
http://www.eldiario.es/theguardian/demuestra-humanos-destruido-virgenes-Tierra_0_557494265.html
Un estudio demuestra que los humanos hemos destruido un décimo de las zonas
vírgenes de la Tierra en 25 años
Los expertos advierten que
dentro de un siglo no quedarán zonas vírgenes. Un informe demuestra que desde
1993 se ha perdido territorio equivalente a dos veces el tamaño de Alaska.
Adam
Vaughan
11/09/2016

La agricultura comercial
genera casi el 70 % de la deforestación en América Latina, dice la FAO EFE
Según un nuevo
estudio científico, en los últimos 25 años los humanos hemos destruido un décimo
de las zonas vírgenes que quedaban, y con esta tendencia, dentro de un siglo
podría no quedar ninguna.
Los investigadores han
comprobado que desde 1993 hasta la fecha, una zona equivalente a dos veces el
área de Alaska (3.3 millones de km2) ha desaparecido a causa de la actividad
humana, lo cual califican como “extremadamente devastador” y una cifra
“tremendamente grande”.
La selva
amazónica representa casi un tercio de esta pérdida
“catastrófica”, ya que grandes áreas de selva virgen se
están destruyendo a pesar de que el gobierno brasileño ha
bajado la tasa de deforestación en los últimos años. Otro
14% desapareció en África central, hogar de miles de
especies, incluidos elefantes y chimpancés.
La
pérdida de los últimos refugios intactos del mundo no sólo
sería desastrosa para las especies en peligro sino también
por los efectos en el clima, argumentan los autores del
estudio, porque algunas de estas selvas almacenan grandes
cantidades de carbono.
“Sin
políticas de protección de estas áreas, la urbanización las
irá arrasando. Probablemente tenemos una o dos décadas para
revertir la situación", afirma el director de la
investigación, Dr. James Watson, de la Universidad de
Queensland y la Wildlife Conservation Society.
El
estudio define zona virgen como áreas “ecológicamente
intactas” y “mayormente libres de la intervención humana”,
aunque algunas tienen comunidades indígenas viviendo en
ellas. El equipo consideró que un área ya no era virgen si
contaba con ocho pruebas del paso del hombre, como
carreteras, luces por la noche y agricultura.
El área
virgen más extensa de la cuenca del Amazonas se redujo de
1,8 millones a 1,3 millones de km2,
mientras que la selva baja de la región Ucayali al oeste del
Amazonas, hogar de más de 600 especies de aves y primates
incluido el tití emperador, se encuentra muy afectada. La
tendencia destructiva en la selva tropical más grande del
mundo es “especialmente preocupante”, advierten los autores,
ya que está sucediendo aún con índices de deforestación a la
baja.
El
estudio concluyó que, en África, ninguno de los bosques de
las zonas bajas de la cuenca del Congo occidental puede ser
considerado un área virgen significativa a nivel mundial. El
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en
inglés) cree que esa zona probablemente alberga más gorilas
y chimpancés que ningún otro lugar del mundo.
Las políticas fracasan
El
estudio asegura que las zonas vírgenes se pierden a una
velocidad más rápida que la utilizada para crear áreas
protegidas, con 3,3 millones de km2contra
2,5 millones.
El
profesor William Laurance de la Universidad James Cook
señala: “Las políticas medioambientales están fracasando en
lo que respecta a las zonas vírgenes del mundo. A pesar de
ser baluartes de biodiversidad amenazada, de regular el
clima local y de ser hogar de muchas comunidades indígenas,
las zonas vírgenes están desapareciendo ante nuestros
ojos”.

La deforestación de la selva amazónica brasileña cayó 40 por
ciento entre marzo y abril EFE
El estudio indica que la
razón es que estas zonas “se suponen libres de amenazas, y por eso no son una
prioridad para los conservacionistas".
Watson
aclara que las consecuencias del daño a las zonas vírgenes
que quedan es irreversible y de amplio espectro, tanto para
la naturaleza como para los hombres.
“Hay
cuatro razones por las que tenemos que proteger estas zonas.
La primera es la biodiversidad, la segunda es el carbono, la
tercera es que las poblaciones más pobres del mundo viven en
ellas, y la cuarta es que son un referente natural de
ambientes pre-humanos”, explica a The
Guardian.
Las zonas
vírgenes que quedan en el planeta son bastiones para muchos
de los mamíferos terrestres en la lista de especies en
peligro, que esta semana fue actualizada y reveló que cuatro
de los seis simios más grandes del mundo están ahora en
peligro de extinción.
Según el
estudio, la desaparición de los bosques en estas zonas
también podría afectar los esfuerzos gubernamentales por
reducir el efecto invernadero y combatir el cambio
climático, por la cantidad de carbono almacenado en árboles
y plantas.
Los
planes de resilvestración de los conservacionistas,
similares a los esfuerzos para reintroducir en el Reino
Unido lobos, linces y otras especies, también podrían verse
afectados por la destrucción de zonas vírgenes, porque el
mundo estaría perdiendo una imagen verdadera de cómo son
ciertos ecosistemas.
“Si no
hay un trabajo conjunto por preservar las zonas vírgenes que
quedan, se reducirá la capacidad de reparación ecológica a
gran escala", escriben los autores.
Watson
dice que se están perdiendo ecosistemas únicos, y esto es
irreversible. “Lo esencial de este estudio es comprender que
una vez se han destruido estas zonas vírgenes, ya no
vuelven, no se pueden reparar. Pueden volver en otra forma,
pero ya no serán iguales", afirma.
El
estudio, publicado este jueves en la revista Current Biology,
predice que si continúa la tendencia actual, podrían no
quedar zonas vírgenes significantes “en menos de un siglo”.
Sin
embargo, el ejercicio de mapeo reveló que aún quedan 30
millones de km2 de zonas vírgenes en todo el mundo, lo que
equivale al 30% de toda la superficie terrestre del planeta.
Algunos bastiones se encuentran en los bosques boreales del
norte de Canadá, los desiertos y los bosques australianos,
algunos bosques en zonas bajas de Asia y parte de África
central.
“Estas
son las joyas de la corona. Tenemos la obligación de
proteger esas zonas igual que protegemos a las especies",
insiste Watson.
Para
detener o ralentizar la pérdida de zonas vírgenes, los
gobiernos deberían poner en práctica estrategias de puesta
en valor a nivel nacional, argumentan los autores. Un
programa brasileño que apoyó la creación de áreas protegidas
para salvar el carbono y ayudar a los pueblos indígenas fue
señalado por el estudio como el tipo de proyecto que podría
ayudar a revertir el daño.
Pero los
autores admiten que “hay muy pocos de estos ejemplos
positivos, e insistimos en que hacen falta acciones
inmediatas para proteger las zonas vírgenes que quedan en el
mundo, también en lo que respecta a políticas a nivel
mundial”.
Carlos
Rittl, secretario ejecutivo del Observatorio Brasileño del
Clima, señala: “Este estudio es un recordatorio del
importante papel que tienen los bosques en el clima, y debe
ser tenido en cuenta por los legisladores. A pesar de que el
índice de deforestación ha caído en los últimos años, Brasil
sigue siendo el país tropical que más zonas selváticas
pierde cada año.
“El
reclamo que hicimos en París sobre la deforestación es
vergonzosamente débil. Nos conformamos sólo con detener la
deforestación ilegal en el año 2030 y sólo en la Amazonia, y
ni siquiera tenemos un plan para lograr ese mínimo. Brasil
va a ratificar el acuerdo de París el próximo lunes. Si el
gobierno se toma en serio las metas a largo plazo, debería
estar hablando de deforestación cero”.
Mike Barrett, director de ciencia y políticas de la oficina
de WWF en el Reino Unido, dice: “Las pérdida de grandes
zonas vírgenes a escala global tiene un gran impacto.
Mientras al parecer nos
adentramos en el Antropoceno, este informe revela el
profundo impacto que ha provocado el Hombre y sus efectos
sobre la vida silvestre y la vida humana".
Apuntó a
la reciente actualización de la lista de especies en
peligro, que señaló una mejora en la situación del panda
gigante, pero aclaró: “aunque proteger a las especies
principales de un hábitat es importante para combatir la
crisis de biodiversidad, esto solo no soluciona el problema.
Necesitamos cambios apreciables en la forma en que valoramos
nuestro planeta, ya que en este momento estamos devastando
océanos, ríos, bosques y zonas vírgenes".
El estudio
llega cuando los conservacionistas más importantes del mundo
concluyen esta semana su Congreso Mundial en Hawái y definen
las líneas para la protección de la vida silvestre,
incluidas restricciones al comercio de pangolines, el animal
más comercializado del mundo, y un llamado a los gobiernos a
detener actividades dañinas, como la petrolífera, dentro de
las zonas protegidas.
A fines de
este mes, los gobiernos deben asistir a una conferencia
mundial en Johannesburgo para discutir sobre el comercio
legal de especies en peligro, donde entre otros temas se
debatirá la actual prohibición mundial al comercio de
marfil.
Traducción
de Lucía Balducci
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