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Público

http://www.publico.es/actualidad/centro-menores-investigado-vigo-venga.html

 

El centro de menores investigado de Vigo se venga expulsando a uno de los adolescentes que denunció

Otro chico se fuga tras saber que la Xunta toma represalias contra sus hermanos y su padre reduciéndoles los tiempos de visita por acusar a las monjas de humillarlos y vejarlos

 

26.11.2016 

Resolución de la Xunta.

Resolución de la Xunta sobre los menores. Pulsa en la esquina superior derecha para ver la imagen completa. 

JUAN OLIVER
 

VIGO.- El Hogar San José de Vigo, investigado por la Fiscalía de Menores por las numerosas denuncias de malos tratos contra sus usuarios por parte de sus gestores y de su personal, expulsó el pasado martes a uno de los adolescentes que aparecen en el vídeo grabado por un psicólogo forense, del que Público se hizo eco en exclusiva hace un mes y que dio pie al citado expediente. Según contó el propio menor a este diario, la dirección del centro le informó de que el motivo de la expulsión era precisamente el aparecer en la grabación junto a otros niños, contando cómo las monjas y los educadores los golpeaban, insultaban, humillaban y vejaban de manera continuada y desde hace años. La expulsión se produjo justo al día siguiente de que el vídeo protagonizara la tertulia de un conocido programa matinal de una cadena nacional de televisión.

La Xunta de Galicia, encargada de la tutela del menor a través de su Consellería de Política Social, que dirige José Manuel Rey Varela (PP), asegura que la medida se debe a que está estudiando “la procedencia de un cambio de recurso más acorde a las necesidades actuales” del chico, “con el fin de garantizar su bienestar y favorecer su desarrollo integral”. “En tanto en cuanto no se adopte esa decisión, el menor seguirá recibiendo el recurso de Centro de Día como ha venido haciendo hasta la fecha”, añade.

“Le dije lo que me dijeron a mí las monjas: que me echaban por aparecer en el vídeo contando lo que nos hacen”

Lo cierto es que el adolescente, que tiene 16 años, no ha regresado desde entonces al centro. “Me dijeron que estaba expulsado”, insiste. Fue citado por la Consellería un día después, el miércoles de la semana pasada. Acudió acompañado de su hermano menor y del psicólogo forense que peritó a los niños. Según la versión del chico, el técnico que los atendió criticó la presencia del psicólogo, se negó a que estuviera presente en la reunión y se limitó a preguntarle por las razones por las que lo habían expulsado. “Le dije lo que me dijeron a mí las monjas: que me echaban por aparecer en el vídeo contando lo que nos hacen”.

La Consellería de Política Social no ha podido explicar la incongruencia de las fechas –el martes se procede a la expulsión del menor, el miércoles se le cita y posteriormente se atribuye al Equipo Técnico de Menores el estudio de la decisión ya tomada-. Lo cierto es que otros compañeros del muchacho aseguran que éste no ha regresado y que está “hundido moralmente”. Ingresó en el Hogar San José hace más de diez años ante la falta de recursos de sus progenitores para mantenerlo, alimentarlo y educarlo. Públicono ha podido localizarlo desde hace tres días.

"Venganza"

La anterior no es la única medida adoptada por el departamento de Rey Varela tras la difusión del vídeo en el que los críos afirman haber sufrido golpes, insinuaciones sexuales vejatorias y castigos ilegales como atarlos a una silla y amordazarlos con un trapo sucio. Ante esas denuncias, y lejos de tomar medidas contra los gestores y el personal del centro, la jefa Territorial del Servicio de Familia e Infancia de la Consellería de Rey Varela acordó el pasado jueves reducir de cuatro a una las horas de estancia con sus hijos del hombre que empezó a denunciar los malos tratos que sus hijos le contaban.

La decisión, que el progenitor califica de “venganza”, se adoptó sólo un día después de que otra psicóloga citara a uno de sus hijos, de 16 años de edad y quien también aparece en la mencionada grabación corroborando los malos tratos que sufren él y sus compañeros. En la conversación que mantiene con la psicóloga, el menor manifiesta su deseo de estar con su padre y de pasar las fiestas navideñas con él. Pero durante el diálogo, ella lo reprende, le habla mal de su progenitor y le advierte de que no podrá pasar esas festividades con él, en tono intimidatorio y en ocasiones amenazante.

La psicóloga citó sólo a uno de los cinco hermanos hijos del padre denunciante, que también permanecen internos en el Hogar San José. Pero la decisión de recortar en un 75% los horarios de visita afecta a todos ellos, y se fundamenta, sin más explicación, en que, a su juicio, el padre, separado, “está instrumentalizando a sus hijos, en su propio interés, y exponiéndolos a situaciones de difícil manejo personal”, generándoles “un importante conflicto de lealtades”. La psicóloga se refiere a la madre de los niños, que fue condenada a prisión por golpear, precisamente, al niño al que la especialista acaba de entrevistar.

Según manifestó a Público ese chico el mismo miércoles, cuando regresó al Hogar tras la entrevista, una de las monjas del centro le dijo, literalmente, que tenía preparado “un regalito” para él y sus hermanos y hermanas, que tienen 15, 14, 10 y 9 años de edad. El obsequio consiste en que en vez de poder volver a casa de su padre para estar con él los sábados durante cuatro horas por la tarde, sólo podrán mantener con él un vis a vis de una hora los domingos por la mañana en un punto de encuentro de la Consellería. Resulta difícilmente inexplicable que el menor fuera informado de su nueva situación antes incluso de que la jefa Territorial de Política Social firmara la resolución, y de que la Policía Autonómica se la entregase en mano a su padre en el restaurante del que es propietario.

El adolescente que se entrevistó con la psicóloga de la Xunta se escapó. A pesar de sus ruegos para que no lo hiciera, su padre lo devolvió allí este sábado

El chico se escapó del Hogar ayer por la tarde. Tal y como explicó a este diario, no soporta ni comprende la situación. “No entiendo cómo nos hacen esto, ¿por qué no puedo estar con mi padre?”, se pregunta. Su progenitor, que ya ha superado las circunstancias económicas que le llevaron a solicitar la ayuda de la Xunta, ha reclamado en varias ocasiones que le devuelvan la custodia de sus hijos, pero la Fiscalía de Menores, basándose en los informes de Política Social, le ha denegado reiteradamente esa posibilidad. La última, curiosamente, la semana pasada.

El adolescente que se entrevistó el miércoles con la psicóloga de la Xunta se escapó ayer del centro. A pesar de sus ruegos para que no lo hiciera, su padre lo devolvió allí este mismo mediodía. Este redactor ha podido constatar que el personal del Hogar San José ni siquiera bajó a recogerlo al portal.

Cuando Público sacó a la luz las denuncias de malos tratos, la Consellería de Rey Varela aseguró que había abierto una investigación. De eso hace exactamente un mes, pero la Xunta aún no ha informado de conclusión alguna. Además, el Grupo Parlamentario de En Marea en el Parlamento Gallego presentó una interpelación que todavía no ha sido contestada. En ella se incluye la petición de explicaciones por la proliferación de conciertos con centros privados, a donde la Xunta deriva a muchos menores en situación de desamparo o en riesgo de exclusión social que quedan bajo su tutela, y a los que abona entre 1.500 y 3.000 euros mensuales por cada niño o niña acogidos.

La Fiscalía de Menores también ha abierto una investigación, que incluyó la declaración testifical de una técnico que días antes había asegurado a este diario haber sido testigo hace diez años de los mismos malos tratos que denuncian ahora los menores y sus padres. También declaró ante el fiscal un joven que estuvo en el Hogar San José hace veinte años, y que acudió a la Fiscalía tras contar en Público que él y sus hermanos padecieron idéntico trato vejatorio y violento cuando eran niños. Pese a todo, el centro sigue abierto, los menores huyen de él y no parece que los actuaciones administrativas y judiciales en marcha les estén proporcionando la sensación de protección y amparo que precisan. Todo lo contrario.