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El mapa de las niñas y niños de Madrid comienza a
andar
Nace Los Madriles Infancia, una iniciativa colectiva
que visibiliza proyectos por toda la ciudad donde los más pequeños son los
ejes centrales como parte activa y crítica
El proyecto presenta en papel un mapa con zonas de
juego libre, de crianza compartida, de actividades culturales, ecologistas o
feministas que irá creciendo en formato digital a medida que se vaya
incorporando más actividades
Patricia Rafael
29/06/2018

Un fragmento del mapa en papel de Los Madriles
Infancia. / Intermediae
“Existe una infinidad de espacios en Madrid que
resuelven los retos de una ciudad contemporánea desde la óptica de los más
pequeños, involucrándoles de forma activa y crítica. Sin embargo toda esta
realidad se encuentra invisibilizada y es de difícil acceso.” Esta es la
premisa de la que parte Los Madriles Infancia, un mapa colectivo que acaba
de nacer y que tiene precisamente como objetivo señalar y situar en la
ciudad todas esas iniciativas y proyectos que colocan a las niñas y niños
como sujetos activos del espacio urbano.
“Empezaron a llegarnos proyectos sobre la infancia y
ciudad y comenzamos a plantearnos que era un tema que estaba vivo y que
había una necesidad de ver y visibilizar qué tipo de propuestas en torno a
los más pequeños hay en el entorno urbano”, explica Zoe Mediero,
coordinadora de Intermediae, uno de los programas públicos culturales de
Matadero, impulsor del proyecto junto a la Federación Regional de
Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y otros colectivos. “Planteamos
entonces la posibilidad de mapear todas esas iniciativas ya en marcha pero
no en clave de denuncia sino propositiva, como forma de mostrar modelos que
luego puedan servir de inspiración para otros nuevos”, señala Mediero.
La metodología de trabajo estaba ya construida con Los
Madriles, Atlas de Iniciativas Vecinales, el proyecto nacido en 2015 con
los mismos impulsores para señalar en los mapas todos esos proyectos
vecinales y sociales que ayudan a construir y vivir una ciudad “más
habitable”, y que desde entonces no ha dejado de crecer en formato digital.
“Es una línea de trabajo en la que queríamos seguir avanzando”, afirma la
coordinadora.
Grupo de trabajo con expertas
Se estableció un grupo de trabajo con geógrafas,
maestras, pedagogos, expertas en infancia y crianza y personas vinculadas a
instituciones públicas, vecinales o colegios para comenzar a diagnosticar y
sentar los pilares de lo que se quería mapear. Durante cuatro meses, con
talleres y encuentros con colectivos e iniciativas, quedaron establecidas
las categorías que marcan la hoja de ruta del mapa: juego libre,
intervenciones urbanas a escala infantil, creatividad y cultura, redes de
cuidado y crianza compartida, microfenismos, desidencias normativas y
diversidad, educación, movilidad, accesibilidad y autonomía, infancia con
voz y ciudad sana y ecológica.
“En las ciudades hemos pasado de una crianza
colectiva a un aislamiento y una educación que se basa en los recursos que
tiene cada familia, donde incluso los espacios de juego vienen muy marcados
y determinados, donde los niños hacen cola para subirse a un balancín en el
que se divierten ellos solos mientras el resto mira”, reflexiona Marta
Román, geógrafa y una de las expertas que ha acompañado el proyecto. “El
trabajo ha girado en torno a cómo rescatar todas esas iniciativas que van en
esa otra línea, en dar voz y libertad a la infancia y mostrar lo diferente
qué es hacer una montaña de arena en un espacio de juego libre que no viene
marcado”, detalla.
Uno de los talleres realizados a lo largo de este
año para crear el mapa. / Intermediae
Así, el mapa recoge desde espacios que los vecinos
han ido arrebatándole a la ciudad, como un solar en la calle Almendro que se
ha convertido en un lugar donde los más pequeños crean sus propios juegos a
iniciativas culturales como la biblioteca autogestionada de los vecinos de
San Fermín, en el distrito de Usera, que ante la falta de esta dotación
pública impulsaron una propia. También hay iniciativas que, aunque más
minoritarias, por su relevancia, están en el mapa, como las asociaciones de
madres y padres de niños y niñas transexuales. Otras, que si bien parten de
las administraciones, tienen también un espacio por la importancia del
trabajo que realizan, como son las bibliotecas municipales o el programa de
educación sexual a jóvenes que realiza Madrid Salud.
Hay proyectos de asociaciones culturales, vecinales,
sociales y cada uno de ellos plantea una solución concreta: ya sea favorecer
el aprendizaje en padres, madres, cuidadores y profesionales; garantizar el
juego, un derecho que también es una “necesidad” de los niños; “tejer redes”
como forma de eliminar la crianza en soledad; favorecer la conciliación de
mujeres y mujeres o la mezcla de generaciones, donde los mayores aprendan de
los pequeños y viceversa.
El sábado se presenta en Matadero el mapa físico, que
tendrá su continuación en la plataforma digital para ir incorporando nuevos
proyectos, con
una jornada de actividades con los más pequeños como protagonistas. El
programa Cero en Conducta de la radio
municipal M-21 plantea talleres de retransmisión radiofónica en los que los
niños son los creadores o la creación de un escultura gigante de la mano de
la artista polaca Iza Rutkowska.
Como ya ocurre con Los Madriles, Atlas de Iniciativas
Vecinales, la edición Infancia no se quedará solo en papel sino que tendrá
su continuación en
la plataforma digital que ya alberga el primer mapa a través de CIVICS.
Esta herramienta permite incorporar nuevas iniciativas para que el mapa vaya
creciendo y desde el equipo impulsor se valida que todas ellas cumplan los
criterios con los que nace el proyecto. “Esto es lo bonito de esta
iniciativa, que es un mapa que nunca se termina”, subraya Marta Román.
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