Centros de menores y de acogida familiar denuncian "recortes insoportables"

Los pagos son intermitentes y hay familias acogedoras que han acumulado 7.000 euros de deuda.

Cristina Fernández MÁLAGA | Actualizado 16.11.2015



Gerardo Durán, la trabajadora social Macabea Cucarella y Juan José Casado, secretario de Infania, en la habitación de un menor tutelado

Los meses de agosto y septiembre los cobraron en octubre y eso, para los centros de menores que son los hogares de niños tutelados por la Junta de Andalucía supone un problema de liquidez que merma la calidad de su día a día. Los responsables de estas entidades afirman que los pagos están siendo intermitentes, que hay centros que cobran un mes y otros lo hacen al siguiente, y que esto también afecta a las familias que tienen un acogimiento remunerado. Algunas han llegado a acumular hasta 7.000 euros de deuda. Pero este es casi el menor de sus problemas. Aseguran que ya no pueden soportar más recortes, que el precio por plaza y día ha caído casi un 18% en tres años en los centros, que la aportación a algunas ICIF (Instituciones Colaboradoras de Integración Familiar) ha bajado un 30% y que las plantillas están tan reducidas que la atención ha pasado a ser puramente asistencial.

"La ley incide en que se favorezca el acogimiento familiar y se reduzcan los centros de menores al mínimo, eso es lo ideal, y se están ampliando las familias de acogida pero no los recursos para hacer el seguimiento de los menores, el apoyo psicológico y social y la ayuda que necesitan los acogedores", afirma Gerardo Durán, presidente de la Coordinadora de Entidades de Protección de la Infancia y la Juventud de Málaga y director del centro de menores de Prodiversa. "Se supone que se adelgaza el presupuesto destinado a los centros para tornarse a las familias, sin embargo, eso no es lo que vemos", agrega Durán. De hecho, según explica Juan José Casado, secretario de la asociación Infania y vicepresidente de la coordinadora, "el presupuesto para nuestra asociación se redujo un 20% en 2010 y un 10% en 2012, esto a pesar del aumento del acogimiento". Esto dificulta, según manifiestan desde Infania, el apoyo técnico para una acogida difícil o acogimientos especializados. Eso sí, la aportación a las familias no ha sufrido recortes, según señalan.

Desde 2008 se han reducido 130 plazas en los centros de menores, según pudo concoer la coordinadora. Sin embargo, las que han quedado están completas. En este recurso residencial "se quedan los menores que no son susceptibles de ir a un acogimiento, adolescentes entre 14 y 17 años, grupos de más de dos hermanos y perfiles complejos", comenta Gerardo Durán. A pesar de ello, también son menos con menor cualificación profesional los que atienden a estos niños cuya tutela legal la ostenta la Administración regional. En el centro de menores de Prodiversa, en 2008 tenían 12 educadores para 16 niños y ahora cuentan con nueve profesionales para atender a 26. "Tenemos a nueve personas para cubrir las 24 horas al día los 365 días al año, tenemos una trabajadora social y una psicóloga 30 horas a la semana para atender a los 26 menores que están pasando por la adolescencia, que algunos vienen de acogimientos fracasados o de reforma después de cumplir condena por algún delito", lamenta el director de la residencia.

Aunque tienen servicio de limpieza y ropa y la comida llega de catering, estos educadores tienen que acompañar a los mejores al médico, cuidarlos si están enfermos, asistir a tutoría en el colegio, llevarlos a sus actividades deportivas o sociales, ayudarlos en sus deberes, guiarlos en asuntos burocráticos o judiciales. "Si tuviéramos más recursos podríamos atender mejor a nuestros niños, tengo algunos que conozco desde los 3 años y estoy viendo que van a acabar mal y poco podemos hacer cuando hay otros 25 con problemas muy serios, al final esto es abocarlos a la exclusión", agrega Gerardo Durán.

Los que trabajan con menores denuncian que al final el trabajo sale adelante gracias a la voluntariedad del personal. "Pedimos un compromiso con la infancia que está en protección, el caudal de dinero que se destina a estos menores es absolutamente insuficiente", dice Juan José Casado y Durán añade que "no se pueden hacer más recortes en protección, la situación es insostenible, se está creando una máquina de marginalidad y asistencialismo, no atención".

La Coordinadora de Entidades de Protección de la Infancia y la Juventud de Málaga está realizando una serie de entrevistas con los parlamentarios andaluces de todos los grupos con el objetivo de hacer visible su situación e intentar, así, "volver la nivel de recursos disponibles en 2008", sostiene Casado. "Ya se sabe que estamos en una situación global de necesidad, pero la infancia no puede quedar tan desamparada, están en riesgo de maltrato institucional", denuncia el vicepresidente de la coordinadora. "Los niños sufren directamente estos recortes cuando no se pueden ir de vacaciones o cuando las familias no llegan a fin de mes porque no se les paga el acogimiento remunerado", incide Casado.

En torno a 1.000 niños en Málaga, 5.000 en Andalucía, están en el sistema de protección de menores y bajo la tutela de la Junta. El 95% de los menores de 7 años pasan directamente a un acogimiento familiar. Los perfiles más complejos quedan en centros de menores a los que llevan años reduciéndoles el gasto. "El sistema no está pensado para generar un cambio, no se potencia la transformación, si se quiere atender a estos niños bien se necesita un mínimo", dicen los profesionales que, aseguran, han tocado fondo.