Padres y madres de recién
nacidos se han llevado una sorpresa esta semana al ir al pediatra
con sus hijos. Tenían una consulta programada, pero al llegar al
centro de salud les comunicaron que esa cita ya no aparecía en el
sistema, porque la Comunidad de Madrid ha decidido cambiar la
normativa de atención a recién nacidos sin avisar previamente ni a
los administrativos ni a los padres.
La Consejería de Sanidad ha
decidido reducir el plazo por el que estos bebés pueden ser
atendidos si no tienen su situación regularizada. Hasta que ha
llegado este cambio de normativa, los padres contaban con un año
de margen para poder aportar toda la documentación. A partir de
ahora, los niños con tres meses que no tengan la situación
sanitaria en regla pierden el derecho a ser citados de manera
ordinaria.
Esto no supone que el
pequeño se quede sin atención médica, pero sí que deje de tener un
seguimiento por parte del pediatra o que pierda la opción de
acudir a un especialista.
Los bebés tienen derecho a
la asistencia por ser menores de edad aunque no tengan tarjeta de
residencia, de acuerdo con el
Real Decreto-ley 16/2012, que ha dejado
sin sanidad a 870.000 personas, en su mayoría inmigrantes. Sin
embargo, les genera muchos inconvenientes. Dejan de tener un
registro activo en todo momento (una historia clínica) y pasan a
ser atendidos puntualmente, por altas de 24 horas, hasta que su
asistencia sanitaria vuelva a estar en orden.
Y eso en una etapa en la que
la sanidad pública hace especial hincapié en el seguimiento, con
revisiones periódicas constantes del pediatra o de enfermería.
Además, durante el primer año se ponen hasta 18 vacunas, la mayor
parte del calendario de inmunización. Fuentes del colectivo Yo Sí
Sanidad Universal calculan que esta decisión afecta a unos 6.000
pequeños.
"Un tema puramente
administrativo"
Los
trabajadores administrativos confirman que los problemas
comenzaron el viernes 13. Desde entonces la Consejería de Sanidad
ha comenzado a dar de baja a recién nacidos mayores de tres meses
en el sistema informático. "Hemos ido constatando casos de padres
que venían a por citas y no se las hemos podido dar porque los
niños estaban borrados", explica Elisa, portavoz de SOS Racismo y
trabajadora sanitaria.
Cuatro días después, el
martes, la Administración comunicaba oficialmente a los centros de
salud su decisión a través de una circular emitida por la Gerencia
de Atención Primaria: "La caducidad acordada es de 90 días desde
la fecha de nacimiento, ya fuera ésta de Atención Primaria o del
hospital. Asimismo, se ha introducido un borrado y paso a
histórico automático una vez transcurridos los 90 días."
En el documento justifican esta reducción de plazo alegando que
"con frecuencia se sobrepasaba este tiempo (el año) y el menor
continuaba en situación de transeúnte y sin tarjeta". Fuentes de
la Consejería de Sanidad señalan que este cambio de normativa se
trata de un tema "puramente administrativo", y garantizan la
asistencia sanitaria en todo momento.
Desde SOS Racismo denuncian
que este punto de la normativa afecta sobre todo a hijos "de
inmigrantes que no tienen papeles o que tardarán en regularizar su
situación, porque necesitan más de tres meses en conseguir toda la
documentación".
Circular de la
Gerencia de Atención Primaria de la Consejería de Sanidad
de la Comunidad de Madrid, del 17 de febrero de 2015.