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Millones de niños mueren por falta de atención

GOOGLE NOTICIAS, 11/6/2005

Washington, 10/06/05- Todos los años 11 millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años y tres millones de ciudadanos fallecen a causa del SIDA, asegura un informe de la Organización de Naciones Unidas, (ONU).

La pobreza de una buena parte de los habitantes del planeta, el número de defunciones a causa de la malaria por falta de acceso a los tratamientos y las altas tasas de mortalidad materna e infantil en el orbe, fueron también señalados en el compendio estadístico.

Dos de los objetivos más importantes de los adoptados en la Cumbre del Milenio celebrada en 2000, los de reducir en 75 por ciento las defunciones maternas y en dos terceras partes la de los niños menores de cinco años, van por mal camino, indica el texto.

El número de mujeres que mueren en el parto es muy elevado en los países en vías de desarrollo, donde se registran 450 fallecimientos por cada 100 mil alumbramientos, mientras que en el mundo desarrollado la cifra es de 14 por 100 mil.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, (ODM) no se cumplirán si los gobiernos no reafirman sus compromisos y no se revitaliza el consenso sobre los desafíos y las prioridades fundamentales, asegura el documento.

Asimismo, la ONU destaca la necesidad de adoptar medidas urgentes para evitar la muerte de millones de infantes en las naciones más pobres del Africa Subsahariana.

Todavía hay en el mundo 115 millones de niños que no acuden a la escuela, de los cuales 45 millones viven en el continente negro.

Otra de las metas que se pretendía reducir para el 2015 es la expansión del SIDA, algo que por el momento parece improbable si se toma en cuenta que la epidemia lejos de disminuir, aumenta.

El documento expone que la mortal enfermedad afecta a más de 40 millones de personas y su presencia junto a la tuberculosis y el paludismo es alta.

La pandemia cobra la vida de unas 14.000 personas diariamente, y ha dejado de ser una dolencia confinada a unos pocos países para convertirse en un mal extendido a todos los continentes.

Esta patología representa una amenaza sin precedentes al desarrollo y la seguridad humanos, socava la estabilidad económica y social y hace estragos en los sistemas de salud y bienestar social.

A falta de una cura, sólo la movilización masiva de todos los sectores de la sociedad podrá hacer retrocederla. Para ello se necesitan amplios programas de prevención, educación, tratamiento y mitigación de las consecuencias.

El compromiso personal de los Jefes de Estado y de Gobierno es también indispensable, recalca el texto