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LA VANGUARDIA

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16/05/2016

Lectores corresponsales

Rechazo ciudadano a la aprobación de la nueva ley marroquí de trabajo doméstico infantil

Rechazo ciudadano a la aprobación de la nueva ley marroquí de trabajo doméstico infantil
JMA-explotacion infantil en Marruecos. (José María Alguersuari)

La mayoría gubernamental, en la comisión de los sectores sociales, en la Cámara de Representantes aprobó la ley 19-12 sobre las condiciones de empleo de los trabajadores domésticos en Marruecos. Los diputados del PJD, RNI, MP y PPS han autorizado el trabajo de menores de 16 años, a pesar de la oposición inútil de los diputados de la USFP, Istiqlal y el PAM. El ministro de Empleo, en la reunión, defendió esta nueva ley que calificó de “universal”, ya que “la admiten los dos convenios de la Organización Internacional del Trabajo”, según declara.

El Gobierno de Marruecos aprobó esta ley considerada un “crimen” contra la infancia, sobre todo que los ciudadanos marroquíes tienen la tendencia a creer que la situación de estos pequeños trabajadores ha mejorado bastante en los últimos años. Pero la votación denota, en cualquier caso, que las autoridades no han cumplido con las expectativas de la sociedad civil. Esta es otra aprobación que despierta el descontento del Colectivo para la erradicación del trabajo doméstico y el de la Federación de la Liga Democrática de los Derechos de Mujeres (FLDDF).

La nueva ley marroquí de trabajo doméstico infantil suscitó una gran indignación en las redes sociales, debido a que los menores de 16 años son todavía niños, y un niño debe estar en la escuela o gozando del cariño de su círculo familiar. Dado que en los talleres de trabajo, el menor puede ser víctima de abuso sexual o violación. Además su físico no está suficientemente maduro como para realizar trabajos duros, algo que puede influir negativamente sobre su aspecto psicológico en el futuro. Por este motivo, el “FLDDF” no dudó en expresar su decepción con los retos de esta votación gubernamental.

Tras esta aprobación uno se cuestiona sobre el verdadero papel del gobierno consistente, normalmente, en mejorar la vida de las familias en general. Ya que hace unos meses, el proyecto de ley de esta resolución ha provocado la publicación de una carta abierta, por parte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dirigida al Parlamento marroquí, con el objetivo de asegurarse de que la edad mínima para los trabajadores domésticos es de 18 años. En respuesta, los parlamentarios de Rabat hicieron hincapié en la necesidad de unos mecanismos de emergencia que “garanticen la eliminación de la explotación y faciliten su reinserción”.

De acuerdo con las estimaciones de un estudio llevado a cabo por el Colectivo para la erradicación del trabajo doméstico, el número de los trabajadores menores oscila entre 66.000 y 88.000 en Marruecos. Ellos vienen principalmente de las zonas rurales y suburbanas de diferentes zonas del país. El colectivo también lanzó a través del sitio web de Avaaz una petición en contra de la ley sobre el trabajo infantil, al considerar que la legalización de este tipo de empleos domésticos en una edad temprana no hace más que privar los niños de sus derechos fundamentales. Dicha petición al parecer ha sido retirada por razones que no han trascendido.

Esta nueva ley podría “expropiar” los derechos básicos de los niños, como es el acceso a los estudios y a una educación sana en el seno de la familia, y no va a permitir que los niños alcancen sus sueños, que se verían truncados mediante una “ley soberana”. Por tanto, las asociaciones civiles ven que el Gobierno quiere convertir la etapa de la infancia en una vida de sufrimiento emanado del abandono, la carga de trabajo duro, la lejanía del entorno familiar, la violencia y la privación de los derechos cruciales del individuo. Mientras que los partidarios de la ley se aferran a tesis y defienden su voto alineándolo con los convenios internacionales ratificados por Marruecos.

El trabajo doméstico de los menores ha provocado fuertes críticas de organizaciones de defensa de los derechos de los menores de edad. Puesto que, esta ley constituye una vuelta atrás en materia de los derechos individuales, sobre todo que el Gobierno marroquí se ve obligado, hoy en día, a garantizar el acceso del mayor número posible de los niños a la educación, a la protección, a la participación, al desarrollo y a la salud.

La adopción de esta ley constituye un retroceso en el ámbito de la protección de derechos de la infancia marroquí. Asimismo, la ausencia de garantías reales de protección establece un auténtico golpe a los derechos e intereses del menor. Por esta razón, la sociedad se queda sorprendida por la adopción de este proyecto de ley que tendrá consecuencias negativas y peligrosas sobre las generaciones futuras. Debido a las deficiencias nutricionales, falta de sueño, el cansancio, el abuso sexual, la depresión, la neurosis, la adicción y los intentos de suicidio a los que se ve enfrentada esta categoría.

Por eso, los defensores de los derechos de los niños ven que era necesario que la ley tuviese en cuenta las opiniones de los órganos constitucionales y de la sociedad civil, que han desplegado importantes esfuerzos, al convencer al gobierno a elevar la edad mínima de trabajo doméstico infantil a 18 años. A su vez, el Ministerio de Asuntos Sociales califica, en su opinión relativa al asunto, la ley aprobada de un “gran logro para estos trabajadores menores que ahora disfrutarían de más derechos sociales”. De entre los principales “éxitos”, el texto cita el requisito de establecer un contrato que le permite al niño beneficiarse de la cobertura social y de las vacaciones.
El Observatorio Nacional de los Derechos del Niño no está totalmente de acuerdo con el Gobierno sobre este tema y llamó a los parlamentarios a rechazar el texto, porque su adopción socavaría los esfuerzos de los activistas que trabajan desde hace muchos años para defender los derechos de los niños a la educación y la igualdad.