PRODENI

Ir a la Página principal

 

ELTIEMPO.COM

Colombia

La falta de juego al aire libre deteriora la infancia

Entrevista con Scott Harper Bio, productor de 'La infancia perdida', de Discovery Home and Health.

30/01/2013

ANDREA FORERO AGUIRRE
REDACTORA ‘ABC DEL BEBÉ’

La falta del juego libre y en la calle puede ser realmente perjudicial para la salud, el desarrollo social, físico y emocional de los niños.

Investigaciones científicas muestran un claro vínculo entre no juego libre y depresión, ansiedad e inseguridad. Estas afirmaciones son de Scott Harper Bio, director y productor del documental La infancia perdida , de Discovery Home & Health, que comenzó el domingo.

¿No es un poco pesimista decir que la infancia se ha perdido?

Es más acerca de las aventuras de la infancia que se han perdido, no tanto de la infancia misma. Lo que ha sustituido al juego libre en gran parte del mundo es un juego supervisado, estructurado, organizado, monitoreado por adultos.

Hay un lamento colectivo sobre esto en nuestra cultura, por supuesto, la simple libertad que una vez tuvieron los niños de jugar afuera con sus amigos hasta que oscureciera, ha desaparecido.

La ciencia actualmente nos dice que este aspecto del crecimiento puede ser realmente perjudicial para la salud y el desarrollo social, físico y emocional.

¿Qué hacer?

Es poco probable que alguna vez volvamos a ver el juego libre en nuestra sociedad. La mejor opción futura es la creación de ambientes –como zonas de juegos, por ejemplo– donde los niños pueden jugar e interactuar con los demás, mientras los adultos permanecen a cierta distancia.

¿Por qué la sobreprotección de los padres es tan perjudicial?

Al limitar el juego libre y permitirles a los padres manejar todos los aspectos de la infancia, los niños son desplazados de una parte esencial de su crecimiento.

En el juego libre, los niños aprenden a resolver problemas por sí mismos, valorar el riesgo, socializar apropiadamente, hacer amigos, conocer la confianza, la justicia, el trabajo en equipo, y también establecen jerarquías y desarrollan la creatividad mediante los juegos que inventan.

Su comprensión del lenguaje verbal además se desarrolla; las condiciones como la depresión, la ansiedad y el TDA (Trastorno por Déficit de Atención) se alivian, incluso se eliminan.

En resumen, el juego libre es una forma fundamental de cómo los seres humanos aprenden, crecen y funcionan en nuestro mundo. Cuando usted realiza todas las actividades por el niño, esto retrasa o, incluso, impide la capacidad de desarrollo del mismo. Es así de simple.

¿Por qué los padres de hoy tienen tanto miedo?

Tienen miedo por la seguridad de sus hijos, esa es la prioridad. Primero, los mensajes que reciben de los medios de comunicación es que hay secuestradores y asesinos en serie al acecho en todas partes.

Segundo, es la sensación de que el juego libre no estructurado es realmente una pérdida de tiempo y, para poder preparar a sus hijos para un futuro altamente competitivo, prefieren ponerlos en un sistema estructurado en el que se puedan medir sus triunfos y fracasos, rendimiento, etc., que, en teoría, prepara a los niños para obtener mayores logros.

Se trata de la seguridad y de la formación para la vida. Por supuesto, de esta manera, los niños realmente sufren más.

¿Cree usted que jugar al aire libre o a las escondidas realmente hizo que los adultos de hoy fueran más felices?

Sí. En prácticas de baloncesto o fútbol, por ejemplo, cada riña, cada regla, cada decisión es controlada por un adulto; no hay nada de creatividad en estos métodos.

El juego libre era más inclusive, variado y diverso, y por lo general, mejor para el crecimiento. Entonces, sí. La salud emocional en la infancia, que sabemos está ligada al juego libre, se transmite a la adultez.

Dicho todo esto, hoy en día la culpa no es toda de los padres. No hay juego libre disponible para los niños. Si deja que sus hijos menores de 10 años jueguen en el parque del barrio sin la supervisión de un adulto, lo criticarían severamente y lo considerarían irresponsable. El mundo ya es demasiado aterrador para esto, lo cual es triste, porque nunca había sido más seguro.

¿Existe una correlación científica entre el juego estructurado y los problemas emocionales?

Sí. Se ha demostrado que la ansiedad, la depresión y el trastorno por déficit de atención son algunos de los tantos problemas de salud que se reducen con el juego no estructurado. Los estudios también han vinculado el juego libre a un mayor crecimiento de los centros de aprendizaje (corteza prefrontal) del cerebro, en los mamíferos.

¿Qué cree que pasará con estos niños cuando sean adultos?

A menudo tienen más dificultades para adaptarse a la vida por su cuenta, por ejemplo, tienen dificultad para adaptarse a la vida universitaria, sin la supervisión de sus padres, para solucionar problemas de menor importancia en sus carreras sin mediación, lo mismo con sus vidas sociales, incluso cuestiones relativas a la salud mental. No quiere decir que no puedan superar todo esto, pero significa que podrían tardarse más para llegar a ser funcionalmente independientes. En otras palabras, se demoran más en convertirse en adultos.