FAREEZ ZAKARIA, New York
10 de mayo 2020
Una científica china trabaja en un laboratorio investigando el nuevo
coronavirus. (Reuters)
La administración Trump está tratando de
conducir al país a un delirio antichino porque el nuevo coronavirus se
podría haber transmitido accidentalmente desde un laboratorio en vez de
desde un mercado de animales. Pero la verdadera pregunta que nos deberíamos
estar haciendo es por qué en los últimos años hemos estado viendo
cómo los virus saltaban de animales a humanos con tanta
frecuencia. El
SARS, el MERS, el ébola, la gripe aviar y gripe porcina todas empezaron
como virus en animales y después saltaron a humanos, desencadenando brotes
mortales. ¿Por qué?
Peter Daszak es un ecologista y
renombrado "cazador
de virus". Él se adentra en cuevas de murciélagos con trajes
protectores para conseguir la saliva o la sangre de los animales y
determinar así el origen del virus. Fue muy claro mientras hablaba con él:
"Todos los días hacemos cosas que hacen las pandemias más probables. Tenemos
que entender que esto no solo viene de la naturaleza, sino de lo que le
estamos haciendo a la naturaleza".
Recuerda que la mayoría de los virus vienen de
los animales. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades estima
que el 75% de las enfermedades en humanos se originan en animales.
Este coronavirus pudo haber venido de uno de los
mercados salvajes de Wuhan. En China los animales vivos son sacrificados
para venderse, una práctica que debe ser erradicada en todo el mundo.
Pero al mismo tiempo que la civilización humana se expande —construyendo
carreteras, despejando tierras de cultivo, construyendo industrias,
excavando minas— también estamos destruyendo el hábitat natural de los
animales salvajes, acercándolos más y más a nosotros. Algunos científicos
creen que esto hace que la transmisión de enfermedades de animales a humanos
sea mucho más probable.
El enigma de los murciélagos
El virus que provoca el covid-19 parece haber
sido originado en murciélagos, que son particularmente buenos incubando el
virus. Los científicos aún están investigando qué ocurrió, pero en otros
casos hemos visto cómo la invasión humana puede llevar a los
murciélagos a buscar comida en granjas, donde infectan al ganado y,
a través de ellos, a los humanos.
Hay otros caminos para los patógenos. El más
probable viene directamente de nuestro apetito insaciable por la carne.
Cuanto más rica es una persona más tiende a comer carne. Cada año, alrededor
de 80.000 millones de animales terrestres son sacrificados para el consumo
de carne en todo el mundo. La mayoría del ganado se cría en fábricas —el 99%
en EEUU y el 74% en el resto del mundo—, según una organización de derechos
de los animales. Eso implica amontonar a miles de animales a centímetros el
uno del otro en condiciones horribles que están casi diseñadas para incubar
virus y alentarlos a propagarse, volviéndose más virulentos en cada salto.
El periodista de 'Vox', Sigal Samuel, citaba al biólogo Rob Wallace: "Las
granjas industriales son la mejor manera de seleccionar los patógenos más
peligrosos posibles".
Las granjas
industriales también son la zona cero de una bacteria nueva y resistente al
antibiótico, que es otro camino hacia la infección humana. Los animales de
granja serán un potente foco de infección. Hasta 2,8 millones de
estadounidenses enferman cada año de bacterias resistentes a los
antibióticos. Alrededor de 35.000 mueren, según la CDC.
El problema del cambio climático
Y después está
el cambio climático, que intensifica todo: transforma los ecosistemas,
obligando a más animales a salir de sus hábitats; desencadenando condiciones
tropicales en sitios que antes eran templados. Un informe científico
estadounidense: "Las condiciones más cálidas y húmedas traídas por el cambio
climático están… haciendo más fácil transmitir enfermedades como la malaria,
la fiebre del dengue, el chikungunya, la fiebre amarilla, el virus del Zika,
el virus del Oeste del Nilo y la enfermedad del Lyme en muchas partes del
mundo". Al tiempo que cambiamos ecosistemas y hábitats naturales,
enfermedades desde hace tiempo dormidas pueden emerger. Y no tenemos
inmunidad.
En mayo de 2015, dos tercios de la población
mundial de saigas, un pequeño antílope, murieron repentinamente en unas
pocas semanas. Una bacteria llamada 'Pasteurella multocida', que había
vivido mucho tiempo en el animal sin hacerle ningún año, se volvió virulenta
de repente. ¿Por qué? El periodista del Atlantic Ed Yong explica que la
región de Asia Central donde vive la saiga se estaba convirtiendo cada vez
más en un área tropical. Y 2015 fue un año particularmente húmedo y cálido.
"Cuando la temperatura sube mucho y el aire se vuelve húmedo, las saigas
mueren. El clima es el desencadenante y la 'Pasteurella' es la bala".
El verdadero escándalo no es lo que China nos
hizo a nosotros, sino lo que le estamos haciendo todos juntos al
planeta. Y solo juntos podemos parar esto.
|