El robo de bebés fue una acción impulsada desde el
aparato de Estado del franquismo y la Iglesia católica.
Hoy, laboratorios en manos del Opus Dei manipulan
perfiles genéticos para evitar la identificación de los
bebés robados durante la dictadura de Franco. El robo de
bebés es una de las tantas aberraciones que se
realizaron con todas las bendiciones legales y de la
propia iglesia católica. El régimen franquista aprobó la
ley del 4 de diciembre de 1941 sobre inscripción de
niños repatriados y abandonados (BOE n. 350 de
16/12/1941, pág. 9819 9820).
En un acto celebrado en la Plaza
de los Comunes situado en el madrileño barrio de
Embajadores corazón del Madrid más castizo el pasado
viernes 17 de junio, la periodista y autora del libro
"Niños robados, de la represión franquista al negocio",
María José Esteso subrayó que "Esta es un crimen que
forma parte de la memoria histórica". Un crimen ideado
desde la dictadura y que la iglesia ha gozado y sigue
gozando de impunidad.
"Muchos médicos no han sido
juzgados por estos hechos. Los laboratorios están en
manos del Opus Dei y custodian la prueba clave. La
responsabilidad del Estado español es tremenda porque no
ha hecho sus deberes. No existe justicia en este tema".
Para Esteso periodista de larga
trayectoria en diversos medios, miembro del Colectivo
Editorial del periódico Diagonal y que actualmente
coordina la revista de Ecologistas en Acción es
imprescindible "crear una Fiscalía específica sobre el
robo de bebés, abrir los archivos públicos y de la
iglesia católica y que las pruebas de ADN se hagan en
instituciones públicas".
EL CURA COBRABA POR AVALAR EL
PROCESO
Para José Luis Gordillo autor del
libro "Los hombres del saco", que también asistió al
acto "El robo de los bebés en el Estado español:
presente, pasado y futuro", la práctica aberrante del
robo de niños empieza en 1941. "Con la ley de
desapariciones infantiles se hizo legal quitar niños
primero a los considerados como rojos, después a las
madres solteras y finalmente a las familias sin recursos
o empobrecidas. En toda esta trama la figura central es
el cura que avalaba todo el proceso con dinero de por
medio". Gordillo, que es periodista y trabaja en
diversos medios de Andalucía y fue co fundador de Sur
Press, "los bebés robados durante medio siglo en España
son hoy, en su inmensa mayoría, adultos con identidad
falsa.
Siguen sin conocer a sus
verdaderos padres y hermanos, que los buscan
desesperadamente, porque desde muy diversos ámbitos se
está impidiendo el reencuentro familiar. Hoy hay
manipulación indebida de los perfiles genéticos. De
nuevo se cierne sobre las víctimas una especie de
conspiración".
Para el periodista andaluz,
"nadie busca esos niños al margen de los propios
familiares. El Defensor del Pueblo pasa del tema así
como los gobiernos regionales y la misma Casa Real se
niega a recibir a las víctimas. La justicia actúa como
tapón con el argumento de la prescripción. Algunos
arrepentidos no se atreven a testificar. Hoy se sigue
produciendo la manipulación de perfiles genéticos en los
laboratorios. A mí me ha llegado la información de que
diversos organismos públicos se han reunido para ver de
qué manera esquivan las responsabilidades en el robo de
bebés".
En el acto también intervino
Soledad Luque, representante de la Asociación "Todos los
niños robados son también mis niños". Recalcó la
impunidad que existe no sólo en el tema del robo de
bebés sino con los crímenes del franquismo. Denunció que
existe una ausencia total de voluntad política para
investigar. "Muchas mujeres han terminado en el
psiquiátrico por denunciar la desaparición de sus
hijos".
EL BEBÉ CONGELADO DE LA
CLÍNICA SAN ROMÁN
Señaló como un hito la denuncia
hecha por María Antonia Iglesias desde Interviu y la
fotografía de un bebé congelado en la clínica San Román
en 1980 y la implicación del doctor Vela. "Nadie entró a
la cárcel. Muchas denuncias han sido archivadas como la
de las cinco madres en Barcelona que denunciaron que sus
bebés habían desaparecido".
Según Luque, cuando en 2010 hubo
la explosión mediática "el PP no investigó sino que se
encargó de iniciar el archivo de los casos. Con los
actuales ayuntamientos del cambio y en la Asamblea de
Madrid existe cierta voluntad política. Pedimos que se
investigue y se defienda los derechos humanos".
Por su parte, Ángel Casero,
representante de la Asociación "Adelante bebés robados"
destacó "la campaña de sensibilización social que
empezamos en 2015. En todo este tiempo hemos realizado
presentaciones de libros, teatro, un spot informativo y
hemos recibido el apoyo de las Abuelas de Mayo y de la
Asociación Pro Derechos Humanos (APDH). Exigimos la
apertura de los archivos de la iglesia católica, los
públicos y privados. Consideramos que el robo de bebés
es un crimen de lesa humanidad. No tenemos el apoyo de
la prensa ni de los medios de comunicación y existe un
manto de silencio".
Finalmente, intervino Chato
Galante, representante de La Comuna, asociación de
presxs del franquismo. Para Galante "Existen dos
dimensiones: la humanitaria, referida a los derechos
humanos, y la política. El robo de bebés son crímenes de
lesa humanidad. Porque son hechos que se han cometido
contra los principios básicos de la humanidad".
En otro apartado de su intervención el representante de
La Comuna denuncio el nefasto papel de la iglesia
católica. "Con el pretexto del derecho divino y del
nacional catolicismo no había crimen". "Existe otro tema
según Galante que tampoco se toca o se toca muy de
refilón es el referido al trabajo esclavo durante el
franquismo. Muchos han sido los que han trabajado para
empresas que hoy cotizan en el Ibex y han metido en sus
activos esos trabajos realizados y que nunca han
reconocido".