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lavozdegalicia

El primer menor gallego con coronavirus ya está curado: «Lo pasé jugando a la Play»

Raúl, un chico de 15 años de Moaña, nunca tuvo ningún síntoma; explica que tranquilizaba a sus amigos en el grupo de Whatsapp, diciéndoles que estaba bien y que no se iba a contagiar nadie

 

BCBL
 

ANGEL PANIAGUA, Vigo 27 de marzo 2020

El primer menor que se contagió del nuevo coronavirus ya está curado. Raúl, un joven de quince años de Moaña, acudió este jueves por la mañana al Hospital Meixoeiro a que le hiciesen las pruebas. Lo llevó su madre en coche. A primera hora de la tarde, su familia recibió una llamada del hospital para informarles de que el resultado de la PCR es negativo. Ya no tiene el COVID-19. Está curado.

«Yo no me lo tomé demasiado en serio, me lo tomé un poco a cachondeo», explica por teléfono el joven de Moaña. «Los médicos se ponían lejos de mí, ¡tenían miedo de tocarme!», cuenta con desenfado. No tuvo ni un solo síntoma. Ni un poco de tos. Ni fiebre. Nada. Pasó una sola noche en el Hospital Álvaro Cunqueiro, sobre todo porque su caso fue de los primeros, el cuarto de Galicia. Pero al segundo día lo mandaron para casa. Aunque reconoce que su madre, también contagiada, lo llevaba peor, porque la pareja de ella, Daniel, estuvo en la uci hasta este miércoles.

 
 

Ha vivido 20 días con el coronavirus. «¿A qué me dedicaba? A los videojuegos», zanja. Videojuegos de todo tipo: coches, Mindcraft, en el ordenador, en la Playstation... «Sí, pasé el coronavirus en la Play», concede, y sigue bromeando: «Igual la Play tiene el coronavirus...». También hizo «un montón de deberes». No, no leyó ningún libro en estos días.

«Mis compañeros estaban nerviosos, no sabían qué hacer con las clases»

Pero lo que sí hizo mucho fue chatear por el móvil. Los compañeros de clase del instituto A Paralaia tienen un grupo de Whatsapp. «Mis compañeros estaban nerviosos, no sabían qué hacer con las clases... Yo les decía que no iba a pasar nada, que nadie se iba a contagiar, pero ellos se seguían preocupando». También sucedía lo que ocurre en todos los grupos de Whatsapp, sean de adolescentes o sean de padres. Cuando se pasaba un rato sin atender al móvil, había cientos de mensajes sin leer y conversaciones embarulladas. En algún momento, los amigos volvían a preguntarle y él, de nuevo, trataba de tranquilizarlos.

 
 

Ahora, ya más sereno, se extiende un poco más en la conversación para dejar constancia de su agradecimiento para todos los compañeros y profesores que durante las últimas tres semanas se estuvieron preocupando por él y mostrándole su afecto. 

La familia de Moaña, primer foco del coronavirus en Vigo, acumula algunas buenas noticias estos días, después de tres semanas duras. El viernes 20, la mujer (47 años) y su sobrina (27) recibieron el alta. El miércoles, Daniel (43 años), el primer paciente, salió de la uci, donde llevaba 19 días con una grave afección pulmonar. Este jueves, Raúl ha dado negativo.
 

Según un informe elaborado por el Sergas esta semana al que tuvo acceso La Voz, el 2 % de los infectados en Galicia no han cumplido los 18 años. A principios de esta semana eran 29. La experiencia acumulada en China: deja buenas noticias para la población infantil. Por una parte, las embarazadas no se lo transmiten a sus hijos en el útero, como ya han confirmado al menos los casos de Fabio y Lucas, dos niños de Vigo que nacieron de madres con COVID-19. Por otra, los niños contagiados superan la enfermedad sin dificultad. De hecho, según el Ministerio de Sanidad, solo el 0,5 % de los casos hospitalizados eran de menores de 20 años.

Cuando se descubrió el positivo de Raúl, las clases todavía estaban en marcha en toda la comunidad (se cerraron una semana después). Se generó una gran inquietud entre los padres. El instituto mantuvo la actividad lectiva y se hicieron pruebas a una decena de sus compañeros. Todos dieron negativo. Tampoco se contagió su padre, con el que convivía en los días en los que a él lo diagnosticaron.

Así que todo ha tenido cierto misterio para la familia. Daniel y su mujer viajaron a Madrid el fin de semana del 22 de febrero, para visitar a unos parientes de él, de origen rumano. Ninguno tenía el COVID-19. Al volver, él fue al médico dos veces y ni se sospechó que pudiese estar infectado con el virus. En aquel momento, Madrid no se consideraba zona de riesgo. Daniel fue al hospital el domingo 1 y se quedó ingresado con neumonía, y solo tres días después se le hizo la prueba y dio positivo. Raúl estuvo con él y con su madre antes del día 1, pero hasta el viernes 6 no le comunicaron que estaba contagiado. No le pasó la enfermedad a nadie de su entorno. Nunca tuvo síntomas. Su prima sí se contagió, probablemente en una comida familiar que celebraron el domingo 1, aunque había ocho personas y nadie más se infectó del coronavirus, ni siquiera el bebé de ella, al que dio el pecho esos días.

Raúl, además de jugar a la videoconsola, ha tocado el piano durante el confinamiento

David, además de jugar a la videoconsola ha tocado el piano en el confinamiento
 

Sin embargo, la semana pasada, él, su madre y su prima acudieron al Meixoeiro a hacerse la prueba y él siguió dando positivo, aun sin tener ningún síntoma. Una semana después, le han comunicado que está curado. «Siempre me encontré bien».

Revela que lo primero que hizo cuando le comunicaron la noticia fue correr alrededor de la casa, una unifamiliar de Moaña con una finca. Dio una vuelta. «Ni siquiera cogió el móvil, quería respirar», dice su prima. Un rato después sí mandó algún mensaje de audio a sus amigos para comunicarles la noticia. «Sí, me dijeron que se alegraban. Aplaudieron y eso», cuenta, contenido, como buen adolescente.