tipo de explicación, varios
trabajadores de la empresa pública madrileña se negaron a
ofrecer una solución a la situación Félix, de modo que se ha
fijado una nueva fecha para la ejecución del desahucio:
este viernes a las 10.00 horas.
Público se ha
puesto en contacto con la EMVS para que diera su versión sobre
el caso, pero a la hora de publicación de este artículo
todavía no había proporcionado una respuesta.
"Paradójico e indignante"
"Lo peor de todo es que
será desahuciado y se dejará en la calle a ocho personas para
dejar el piso tapiado y vacío"
"Es indignante", sostiene el abogado, que
asegura a Público que es la primera vez que se
encuentra con un caso de tan marcado perfil social. "Lo peor
de todo es que será desahuciado y se dejará en la calle a ocho
personas para dejar el piso tapiado y vacío. No le importa a
nadie", se queja.
"Resulta paradójico e
indignante que la EMVS de Madrid se defina como una sociedad
anónima con capital 100% municipal que desarrolla la política
de vivienda y facilita el acceso a ella a los sectores con
mayores dificultades por su marcado carácter social" cuando en
realidad "es absolutamente insensible ante la gravísima
problemática que supone un desahucio de este tipo", dice
Señedo. "Jurídicamente puede resultar ajustado a Derecho pero
resulta socialmente repugnante y más cuando detrás de
ese desahucio se encuentra una empresa pública con "marcado
acento social"", critica.
El letrado asegura que la familia quedará
en "total desamparo" y que es aún más sangrante que ocurra
esto cuando la EMVS "tiene un gran número de viviendas vacías
y su falta de adjudicación está provocando la ocupación ilegal
de las mismas".
Este viernes acudirá al domicilio de Félix
la comisión judicial acompañada de un
dispositivo de policía
antidisturbios. "Está claro que los vecinos van a intentar
parar este desahucio. Félix me ha asegurado que no piensa
salir de su casa porque ya no debe nada. La EMVS debería ser
consciente de lo que puede pasar cuando se lleva al límite a
personas que no tienen nada que perder", asegura el abogado
con cierto temor.