El País
El barco financiado por Banksy
pide ayuda tras rebasar su capacidad de migrantes a bordo
La Guardia Costera italiana
traslada a 49 personas, la mayoría mujeres y niños, de la ‘Louise Michel’
Migrantes rescatados en la cubierta del 'Louise Michel', el
pasado jueves. En vídeo, el barco financiado por Banksy.FOTO:
Santi Palacios (AP) | VÍDEO: ATLAS
Lorena Pacho
Roma, 29 de agosto 2020
El barco
humanitario Louise Michel, financiado
por el artista de arte urbano británico Banksy, necesita
“asistencia inmediata” después de haber rescatado en los
últimos días a más de 200 inmigrantes en peligro en el
Mediterráneo Central. El jueves salvó a 89 náufragos y la
madrugada del sábado asistió a otras 130 personas que
estaban atrapadas en una barcaza que se estaba hundiendo. La
nave, que tiene capacidad para transportar un máximo de 120
personas, navega al sur de la isla italiana de Lampedusa con
sobrepeso y requiere ayuda, según ha advertido a través de
sus redes sociales.
Durante la tarde de
este sábado, la Guardia Costera italiana envió desde
Lampedusa una patrullera de apoyo para asistir a la Louise
Michel, dada la gravedad de la situación. Los
guardacostas trasladaron a su embarcación a 49 personas, las
que consideraron más vulnerables, según apuntan los medios
locales.
Ante las reiteradas
peticiones de auxilio desatendidas de la Louise Michel,
el barco Sea-Watch 4, de la homónima ONG alemana y Médicos
sin Fronteras, que también está en misión de salvamento en
el Mediterráneo Central y lleva a 201 supervivientes a bordo
a la espera de puerto seguro, ha cambiado su ruta y se
dirige hacia la embarcación financiada por Banksy, para
prestar ayuda, aunque se encuentra a cuatro horas de
navegación de ella. “Que la Unión Europea se avergüence”, ha
señalado la organización.
La tripulación de
la Louise Michel ha denunciado la falta de respuesta
a sus solicitudes de socorro por parte de las autoridades
europeas, en particular de la Guardia Costera italiana y las
Fuerzas Armadas maltesas. “El barco es incapaz de navegar
con seguridad, tiene la cubierta abarrotada y uno de los
botes salvavidas desplegado en uno de sus costados”, se lee
en uno de sus tuits. “Unión Europea, ¡actúa ya!”, añaden.
La tripulación ha
explicado que, en el último rescate, encontraron en la barca
a un migrante muerto a bordo y el resto de personas, que
llevaban en el mar varios días, sufren quemaduras por el
combustible. En la noche del viernes recibieron un mensaje
de auxilio del helicóptero humanitario Moonbird, que
sobrevuela el Mediterráneo Central para dar apoyo a los
rescates marítimos y que está gestionado por la ONG alemana
Sea Watch y por la organización suiza Humanitarian Pilot
Initiative (HPI). En el mensaje se señalaba la posición de
una barca colmada de personas que no se movía y en la que
estaba entrando agua. Los activistas aseguran que ni las
autoridades maltesas ni las italianas atendieron la llamada
de alarma y que el Louise Michel fue la única
embarcación que acudió al rescate. Después de casi seis
horas sin respuestas, comenzaron a subir a los náufragos a
bordo. “Estamos cerca del estado de emergencia y nadie nos
está ayudando”, denunciaron en Twitter.
El barco, que lleva
el nombre de una anarquista y feminista francesa del siglo
XIX, zarpó en secreto hace unos días desde el puerto de
Burriana (Comunidad Valenciana), gracias a una donación de
Banksy, quien también ha pintado el barco con la imagen de
una niña con un chaleco salvavidas que sostiene un flotador
con forma de corazón.
Esta nave se une a
otros buques humanitarios que se encuentran en la zona en
misión de salvamento. Después del parón de unos meses por la
pandemia y a pesar del bloqueo burocrático de las
autoridades italianas, las ONG han vuelto este mes a
patrullar el Mediterráneo Central. El velero Astral de
la ONG española Open Arms también realiza labores de
búsqueda y rescate en la zona y, de hecho, este viernes se
acercó al Louise Michel para entregar víveres en
señal de solidaridad. El buque mercante Etienne espera
frente a aguas maltesas desde hace 22 días el permiso
correspondiente para desembarcar a las 27 personas
rescatadas que lleva a bordo.
La reanudación de
las operaciones de salvamento en el mar coincide con un
repunte en las salidas desde las costas africanas, que no se
han detenido en los últimos meses. En Italia, se ha
registrado un marcado incremento del número de embarcaciones
con migrantes que han llegado directamente a la costa de
Lampedusa, sobre todo procedentes de Túnez, a causa, entre
otras cosas, de la crisis económica que atraviesa el país
africano. El viernes, llegaron a la isla cuatro pateras con
74 inmigrantes tunecinos a bordo. El centro de primera
acogida, con capacidad para unas 200 personas, lleva días
colapsado, con más de 1.000 huéspedes.
La ministra italiana
de Interior, Luciana Lamorgerse, explicó en una entrevista
publicada este sábado en el diario La Repubblica que
aunque hay una tendencia creciente en los desembarcos en
comparación con 2019, las cifras actuales no representan una
emergencia. “Basta con hacer una comparación con 2011, el
año de las primaveras árabes, en el que unos 30.000
tunecinos llegaron a Italia mientras ahora han llegado 8.000
desde principios de año”, explicó, y agregó que “las
dificultades logísticas están ligadas a las medidas de
prevención sanitaria establecidas para afrontar la
covid-19”. Hasta este viernes han desembarcado en Italia
17.985 migrantes, de los cuales 7.067 lo hicieron en julio y
3.968 en lo que va de mes, según los datos del Ministerio de
Interior.
Atendiendo a los
datos de la Organización Internacional para las Migraciones
(OIM), hasta el momento más de 7.000 migrantes que
intentaban llegar a Europa han sido interceptados por la
Guardia Costera libia y devueltos a ese país africano, que
se ha convertido un estado fallido en el que se han
documentado todo tipo de abusos y torturas a migrantes.
Además, en lo que va de año han muerto al menos 500
migrantes en la peligrosa ruta del Mediterráneo, según el
recuento de Naciones Unidas, aunque se estima que la cifra
real sea considerablemente más elevada.
Hace 10 días, 45
migrantes fallecieron ahogados en aguas del Mediterráneo
Central mientras trataban de llegar a Europa desde las
playas de Libia en el mayor naufragio ocurrido en las costas
de este país en lo que va de año. La OIM y la Agencia de
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han pedido a los
Estados europeos que actúen. “Existe una necesidad urgente
de fortalecer la capacidad actual de búsqueda y rescate para
responder a las llamadas de socorro”, han señalado. Y han
denunciado que sigue habiendo una ausencia constante de un
“un programa específico de búsqueda y salvamento dirigido
por la UE”. Además, han alertado que de no adoptar medidas
inmediatas, existe un alto riesgo de otro desastre similar.
financiado
por el artista de arte urbano británico Banksy, necesita “asistencia
inmediata” después de haber rescatado en los últimos días a más de 200
inmigrantes en peligro en el Mediterráneo Central. El jueves salvó a 89
náufragos y la madrugada del sábado asistió a otras 130 personas que estaban
atrapadas en una barcaza que se estaba hundiendo. La nave, que tiene
capacidad para transportar un máximo de 120 personas, navega al sur de la
isla italiana de Lampedusa con sobrepeso y requiere ayuda, según ha
advertido a través de sus redes sociales.
Durante la tarde de este sábado, la Guardia Costera
italiana envió desde Lampedusa una patrullera de apoyo para asistir a la Louise
Michel, dada la gravedad de la situación. Los guardacostas trasladaron a
su embarcación a 49 personas, las que consideraron más vulnerables, según
apuntan los medios locales.
Ante las reiteradas peticiones de auxilio
desatendidas de la Louise Michel, el barco Sea-Watch 4, de la
homónima ONG alemana y Médicos sin Fronteras, que también está en misión de
salvamento en el Mediterráneo Central y lleva a 201 supervivientes a bordo a
la espera de puerto seguro, ha cambiado su ruta y se dirige hacia la
embarcación financiada por Banksy, para prestar ayuda, aunque se encuentra a
cuatro horas de navegación de ella. “Que la Unión Europea se avergüence”, ha
señalado la organización.
La tripulación de la Louise Michel ha
denunciado la falta de respuesta a sus solicitudes de socorro por parte de
las autoridades europeas, en particular de la Guardia Costera italiana y las
Fuerzas Armadas maltesas. “El barco es incapaz de navegar con seguridad,
tiene la cubierta abarrotada y uno de los botes salvavidas desplegado en uno
de sus costados”, se lee en uno de sus tuits. “Unión Europea, ¡actúa ya!”,
añaden.
La tripulación ha explicado que, en el último
rescate, encontraron en la barca a un migrante muerto a bordo y el resto de
personas, que llevaban en el mar varios días, sufren quemaduras por el
combustible. En la noche del viernes recibieron un mensaje de auxilio del
helicóptero humanitario Moonbird, que sobrevuela el Mediterráneo Central
para dar apoyo a los rescates marítimos y que está gestionado por la ONG
alemana Sea Watch y por la organización suiza Humanitarian Pilot Initiative
(HPI). En el mensaje se señalaba la posición de una barca colmada de
personas que no se movía y en la que estaba entrando agua. Los activistas
aseguran que ni las autoridades maltesas ni las italianas atendieron la
llamada de alarma y que el Louise Michel fue la única embarcación que
acudió al rescate. Después de casi seis horas sin respuestas, comenzaron a
subir a los náufragos a bordo. “Estamos cerca del estado de emergencia y
nadie nos está ayudando”, denunciaron en Twitter.
El barco, que lleva el nombre de una anarquista y
feminista francesa del siglo XIX, zarpó en secreto hace unos días desde el
puerto de Burriana (Comunidad Valenciana), gracias a una donación de Banksy,
quien también ha pintado el barco con la imagen de una niña con un chaleco
salvavidas que sostiene un flotador con forma de corazón.
Esta nave se une a otros buques humanitarios que se
encuentran en la zona en misión de salvamento. Después del parón de unos
meses por la pandemia y a pesar del bloqueo burocrático de las autoridades
italianas, las ONG han vuelto este mes a patrullar el Mediterráneo Central.
El velero Astral de la ONG española Open Arms también realiza labores
de búsqueda y rescate en la zona y, de hecho, este viernes se acercó al Louise
Michel para entregar víveres en señal de solidaridad. El buque mercante Etienne espera
frente a aguas maltesas desde hace 22 días el permiso correspondiente para
desembarcar a las 27 personas rescatadas que lleva a bordo.
La reanudación de las operaciones de salvamento en
el mar coincide con un repunte en las salidas desde las costas africanas,
que no se han detenido en los últimos meses. En Italia, se ha registrado un
marcado incremento del número de embarcaciones con migrantes que han llegado
directamente a la costa de Lampedusa, sobre todo procedentes de Túnez, a
causa, entre otras cosas, de la crisis económica que atraviesa el país
africano. El viernes, llegaron a la isla cuatro pateras con 74 inmigrantes
tunecinos a bordo. El centro de primera acogida, con capacidad para unas 200
personas, lleva días colapsado, con más de 1.000 huéspedes.
La ministra italiana de Interior, Luciana
Lamorgerse, explicó en una entrevista publicada este sábado en el diario La
Repubblica que aunque hay una tendencia creciente en los desembarcos en
comparación con 2019, las cifras actuales no representan una emergencia.
“Basta con hacer una comparación con 2011, el año de las primaveras
árabes, en el que unos 30.000 tunecinos llegaron a Italia mientras ahora
han llegado 8.000 desde principios de año”, explicó, y agregó que “las
dificultades logísticas están ligadas a las medidas de prevención sanitaria
establecidas para afrontar la covid-19”. Hasta este viernes han desembarcado
en Italia 17.985 migrantes, de los cuales 7.067 lo hicieron en julio y 3.968
en lo que va de mes, según los datos del Ministerio de Interior.
Atendiendo a los datos de la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), hasta el momento más de 7.000
migrantes que intentaban llegar a Europa han sido interceptados por la
Guardia Costera libia y devueltos a ese país africano, que se ha convertido
un estado fallido en el que se han documentado todo tipo de abusos y
torturas a migrantes. Además, en lo que va de año han muerto al menos 500
migrantes en la peligrosa ruta del Mediterráneo, según el recuento de
Naciones Unidas, aunque se estima que la cifra real sea considerablemente
más elevada.
Hace 10 días, 45 migrantes fallecieron ahogados en
aguas del Mediterráneo Central mientras trataban de llegar a Europa desde
las playas de Libia en el mayor naufragio ocurrido en las costas de este
país en lo que va de año. La OIM y la Agencia de Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) han pedido a los Estados europeos que actúen. “Existe una
necesidad urgente de fortalecer la capacidad actual de búsqueda y rescate
para responder a las llamadas de socorro”, han señalado. Y han denunciado
que sigue habiendo una ausencia constante de un “un programa específico de
búsqueda y salvamento dirigido por la UE”. Además, han alertado que de no
adoptar medidas inmediatas, existe un alto riesgo de otro desastre similar. |