
http://www.laopiniondemalaga.es/vida-y-estilo/salud/2018/04/28/tabaco-ninos-mezcla-prohibida/1003108.html
Tabaco y niños, mezcla prohibida
El pediatra Eduardo Ramos Polo analiza la repercusión
del humo ambiental del tabaco en las madres embarazadas y en la infancia
eduardo ramos polo 28.04.2018
El doctor extiende sus
consideraciones a las molestias que causa la abundancia de humo en la calle
y lo molesto que resulta. La salud de los pequeños, tanto antes como después
de nacer, se ve seriamente amenazada por la exposición al humo y a sus
componentes
El consumo de tabaco y la exposición al humo
ambiental constituyen dos de las más importantes amenazas para la salud de
niños, adolescentes y adultos. El humo del tabaco contiene aproximadamente
4.000 tóxicos químicos, que incluyen a la nicotina, el monóxido de carbono,
amonio, acido cianhídrico, óxidos de nitrógeno, anhídrido sulfuros y por lo
menos medio centenar de carcinógenos, confirmados como productores de
efectos adversos para la salud.
Jaime I de Inglaterra en 1604 describía el habito de
fumar como una costumbre «aborrecible para el ojo, odiosa para la nariz,
dañina para el cerebro, y peligrosa para los pulmones». El tiempo le ha dado
la razón, dado el conocimiento que tenemos hoy en día sobre los múltiples
efectos perjudiciales que tiene el tabaco sobre la salud.
En este sentido, fumar como es de sobra conocido,
está asociado con efectos adversos tanto para el fumador como para los
individuos expuestos de forma involuntaria, bien al humo de segunda mano o
al humo de tercera mano , así como al humo producido por los cigarrillos
electrónicos.
El humo de segunda mano es el producido por el tabaco
o un producto derivado del mismo que es inhalado, por una persona no
fumadora. La exposición a él se conoce también con el nombre de «fumar de
forma involuntaria» o «fumador pasivo». Se considera a la exposición al humo
del tabaco de segunda mano como la más importante causa evitable de
morbilidad y de mortalidad prematura en los países industrializados.
El humo de tercera mano hace referencia a los
contaminantes residuales del humo del tabaco que permanecen en las
superficies y en el polvo, que son emitidos en la fase de gas e interactúan
con otros componentes. La exposición resulta de la inhalación, ingestión o
captación dérmica de los contaminantes en el aire, el polvo, vestidos y
otras superficies. Estos contaminantes pueden persistir durante varias
horas, o incluso días, en los ambientes donde se ha fumado.
Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como
plumas de vapeo, o dispositivos de vapear, son sistemas de liberación
electrónica de nicotina, los cuales generan una mezcla que contiene
saborizantes líquidos y nicotina que es inhalada por el fumador. Desde su
introducción en el 2007, han experimentado un amplio éxito entre los
fumadores, no fumadores, embarazadas e igualmente entre los jóvenes.

Secuencia que muestra a
una madre fumadora y la reacción que causa el tabaco en el feto.
DIBUJOS REALIZADOS POR EL NIETO DEL DOCTOR RAMOS, DE 8 AÑOS.
Los niños están expuestos al humo del tabaco
ambiental no solamente en sus casas, sino también en las escuelas, bares y
restaurantes; terrazas, guarderías, coches, autobuses, parques y otros
lugares públicos o privados. Se considera a la casa como la fuente principal
de exposición. A pesar de que en los últimos años se ha observado una
disminución en el número de fumadores activos, aproximadamente el 40% de los
niños del mundo inhalan humo del tabaco ambiental en sus domicilios. Los
padres fumadores y los cuidadores, que también lo sean, constituyen una
fuente importante de esta exposición. Los niños además y sobre todo los de
más corta edad, están menos capacitados para huir de ese contaminante y
evitar sus consecuencias, ya que por su pequeña masa corporal, pulmones y
otros órganos en vías de desarrollo están en peligro de padecer diversos y
serios problemas de salud.
A los niños también se les expone al humo del tabaco
ambiental durante los periodos prenatal y postnatal. Se habla de la
exposición prenatal cuando la madre es fumadora activa durante el embarazo o
cuando se expone al humo de segunda o al de tercera mano.
La exposición postnatal se refiere a la exposición
del niño al humo del tabaco ambiental proveniente de los que fuman a su
alrededor. Las repercusiones que sobre la salud tiene la exposición al humo
del tabaco ambiental son numerosas, diversas e importantes. Por distintas
razones solo se hace referencia de forma breve a las siguientes : Embarazo y
humo del tabaco ambiental; lactancia materna; síndrome de la muerte súbita;
asma y dificultad respiratoria; bronquiolitis y otitis media aguda.
Los peligros durante el embarazo. Según los datos
epidemiológicos disponibles, distintos autores consideran adecuado decir que
alrededor de un 20 o 30% de mujeres fuman activamente durante el embarazo.
Además cerca de la mitad de las no fumadoras están expuestas al peligro del
humo del tabaco ambiental. Fumar durante el embarazo puede ser uno de los
factores de riesgo más importante para el concebido. La exposición del
embrión y del feto, que tiene lugar, tanto si la madre fuma como si está
expuesta al humo del tabaco ambiental, está asociada, según diversos
estudios, a una mala evolución del embarazo. Entre las consecuencias
negativas, se destacan el retraso en el crecimiento intrauterino; el parto
prematuro; bajo peso al nacimiento; muerte perinatal y síndrome de la muerte
súbita, como también algunas malformaciones congénitas, destacando en ese
aspecto el labio leporino y algún tipo de cardiopatía congénita.
Así mismo se ha demostrado que el polvo de tabaco
esnifado por la embarazada aumenta el riesgo de apneas neonatales, de igual
forma que el tratamiento sustitutivo con nicotina. También, se ha comprobado
que hay un aumento en la incidencia de alteraciones placentarias como el
abrupto placentae y la placenta previa en las madres fumadoras.
La exposición prenatal al tabaco tiene otra
consecuencia significativa como es la sensibilización del cerebro fetal a la
nicotina, lo cual puede aumentar la probabilidad de adicción, cuando más
tarde el cerebro sea expuesto a la nicotina. También influiría en el inicio
precoz de la experimentación con el tabaco, lo que a su vez incrementaría la
probabilidad de fumar tanto en el periodo de la adolescencia, como en la
vida adulta.
Está perfectamente establecido y así lo demuestra la
experiencia y la evidencia científica que la exposición a la nicotina
durante el periodo fetal tiene consecuencias a largo plazo sobre el
desarrollo cerebral. En este sentido se constata que hay un impacto negativo
sobre las adquisiciones psicomotoras del niño tanto en las funciones
cognitivas, como en el lenguaje y en las habilidades motoras en los dos
primeros años. Estos hechos podrían tener consecuencias negativas e
importantes a largo plazo en el contexto del aprendizaje en sus diferentes
áreas.
Además, también está demostrada la más que probable
relación entre la exposición al humo del tabaco tanto si hubo consumo
durante el embarazo como al humo de segunda o de tercera mano, con la
presentación de problemas de comportamiento y de déficit de atención con
hiperactividad, particularmente en niños.
Se ha constatado, además, que cuanto más intenso es
el consumo y la mencionada exposición, mayores son las probabilidades de
sufrir estas alteraciones. Así mismo, influye en el padecimiento de
trastornos depresivos mayores y de ansiedad generalizada independientemente
de la existencia o no de factores familiares o genéticos.
Pérdida de eficacia de la lactancia materna. Las
ventajas de la lactancia materna son indudables y de sobra conocidas. Pero
estas ventajas se esfuman cuando la madre lactante es fumadora al mismo
tiempo, ya que su leche pierde muchas de sus propiedades promotoras y
beneficiosas para la salud del bebe. La leche de madres fumadoras contribuye
de forma significativa a la exposición del lactante a los constituyentes del
humo del tabaco cualquiera que sea su procedencia. Esta comprobado que el
humo del tabaco con sus componentes inducen cambios en la composición de
leche, que merman sus propiedades protectoras, además de disminuir la
actividad succionadora del niño, incrementar la propensión a los cólicos e
inducir trastornos en el ritmo del sueño. Asimismo, altera la frecuencia
cardiaca, que se traduce en un aumento de la misma, como consecuencia de la
absorción por el aparato digestivo del niño de la nicotina proveniente de la
leche materna.
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