Un juez
investiga un fraude millonario en centros de menores desamparados
Nueve altos cargos del Cabildo de
Gran Canaria, citados a declarar como imputados
José Antonio Hernández Madrid
19 MAY 2015
Dos exconsejeros,
dos exdirectores generales y el actual interventor general del
Cabildo de Gran Canaria tendrán que declarar como imputados los
días 25 y 27 de mayo por un presunto fraude en las subvenciones y
ayudas públicas a centros de menores desamparados de la isla. La
Audiencia de Gran Canaria ha dado orden al juzgado de instrucción 5
para que cite a todos ellos e investigue la denuncia presentada por el
exjefe de administración de Asuntos Sociales del Cabildo, Rafael
Ramírez, quien ha destapado un fraude que, solo en el año 2010, se
elevó presuntamente a dos millones de euros. Este dinero, siempre
según la denuncia de Ramírez, es el “dispendio” originado por el
exceso de plazas para menores pagadas por el Cabildo a centros
privados de Gran Canaria pese a no estar ocupadas. El supuesto fraude
consiste en lo siguiente:
la Consejería de Política Social habilitó durante años en torno a
550 plazas para menores desamparados en centros públicos y privados. Y
pagó por cada una de ellas entre 60 y 80 euros cada día, a pesar de
que unas 100 de ellas estaban desocupadas. Eso en lo que respecta solo
al cabildo de Gran Canaria. “En las otras islas ha podido ocurrir
exactamente lo mismo”, señala Ramírez a EL PAÍS. “El dinero salía del
Cabildo como si las 550 plazas estuviesen cubiertas”, añade.
El denunciante no
tiene constancia de lo sucedido con ese dinero excedente. Es lo que
tendrá que investigar ahora la juez Ana Isabel de Vega por orden de la
Audiencia Provincial, que ha reabierto este caso en dos ocasiones,
esta vez con la orden expresa de investigarlo, tras decretar el juez
su archivo. Para el día 25, la juez De Vega ha citado como imputados a
Pedro Quevedo Iturbe, exconsejero de Política Social y
Sociosanitaria del partido Nueva Canarias (entre 2007 y 2011), de
tinte nacionalista, y que ahora es el cabeza de lista de esta
formación al Ayuntamiento de Las Palmas. Era el consejero en la época
en que se produjo el fraude y que, supuestamente, hizo caso omiso a
los diferentes informes que le remitió Ramírez denunciando graves
irregularidades y pago de plazas inexistentes. También ha sido citada
por los mismos hechos la exconsejera de Recursos Humanos del Cabildo
Teresa Mayoral Fernández, los exdirectores generales Antonio Gil Díaz
y Francisco Hurtado Rodríguez, así como el actual interventor general
del Cabildo, Juan José Sánchez Arencibia y altos funcionarios de esta
Administración.
La investigación es por delitos
de tráfico de influencias, fraude, prevaricación y acoso laboral.
Ramírez fue apartado de su puesto por su insistencia en denunciar el
desvío de dinero. La Consejería de Política Social es la que gestiona
el acogimiento residencial para la atención integral a menores. Tiene
algunos centros de titularidad privada y otros, la mayoría, privados,
en manos de ONG, a las que paga las plazas ocupadas por menores. Solo
en 2010, el Cabildo presupuestó algo más de 18 millones de euros para
la atención de estos menores en los diferentes centros.
"El ex jefe de Administración que denunció el caso fue
apartado de su cargo"
Rafael Ramírez presentó su
denuncia en 2010. El supuesto fraude se produjo cuando el Cabildo
estaba gobernado en coalición por los nacionalistas de
Nueva Canarias y el PSOE. Sin embargo, Ramírez fue apartado de su
puesto meses después de llegar el PP al poder en las islas. "El PP
llegó al poder en 2011 y, lejos de investigar los hechos, lo que hizo
fue apartarme a mediados de 2012 de mi puesto como jefe de
administración", detalla Ramírez. Ramírez se refiere a la exconsejera
de Política Social Rosa Rodríguez, mano derecha del actual ministro de
Industria José Manuel Soria. En la actualidad, Rodríguez trabaja para
Enagas, y el puesto de consejero lo ocupa José Miguel Álamo. El actual
consejero, también del PP, asegura que él es ajeno a los hechos que
consta en la denuncia, dado que accedió a la consejería hace unos dos
años.
Álamo reconoce que efectivamente
en la época en que se produjo la denuncia hubo cierto “descontrol”
sobre las plazas necesarias para atender a los menores desamparados,
si bien recuerda que por entonces la llegada de menores inmigrantes a
la Isla era muy fuerte y fluctuante. Alamo recuerda que estas
avalanchas se produjeron en 2005 y 2006. Además, precisa que desde que
él está al frente de la Consejería se ha incrementado el control y se
abonan las plazas solo si están ocupadas. Añade que la decisión de
apartar a Ramírez la adoptó su antecesora y que no fue por la denuncia
de fraude, sino por cuestiones “organizativas”. “Parece que fue
cambiado de puesto porque [Ramírez] es una persona con carácter y se
puso un poco rebelde con Rosa”, añade.
Álamo no tiene
conocimiento de que se investigase a fondo el fraude denunciado, del
que Ramírez informó a sus superiores a través de numerosos informes.
Matiza que la exconsejera Rodríguez no se mantuvo impasible ante la
denuncia y que encargó un informe. Este informe, según Ramírez,
finalizó en noviembre de 2012. Y los resultados vinieron a avalar su
denuncia e incluso pusieron de manifiesto "la situación ruinosa" en
que estaban algunos de los centros, según denunció también la Fiscalía
de Menores. Ramírez asegura que los dos millones de fraude de 2010 son
extrapolables a más años. Y subraya que por fin ahora, tras sus
denuncias, la cifra de plazas que se pagan ha bajado de las 550 de
entonces a unas 350.
investigación@elpais.es