La estampa que
se había reproducido de forma significativa por diversas zonas de la
ciudad de mujeres de nacionalidad
rumana mendigando con sus hijos en brazos o de la mano,
parece haberse disipado. Así, frente a la veintena de casos
contabilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad antes del
verano, la cifra se han reducido a
ocho, un 40 por ciento menos, según confirmó a este
periódico la concejala delegada de Servicios Sociales del
Ayuntamiento, María Jesús Botella. La edil aseguró que «está calando
el trabajo que se está llevando a cabo con estas personas, sobre
todo, a través de la unidad de calle del Consistorio», si bien
reconoció que «también es cierto que durante el periodo estival, la
mendicidad con menores también suele bajar», manifestó.
En este sentido, recordó la
labor municipal que se desarrolla mediante un
programa destinado especialmente a la integración de menores
en situación de exclusión. Incluye, entre otros, un servicio de
estancia diurna infantil, ubicado en la antigua
Escuela Municipal, que ofrece
ayuda para la incorporación progresiva al sistema educativo y una
unidad de intervención social de calle,
que localiza a niños y niñas sin escolarizar, y asiste a las
progenitoras en lo que necesiten, prestándoles ayuda en las
gestiones precisas para formalizar la escolarización de sus
vástagos.
En la misma línea se pronunció
el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, que
apuntó que «según informes actuales, el problema de la mendicidad
infantil ha registrado un notable
descenso en los últimos meses». En este sentido, el
representante gubernamental quiso destacar «la excelente labor que
está llevando a cabo el Ayuntamiento a través de su servicio de
estancia diurna par la concienciación de los usuarios. Todas las
administraciones implicadas estamos en
permanente contacto para mejorar estos índices y mantener
lazos de colaboración en todo momento, recordando que la mendicidad
infantil no es tanto un problema de seguridad como
un asunto social». Así,
recordó que «por sentencia dictada por el Tribunal Supremo no se
considera ilícito penal pedir limosna acompañados de menores de
edad».
A principios del pasado mes de
julio, el Ayuntamiento de Córdoba, la Subdelegación y la Policía de
la Junta mantuvieron un encuentro para
aunar esfuerzos y buscar soluciones contra la mendicidad
infantil. En la reunión se acordó, entre otras cuestiones, abrir un
debate con distintos colectivos sociales para decidir acciones para
erradicar esta práctica.
La premura por buscar
soluciones llegó tras la denuncia pública y ante la Fiscalía que
hizo en abril la Asociación para los Derechos del Niño y de la Niña,
Prodeni, «contra la utilización de
niños» rumanos de etnia gitana por parte de mujeres de la
misma nacionalidad en Córdoba para ejercer la mendicidad. Para este
colectivo, tal y como dejó reflejado en su demanda, Córdoba «ostenta
el dudoso mérito de ser la capital de la mendicidad que utiliza a
niños como gancho».
En su escrito ante el
Ministerio Público, la ONG aseguraba que la capital es
«el único lugar de España donde tal
práctica persiste, mientras crece el malestar de vecinos,
comerciantes y visitantes, que achacan falta de interés de las
autoridades e inoperancia policial» para acabar con estas
situaciones, de las que, según detallaba Prodeni, también son
«víctimas madres adolescentes de entre
13 y 16 años» e igualmente menores que «llegan a trabajar
de aparcacoches».
Denunciaba, igualmente, que
«los niños gitanos rumanos sufren una
clara discriminación, aunque peor lo tienen las niñas»,
pues «se ha constatado que aproximadamente hasta los ocho años de
edad no hay diferencia de género entre los menores que llevan las
madres con ellas a pedir, pero que partir de esa edad
desaparecen los niños y solo se ven
niñas, porque a ellas les corresponde manejarse y aprender
unos hábitos que ejercerán muy pronto por si mismas en su papel de
mujeres y de madres. Los niños quedan destinados a ejercer su rol de
varones».
La significativa reducción de
casos ha sido aplaudida por este colectivo. Su portavoz, José Luis
Calvo, apuntó a ABC que «nosotros también hemos podido constatar que
ha bajado el número de mujeres que mendigan con sus hijos», si bien
«habrá que confirmar que se trata de un hecho cierto, que las
medidas tomadas por las administraciones han surtido efecto,
una vez comience el periodo navideño, cuando hay repuntes
de estos casos».
En esta línea, y sin dejar de
reconocer que se trata de una «buena noticia», Calvo apuntó que «no
sabemos qué medidas nuevas ha
adoptado el Ayuntamiento o si todo esto es el resultado del anuncio
que se hizo en julio de afrontar el problema, es decir, si es un
efecto disuasorio derivado de la denuncia que interpusimos
y de la prodigada intención de las autoridades de acabar con la
mendicidad».
Desde el punto de vista del
portavoz de Prodeni, este «hecho crónico» se ha debido, en parte, a
la «laxitud» de los poderes públicos
justificado en el «respeto a su
cultura o tradiciones». De este modo, según puso de
manifiesto Calvo, «nos preguntamos si las instituciones actuarían de
la misma manera si quienes van sujetos e inmóviles durante horas en
brazos de sus madres fuesen gitanos españoles o payos nacionales o
inmigrantes» de otras nacionalidades.
Por su parte, desde la
Asociación Cordobesa para la Inserción de Social de Gitanos Rumanos,
Acisgru, se negó que la reducción registrada en el número de casos
sea el resultado de una intervención efectiva y globar de las
administraciones. «En estos momentos,
la mayoría de las familias está en Rumanía. La mendicidad
aminorará cuando las familias puedan subsistir por otros medios. Si
no disponen de ningún tipo de ingresos
tendrán que seguir medigando, con niños o sin niños. Es una
hipocresía la distinción entre esas dos formas de conseguir su
subsistencia».
En este sentido,
consideran que «amedrentar a las mujeres amenazandolas con
retirarles el cuidado de sus hijos es inhumano. Si de veras quiere
la administración encargarse de los menores
que se ocupen seriamente de las
necesidades de la familia y así lo estarán haciendo también
de ellos».