Público
http://www.publico.es/sociedad/disputas-partidistas-y-burocracia-devolvieron.html
La incompetencia de la Comunidad de Madrid devolvió a la calle a los menores
tutelados desaparecidos
Tras meses
viviendo en un parque, una asociación los llevó a uno de sus pisos tutelados.
Allí estuvieron casi un mes, pero esta fórmula de acogida estaba fuera de la
normativa, así que la ONG tuvo que devolverlos a los centros de menores de los
que ya se habían fugado
04.01.2017
Un grupo de menores extranjeros no acompañados en
el parque Isabel Clara Eugenia de Hortaleza, donde han estado viviendo
durante meses tras fugarse de los centros de acogida.- PEDRO ARMESTRE / SAVE
THE CHILDREN
MADRID.- Problemas
burocráticos derivados de una mala decisión devolvieron a las calles a los cinco
menores marroquíes desaparecidos que
estaban bajo tutela de la Comunidad de Madrid. Se trata de niños de entre
11 y 14 años que vivían en la calle, en un parque del barrio de Hortaleza
cercano a los centros de acogida de la Comunidad de los que se escapan
continuamente por diferentes razones, entre ellas, denuncias de malos
tratos y vejaciones por parte del
personal.
Voluntarios
de la Fundación
Raíces, una organización que trabaja y está en contacto directo con
estos niños, los vio por última vez el 29 de diciembre y, tras días sin
volver a aparecer por el parque, dieron la voz de alarma junto a Save
The Children. La consejería de Políticas Sociales y Familia de la
Comunidad de Madrid ha confirmado la desaparición y ha informado de que la
Guardia Civil vio
a varios de ellos por última vez en Ávila la
noche del 29 al 30 de diciembre, pero que tras llevarlos a un centro de
menores local, volvieron a escaparse. Según ha poido saber Público, ningún
cuerpo de seguridad del Estado tiene orden expresa de buscarlos.
Cuando se
cumple una semana desde que personal de las ONGs los vieran en el parque de
Hortaleza, sigue sin conocerse su paradero. Fuentes de la consejería y las
ONGs barajan la posibilidad de que hayan emprendido un viaje hacia el norte
de Europa, a países como Francia o Alemania, pero nada puede afirmase sobre
ellos. Están perdidos geográficamente, aunque antes lo estuvieron
burocráticamente.
La estancia en Rivas
Varios de
los menores desaparecidos fueron trasladados a la localidad de Rivas a
finales de noviembre. Acabaron en un piso tutelado que gestiona la Asociación
Mundo Justo, una entidad que proporciona ayuda y cobijo a adictos en
proceso de desintoxicación, a migrantes y a varios colectivos sociales en
riego de exclusión desde 1999. Pero la decisión de llevarlos allí no fue
nada ortodoxa, aunque sí estaba resultado efectiva, afirman varias fuentes.
Según ha
explicado a Público Javier
García Ugarte, director de Mundo Justo, él mismo recogió el 24 de noviembre
con la furgoneta de su asociación a nueve de estos niños (dos de ellos de 18
años) en el Parque Isabel Clara
Eugenia. Allí llevaban varios
meses malviviendo entre colchones y cartones, vagabundeando, a veces
delinquiendo e inhalando disolvente para sobrellevar las bajas temperaturas,
el hambre y la persecución de la Policía. "Fue una iniciativa personal deAlberto [San
Juan Llorente, Director General de la Familia y el Menor de la Comunidad
de Madrid]. Me trasladó su preocupación por estos niños que no quieren estar
en los centros y le comenté que tenía disponible un piso en Rivas. Le
pareció bien para evitar que siguieran en la calle y en peligro", asegura
García.
La decisión
San Juan se tomó a la ligera, "con buena intención", asegura García, pero
llegaba después de que la situación de estos niños y los problemas derivados
de ella aparecieran en varios medios de comunicación y causaran cierto
malestar en el vecindario, un
barrio humilde de Madrid.
La
situación de estos menores tutelados fue denunciada en
noviembre por la Fundación Raíces y Save the Children. Según explican, los
niños se niegan a permanecer en los centros de primera acogida porque "el
sistema no los protege, los discrimina y no les proporciona los cuidados que
debería". De hecho, hay en curso querellas
por agresionescontra varios trabajadores de los centros Isabel
Clara Eugenia y Hortaleza. Algunos
de estos menores relataron que, en los centros de protección, se ven
sometidos como castigo a condiciones de aislamiento, insultos y agresiones.
Imagen de un menor
extranjero no acompañado, mostrada durante el pleno de la Asamblea de
Madrid por la diputada Isabel Serra para denunciar malos tratos en un
centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid en Hortaleza.-
PODEMOS
Pero la Comunidad de Madrid y sus servicios de protección "en lugar de ir a
buscarlos, ponen trabas para tratar de volver a integrarles en el sistema",
afirmaban las dos organizaciones denunciantes. Niños en un país que no es el
suyo, sin apenas hablar el idioma, sin rutina, sin tutores, sin plan de
inserción más allá que la mano dura de los vigilantes de los centros y de la
Policía, sin dinero y sin expectativas, colocados con pegamento y al abrigo
de cartones. Los problemas en el barrio no tardaron en llegar. "No es un
asunto de seguridad o de convivencia, son niños de apenas 13 años que
requieren protección de manera urgente", asegura Lourdes
Reyzábal, presidenta de la Fundación Raíces, que critica la dejadez del
gobierno nacional de Cifuentes con ellos.
"Se quisieron venir sin ningún problema. Ni se lo pensaron. Allí estaban
felices", afirma García
García, de Mundo Justo, acomodó a nueve niños en un piso tutelado de 190
metros cuadrados, seis habitaciones y dos salones. Seis voluntarios de esa
asociación estaban con ellos las 24 horas del día y, según asegura este
voluntario, el cambio de actitud de los chavales fue evidente. "Se quisieron
venir sin ningún problema. Ni se lo pensaron. Allí estaban felices, bien
alimentados, cuidados y vigilados por los voluntarios de nuestra
asociación", explica. Le secunda Reyzábal, de la Fundación Raíces, cuyo
personal voluntario pasó por el piso a visitarlos y conocer de primera mano
su situación en varias ocasiones. "Se les veía felices, iban a empezar a ir
al colegio y habían dejado de inhalar disolvente, no habían vuelto al parque
y habían dejado de delinquir", relata a Público.
El problema que
la Comunidad no había podido, querido o sabido resolver lo estaba atajando,
como ocurre muchas veces, una organización sin ánimo de lucro y sin apenas
recursos. De hecho, Mundo Justo está en graves problemas económicos, sobre
todo después de los recortes sociales que empezaron en 2010, lamenta García.
"Antes éramos trabajadores de la asociación. Ahora sólo somos voluntarios",
remarca.
El
cambio de actitud no le sorprendió. "Son niños de los mismos barrios de
Marruecos que llegan
aquí debajo de un camión o colándose en un barco. Les meten en un centro
de menores con mucha gente de otros países y lo que quieren es estar con
gente de su tierra, que habla su idioma y sentirse seguros", argumenta el
voluntario.
Presiones del Ayuntamiento de Rivas
Pero esa situación no duró ni un mes. El ayuntamiento de Rivas, gobernado
por Izquierda Unida, denunció la situación y amenazó a la Consejería de
Políticas Sociales y Familia con ir a los tribunales. Según el comunicado
que hizo público el consistorio ripense, titulado "Menores
tutelados: la Comunidad incumple", la Consejería de Cifuentes trasladó
al piso de Mundo Justo "a siete menores sin que en ningún momento la
Consejería de Políticas Sociales y Familia informara ni a los Servicios
Sociales ni a la Policía Local de Rivas".
El
consistorio envió al piso a personal local del servicio de atención a
menores y familia para "supervisar las condiciones en las que se encuentran
los menores". Concluyeron que "el
centro no pertenece a la red regional de protección del menor y
que, por tanto, no se trata del recurso adecuado para atender a estos
chicos". "Si comprobamos que no se ha respetado el protocolo que se exige en
estas situaciones nos planteamos emprender acciones legales contra la
Consejería de Políticas Sociales y Familia por vulnerar los derechos de
estos chicos", añadía en la nota Pedro
del Cura, alcalde de Rivas. El Ayuntamiento, preguntado por Público, alega
que no es una "decisión de perfil político, sino técnico". Algo que no
comparten ni Reyzábal ni García y que los niños que allí vivían nunca
comprenderán.
Fuentes de la Comunidad de Madrid confirman que, en efecto, no se cumplía el
protocolo y que el piso de Rivas estaba fuera la red de tutela de menores.
Así se lo trasladó también al gobierno de Cifuentes la Fiscalía de Menores
madrileña. Los niños debían volver al centro de primera acogida que les
correspondía.
Reuniones sin resultado
Todas la fuentes aseguran que hubo varias reuniones entre la Consejería de
Políticas Sociales y Familia, el Ayuntamiento de Madrid y la Asociación
Mundo Justo para evitar que los menores volvieran a la calle. "Estaban muy
mal ahí, súper colocados con pegamento, congelados y pasando hambre. Pero
preferían eso que ir al centro de menores", asegura la presidenta de Raíces,
que critica que las
administraciones "se pasaron la pelota de unas a otras" y
que a ninguna administración le preocupaban realmente los niños, sino evitar
titulares incómodos.
Menores durmiendo en el Parque
Clara Eugenia de Madrid. Fundación Raíces
Lo mismo opina Javier García, de Mundo Justo. "Cuando nos comunicaron que
los críos tenían que irse se nos rompió el alma. A los voluntarios y a los
niños. No obligaron a devolverlos a los centros y allí los llevé, pero no se
quedaron en ellos", explica. "Nos dijeron que el piso no era adecuado, que
se necesitaban ocho personas contratadas por Mundo Justo para atenderlos y
que no teníamos proyecto educativo para ellos. Les dije que haría el
proyecto educativo y que me dieran recursos para adaptar el piso al
protocolo, porque nosotros somos voluntarios, pero no nos los dieron",
prosigue. En su lugar, el Ayuntamiento de Madrid aseguró que enviaría
educadores de calle al parque para convencer a los menores de regresar a los
centros. Al perecer, no funcionó.
"No entendemos por qué no podían quedarse en el piso de Rivas, vigilados y
cuidados mientras que la Comunidad de Madrid está dejando a menores
tutelados en habitaciones de hostal del centro de la ciudad y les da vales
para que coman en kebabs, sin vigilancia ni tutores ni orientadores de
ningún tipo", critica Reyzábal.
"Yo los acogí voluntariamente, como una labor humanitaria necesaria y porque
soy vecino de Hortaleza, conozco esta problemática y tenía los recursos para
hacerlo", explica el presidente de Mundo Justo. "Las razones por las que los
niños están desaparecidos son políticas, porque conmigo estaban bien",
lamenta.
Mientras tanto, nadie sabe nada de su paradero. Pero desde la Consejería de
Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid recuerda que en la
región "hay más de 130 MENAS" (Menores Extranjeros no Acompañados), que no
todos se escapan de los centros, que "el sistema funciona aunque estos niños
en concreto no lo hayan aceptado", que "es un tema muy complicado".
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