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"Beber hasta coger el punto es divertido": la frase de un libro
de texto que indignó a una madre que ha logrado su retirada
Una imagen difundida por una madre en Facebook del
libro de Educación Física de 3º de ESO de su hija provocó estupor e
indignación en redes, especialmente entre los nutricionistas
Sandra Zorita asegura que su intención al compartirlo
era denunciar algo que le parecía "irresponsable": "Esa frase normalizaba el
alcohol en jóvenes de 14 años"
El Consejo de la Juventud insiste en no criminalizar
a los jóvenes y en que la legislación no puede estar basada en "el castigo y
el control" y centrada en los menores de edad, ya que es "un problema
social"
Jesús Travieso
14/11/2018

El libro de la ESO que habla del alcohol y del que se quejó una
madre
"Sabemos que beber un poco hasta coger el punto es
divertido y no es peligroso, y que hay mucha información respecto al alcohol
que tiende a exagerar". Esas palabras fueron las que molestaron a Sandra
Zorita tras leerlas en el libro de Educación Física de 3º de ESO de su hija,
de la editorial Teide. Para difundir su enfado, Zorita publicó la foto del
fragmento que habla del alcohol en su Facebook. Desde ahí, se hizo viral,
provocando a la vez la indignación de los nutricionistas. Ahora, y tras su
protesta, tanto el profesor de la niña como la editorial van a rectificar
esa parte del temario.
Esta madre descubrió la frase después de que su hija
le contase que habían tratado el tema en clase. Que la adolescente le dijera
"¿Ves, mamá? Que se puede beber un poco, como dice el libro" fue lo que
motivó que ojease el material que tenía su hija. En esas páginas, se podía
leer una advertencia sin ambages sobre lo que suponía consumir tabaco, cuya
composición impresionó a su hija, y cannabis. Pero no ocurría lo mismo con
el alcohol. Lo que, a su juicio, "normalizaba el consumo en jóvenes de 14
años".
Sandra Zorita solo pretendía "que lo vieran mis
amigos" cuando subió la foto a su Facebook. No esperaba que llegase a más
gente, y por eso tomó la medida de enviar su queja a la oficina de atención
al ciudadano de la Consejería de Sanidad de Castilla y León. "Lo que expuse
es que, según el libro, el cannabis y el tabaco son lo peor, pero el alcohol
puede ser divertido. Puesto en el contexto, es aún más grave, y esa es la
idea que le podía quedar a mi hija", dice Zorita en conversación con
eldiario.es.
Las reacciones
Esta madre habló con el profesor de
Educación Física de la niña, que le confirmó que el libro lo había
elegido él y que en un primer contacto le dijo que avalaba lo que decía ese
párrafo. Días después, el docente rectificó en clase, dejando claro a los
adolescentes que "provoca adicción y que no deben beber ni un poco a su
edad", relata Zorita. "Me admitió que el texto no era acertado, pero que el
resto del libro sí seguiría usándolo por sus pautas para una vida sana.
Estuvo muy receptivo", explica ella misma.
La foto del libro salió de Facebook y llegó a Twitter,
donde también empezó a ser difundida. Especialmente, después de que la
recogiera en su cuenta para criticar el contenido Julio Basulto, uno de los
nutricionistas españoles más mediáticos. Desde ahí ya se empezaron a pedir
explicaciones a la editorial Teide, responsable de este material educativo
destinado a alumnos de la ESO.
Para el dietista-nutricionista Pablo Zumaquero, ese
fragmento es una "irresponsabilidad enorme". "Decir eso es, cuanto menos,
incitar a un niño a que se coja una borrachera. No es cierto que haya
información que exagera", señala a eldiario.es. Zumaquero añade que el
alcohol "es una droga, es adictiva, causa muertes y accidentes. Eso no se
puede permitir".
Teide también ha respondido de la manera que esta
mujer deseaba. La editorial ha confirmado a eldiario.es que ya han
modificado ese fragmento en la versión en PDF del libro, y que aparecerá
cambiada el curso 2019/2020. En el nuevo texto, se deja claro que consumir
alcohol es "una de las conductas de riesgo más común entre los
adolescentes". El responsable editorial de Teide, Federico Rahola, ha
asegurado a este medio que esa frase "no debía estar", pero que se coló en
la revisión que se hace de todos sus materiales.
El consumo de bebidas alcohólicas es una de las
conductas de riesgo más común entre los adolescentes. Las bebidas
alcohólicas pueden generar numerosos trastornos de salud y otros
problemas asociados, como accidentes de tráfico, violencia, sexo sin
protección, etc.
Hablar de alcohol con adolescentes
La reacción de la madre ha servido para rescatar el
debate recurrente que existe sobre el consumo de alcohol en los
adolescentes. Sandra Zorita asegura que no es partidaria de una posición
negacionista. "Con esa frase, y vendiendo beber como algo divertido, se daba
pie a que los niños compitieran. Pero no niego que todos consumamos alcohol,
ni que haya que prohibirlo. Lo que no entiendo es que un libro de texto
fomente esa normalidad", dice. Por lo que sí aboga Zorita es por convencer a
los adolescentes de que si beben lo hagan en entornos de control, no en la
calle o en una discoteca.
Aunque vender alcohol a menores esté prohibido, que
los adolescentes beben y que esto genera una problemática es algo que está
en discusión en el Congreso. Desde el pasado año, la Comisión Mixta para el
Estudio del Problema de las Drogas tiene encima de la mesa la ponencia
"Menores sin Alcohol". Un texto que será el germen de una futura ley que
buscará evitar que, como ocurre ahora, el 58% de los jóvenes hayan consumido
en los últimos 12 meses y que la edad media para empezar a beber siga
disminuyendo, según datos del Ministerio de Sanidad.
Entre los motivos de los adolescentes está que les
compensa hacerlo por formar parte de un grupo, como señaló en un estudio la
Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). Para su directora técnica,
Eulalia Alemany, que "a un 42% de adolescentes les compensa beber", un dato
"altísimo", está provocado porque "un joven de este tipo, sin un grupo, no
existe". La respuesta de la FAD ante estos datos es poner el foco en
desmontar las motivaciones para beber, ya que "por su edad, no piensan tanto
en el futuro, y alertar de los riesgos no suele funcionar".
Alemany incide en que es necesaria más pedagogía para
reducir el consumo cada vez más, como se logró con el tabaco: "Con los
cigarrillos ayudó mucho saber que hacía daño a terceros. Pues hay que
convencer de que beber puede provocar accidentes de tráfico e incluso
motivar casos de violencia machista". Pero el problema, señala esta experta,
es que nadie se toma en serio que es problemático que un menor beba. "Si
viésemos a un adolescente conducir un coche, todos reaccionaríamos. ¿Por qué
en estos casos no?", dice.
"No hay que criminalizar a los menores"
Esa pedagogía es compartida por el Consejo de la
Juventud de España, que ha instado a no criminalizar a los jóvenes. En una
resolución motivada por la Ley "Menores sin Alcohol" avisó de que la
legislación no podía estar basada en "el castigo y el control" y centrada en
los menores de edad, ya que es "un problema social". "Se debe reflexionar
sobre la creación de una Ley acerca del consumo de alcohol en la sociedad en
general", apuntaba el texto.
Además, recordaron que "3 de cada 4 consumidores son
mayores de 25", lo que motiva que los menores "tiendan a reproducir ese
patrón". Por eso defienden que sería un error "el excesivo control de las
personas menores de 18 años sea el camino correcto para la regulación". Lo
que sí funcionaría sería, según el Consejo, "generar conciencia sobre
hábitos de vida saludables" y "desnormalizar el consumo en nuestra vida".
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