Jueves 06 de marzo del 2014 | 00:09
El niño ciudadano, por Francisco Miró Quesada Rada
La conciencia ciudadana y política
de los menos de edad
FRANCISCO
MIRÓ QUESADA RADA
A
fines de los años 60 el reconocido politólogo canadiense David
Easton, quien aplicó por primera vez la teoría de los sistemas al
análisis político y los combinó con el estructural funcionalismo,
hizo un estudio sobre la socialización política de los niños. En
síntesis, el trabajo de Easton fue aplicado a los niños
norteamericanos con resultados interesantes. Por ejemplo, entre
los 10 y 15 años empiezan a comprender las funciones políticas
centrales del Gobierno, Parlamento y Poder Judicial. Pueden
también entender la dinámica de los procesos políticos como las
elecciones, algunos hechos del acontecer político cotidiano y las
corrientes políticas que hay en su entorno. En este período se
desarrollan y se reafirman las lealtades respecto de algún partido
político y de las tendencias políticas.
Posteriormente, los franceses Charles Roig y Annick Percheron,
llegaron a la conclusión de que el trabajo de Easton era útil para
explicar la socialización política del niño norteamericano, pero
inadecuado para entender este proceso entre los niños franceses.
Sin embargo, cuando se compararon los trabajos se pudieron
encontrar rasgos comunes y valores dominantes en ambas
sociedades.
Teniendo en cuenta que la realidad del niño y adolescente peruano
es distinta a la norteamericana y francesa, el profesor de la
Universidad de Lima Jorge Valencia Corominas, experto en derechos
del niño, a través de una serie de encuestas que forman parte de
un trabajo de próxima publicación pero al que tuve acceso, llega a
una serie de conclusiones interesantes. La obra habla sobre el
racismo en la escuela, explica con claridad este fenómeno
internacional conocido como ‘bullying’ y lo define “como el acoso
en las instituciones educativas”, que también puede producirse
fuera de estas a través del ‘ciberbullying’. Valencia dice que el
Estado Peruano ha tomado cartas en el asunto por medio de la Ley
29714 porque promueve la convivencia sin violencia en los
colegios.
Otro tema que aborda son las opiniones de los niños y
adolescentes. La gran mayoría de los niños peruanos sabe que
tienen derecho a opinar. El autor mencionado hace un análisis
comparativo de las constituciones de América del Sur que norman el
derecho de los infantes, y en lo que atañe a nuestra Constitución,
precisa a modo de predicción: “La tendencia en nuestra legislación
apuntará a la reducción de la edad para la elección de las
autoridades políticas”. Algunos países de Occidente tienen
disposiciones normativas en esta dirección como sucede en Suecia,
Suiza, Nicaragua y la Argentina.
Como sabemos, la mayoría de edad en el Perú para ejercer nuestros
derechos ciudadanos se alcanza a los 18 años, pero cabe
preguntarse si en nuestro medio las condiciones están dadas para
reducir la edad. Formalmente la ciudadanía se adquiere a esta
edad, pero precisamente por esta razón, ¿los menores no son
ciudadanos? O en todo caso, ¿son ciudadanos limitados? Sobre este
tema escribió el politólogo norteamericano Robert Dahl, quien en
su libro “Democracia” discute la situación de los niños en la
polis (en la política) y sostiene que son unos discriminados
ciudadanos de segunda.
Más allá de este problema que debe ser debatido, Valencia logra
demostrar que los niños peruanos, en un alto porcentaje, saben que
tienen derechos, que existen opciones para participar y opinar
tanto en la escuela como en la comunidad y valoran el sufragio
como práctica democrática.
Los niños viven en un sistema, pero una cosa es estar en el
sistema y otra es sentirse parte del sistema. Si están en el
sistema pero no actúan en él, dentro de los posibles espacios
existentes, entonces son excluidos.
El estudio de Valencia nos abre un nuevo
horizonte, y a pesar de que demuestra un avance en cuanto al
ejercicio del derecho de los niños y adolescentes en el Perú,
falta todavía un vehículo pedagógico e institucional que
contribuya con la formación del niño ciudadano