En los
últimos cien años su esperanza de vida se multiplicó por seis. A
comienzos del siglo XX apenas unos pocos superaban la
adolescencia, mientras que ahora son muchos los que pasan de los
70 años. La medicina ha resuelto casi toda la extensa
lista de problemas de salud que provoca el
síndrome de Down, que hoy celebra su día mundial. Se
llama así porque tiene una causa única, una copia adicional, total
o parcial, del cromosoma 21, pero sus consecuencias son muchas. Y
algunas muy graves como los defectos en las válvulas del corazón y
en los intestinos, los trastornos en la tiroides o la
predisposición a sufrir enfermedades infecciosas, brotes
epilépticos o alzhéimer.
Ahora
llegan nuevos avances para ayudar a mejorar la cognición
de los afectados. Aunque aún no están listos para la
práctica clínica, sus resultados son prometedores. Uno de estos
trabajos lo lidera Albert Costa. Tras un primer intento
infructuoso, ahora estudia los efectos de una medicación que se
usa contra el alzhéimer y que, cree, puede mejorar la cognición.
«Nuestro ensayo piloto indica que es posible que tenga efectos
positivos en hasta cinco cualidades.