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¿Cuánto va a durar el planeta? Un experto responde a
las dudas de los jóvenes sobre el cambio climático
Chris SmithInvestigador sobre el Cambio Climático en la
Universidad de Leeds.
23/03/2019
Este 15 de marzo, miles
de estudiantes de 60 países hicieron huelga para exigir a los líderes
mundiales que adopten medidas urgentes para luchar contra el cambio
climático. En este artículo, un científico responde a las preguntas que
plantean adolescentes y jóvenes sobre el cambio climático, recopiladas por
el Priestley
International Centre for Climate durante una protesta que tuvo lugar en
febrero.
¿Cuánto va a durar el planeta? He oído que 12 años…
El plazo de 12 años que has oído proviene de un
informe especial encargado por las Naciones Unidas, en el que se estudian
los efectos de un calentamiento
global limitado a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Actualmente, el mundo es 1
°C más caliente que a finales del siglo XIX, que es el período
más antiguo del que tenemos mediciones fiables de la temperatura, justo
antes de que la Revolución Industrial alcanzara su apogeo.
Para evitar que la temperatura global aumente más de
1,5 °C, la humanidad debe reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂)
hasta aproximadamente la mitad de los niveles actuales de aquí a 2030, y
hasta cero de aquí a 2050. La fecha de 2030 —12 años desde que se publicó el
informe en octubre de 2018— recibió una gran atención
en los medios de comunicación.
Si se incumple la fecha límite de 2030, resultará muy
difícil mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C. Esa
temperatura no implica necesariamente una garantía de seguridad, pero el
daño causado por el cambio climático será mucho más grave si los niveles de
calentamiento son más altos.
El nivel actual del calentamiento de 1 °C ya ha
ocasionado un aumento de los fenómenos
climatológicos extremos (como olas de calor o inundaciones), se traduce
en escasez
alimentaria y tiene efectos
en la producción de alimentos. Ya
se están extinguiendo especies enteras por razones relacionadas con el
cambio climático.
Con un calentamiento de 2 °C o más, habrá una mayor
elevación del nivel del mar, los fenómenos climáticos extremos serán más
frecuentes y se producirán efectos perjudiciales en el suministro de
alimentos y de agua, lo que hará que resulte muy difícil vivir en algunas
partes del mundo.
La consecuencia previsible es que muchas personas
tendrán que abandonar su país y se convertirán en refugiados
climáticos, y otros muchos millones de personas de todo el mundo se
verán expuestos a la pobreza. Además, se perderán muchas especies y morirán
prácticamente todos los corales.
Por desgracia, no estamos haciendo lo necesario para
mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C, ni siquiera de 2 °C. Si los
países cumplen sus objetivos actuales, las
temperaturas aumentarán en torno al 3 °C (o incluso más, si las
emisiones siguen aumentando).
El planeta en sí sobrevivirá al cambio climático
causado por el hombre. De hecho, ya ha sufrido temperaturas más altas; fue hace
millones de años, aunque en esa época el mundo era muy diferente. Los
seres humanos seguramente no nos extinguiremos, pero tendremos que aprender
a adaptarnos a un mundo más caliente y a todos los problemas que eso
conllevará. Esto significa que tendremos que cooperar y prestar ayuda y
recursos a las personas vulnerables.
¿Cuál sería la política más eficaz para acabar con
el cambio climático?
Ninguna política acabará, por sí sola, con el cambio
climático, pero una estrategia muy eficaz sería prescindir
rápidamente de los combustibles fósiles, como el carbón y la gasolina,
que se usan para crear electricidad y propulsar el transporte. Hay maneras
diferentes de lograr este objetivo, y es importante que los líderes
adopten políticas orientadas a crear buenos empleos y a reforzar a las
comunidades.
Por ejemplo, los Gobiernos deben invertir dinero en
trenes y autobuses seguros, fiables, eficientes y asequibles, para que las
personas puedan desplazarse sin utilizar coches. Hay que rediseñar las
ciudades para facilitar el desplazamiento a pie, en bicicleta o en
transporte público. Las viviendas deben
tener buenas conexiones con la red de transporte, y hay que construirlas o
modificarlas para que hagan un uso más eficiente de la energía, para que
resulte más fácil mantenerlas frescas en verano y calientes en invierno.
Las emisiones del transporte aéreo están despegando. Shutterstock.
Los viajes aéreos internacionales también representan
una parte
cada vez mayor de las emisiones globales, y los Gobiernos de todo el
mundo deben colaborar para dar respuesta a ese problema.
La ganadería —en especial la producción de carne y
productos lácteos— también crea una cantidad
sorprendentemente alta de emisiones. Así pues, los Gobiernos deben
alentar a los ganaderos a que usen métodos
sostenibles. Por otra parte, la agricultura puede producir
deforestación. Puesto que los árboles eliminan
el dióxido de carbono de la atmósfera, es necesario proteger los bosques
y plantar nuevos árboles.
¿Qué puedo hacer en mi vida diaria para ayudar al
clima?
En primer lugar, puedes medir tu huella ecológica
rellenando este cuestionario del
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). La encuesta ofrece asesoramiento
para ayudaros a ti y a tu familia a reducir vuestro impacto ambiental. Los
estudios también
han puesto de relieve los cambios más importantes que puede adoptar una
persona para ayudar al clima. Son los siguientes:
-
Volar menos.
-
Si tienes edad para conducir, intenta vivir sin
coche o compartirlo con tu familia y tus amigos.
-
Optar por una dieta
vegetariana o vegana puede reducir tu huella ecológica (aunque tal vez
resultaría más eficaz evitar
el desperdicio de alimentos que mantener una dieta estricta).
-
Una idea controvertida, pero cierta: en los países
más ricos, tener un hijo menos es la
medida de mayor impacto.
Reduce, reutiliza, recicla. Shutterstock.
En tu vida diaria también hay acciones pequeñas que
pueden ser útiles. Apagar la calefacción o el aire acondicionado en casa y
calentar o enfriar solo las habitaciones que estés usando te permitirá
ahorrar dinero y reducirá las emisiones de carbono. Procura comprar menos
ropa, plásticos y aparatos, ya que para fabricar esos artículos se consumen
recursos y energía.
Fabrica tus propios artículos, tómalos prestados,
practica el trueque, cómpra de segunda mano o búsca
productos gratuitos, y, en la medida de lo posible, recicla todo lo que
se pueda reutilizar. Cuando tengas edad suficiente, también puedes optar por
depositar tu dinero en un banco ético y obtener electricidad generada a
partir de energías renovables 100%.
Los cambios individuales tienen
un alcance limitado, pero recuerda que tus acciones pueden inspirar a
otras personas. ¡Usa tu voz! Hablar sobre el cambio climático con tus
amigos, tu familia y tus compañeros de clase contribuye de manera esencial a
concienciar y a impulsar nuevas medidas.
Este artículo fue publicado
originalmente en The
Conversation
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