Israel, acusado de crear un "apartheid": "Discrimina
sistemáticamente a los palestinos"
La ONG Human Rights Watch asegura que tras décadas
advirtiendo de que el control sobre la vida de los
palestinos podría llevar a un apartheid, el "umbral"
ya se ha cruzado

Imagen de una calle de Israel donde se puede ver a
un judío caminando Archivo/EuropaPress
Oliver Holmes,
Jerusalén, 27
de abril 2021
Human Rights Watch ha acusado a las
autoridades israelíes de poner en práctica un
apartheid y persecución contra los palestinos,
afirmando también que el Gobierno impone una
política global para "mantener la dominación de los
judíos israelíes sobre los palestinos".
En un informe publicado el martes, la ONG con
sede en Nueva York se convirtió en el primer
organismo internacional de DDHH en formular tales
acusaciones. HRW dice que tras
décadas advirtiendo de que el control arraigado
de la vida de los palestinos podría llevar a un
apartheid, el "umbral" ya se ha cruzado.
"Esta es la conclusión más dura a la que ha llegado
Human Rights Watch sobre la conducta israelí en los
30 años que llevamos documentando los abusos sobre
el terreno", dice Omar Shakir, director del grupo
para Israel y Palestina. Shakir señala que su
organización nunca había acusado directamente a las
autoridades israelíes de crímenes contra la
humanidad.
En respuesta a las afirmaciones, el Ministerio de
Asuntos Exteriores de Israel ha acusado a Human
Rights Watch de tener una "agenda antiisraelí" y ha
dicho que el informe es un "panfleto de propaganda"
que no tiene "ninguna conexión con los hechos o la
realidad sobre el terreno". "Las afirmaciones
ficticias que HRW se ha inventado son absurdas y
falsas".
El informe se basa en años de documentación sobre
derechos humanos, el análisis de las leyes
israelíes, una revisión de los documentos de
planificación del Gobierno y declaraciones de
funcionarios.
Human Rights Watch ha comparado las políticas y
prácticas que se aplican a casi 7 millones de
palestinos en los territorios ocupados e Israel con
aquellas que afectan prácticamente al mismo número
de israelíes judíos que viven en los mismos
territorios.
Tras estas investigaciones, la organización ha
llegado a la conclusión de que existe una "realidad
actual de una única autoridad, el gobierno israelí,
que privilegia por sistema a los israelíes judíos
mientras reprime a los palestinos, especialmente en
los territorios ocupados".
¿Qué es el crimen del apartheid?
Utilizado por primera vez en relación con la
segregación racista de Sudáfrica contra los
ciudadanos no blancos, el apartheid –que en
afrikáans significa "separación"– es un crimen
contra la humanidad según el derecho internacional.
De acuerdo con el
Estatuto de Roma de 1998, por el que se creó la
Corte Penal Internacional (CPI),
el apartheid se define como un "régimen
institucionalizado de opresión y dominación
sistemática de un grupo racial sobre otro" con la
intención de "mantener ese régimen". La persecución,
que también es un crimen contra la humanidad, se
define como "la privación intencionada y grave de
los derechos fundamentales" de un grupo de personas.
Human Rights Watch sostiene que dentro de Israel
–donde alrededor de una quinta parte de los 9
millones de ciudadanos son palestinos– y en los
territorios ocupados, las autoridades han tratado de
ampliar la tierra disponible para las comunidades
judías y concentrar a la mayoría de los palestinos
en densos centros de población.
"Las autoridades han adoptado políticas para mitigar
lo que han descrito abiertamente como
una 'amenaza' demográfica por parte de los
palestinos", dice HRW, haciendo referencia a la
preocupación expresada por los políticos israelíes
de que una población palestina mayoritaria pondría
en peligro al Estado judío.
"En Jerusalén, por ejemplo, el plan del Gobierno
para el municipio (...) establece el objetivo de
'mantener una sólida mayoría judía en la ciudad' e
incluso especifica las proporciones demográficas que
espera mantener", asegura la ONG.
El informe afirma que las autoridades israelíes
"discriminan sistemáticamente a los palestinos".
Esta situación es más extrema en los territorios
ocupados, incluyendo
Cisjordania, los cuales Israel consiguió en la
guerra de los seis días de 1967. Varios cientos de
miles de colonos israelíes viven ahora allí como
ciudadanos, mientras que unos 2,7 millones de
palestinos no son considerados como tal y viven bajo
el régimen militar.
El director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth
Roth, ha dicho que no se trata simplemente de "una
ocupación abusiva". "Estas políticas, que conceden a
los israelíes judíos los mismos derechos y
privilegios dondequiera que vivan y discriminan a
los palestinos en diversos grados dondequiera que
vivan, reflejan una política para privilegiar a un
pueblo a expensas de otro", dijo Roth.
Cuando se han planteado acusaciones similares en el
pasado, Israel se ha ofendido especialmente ante la
denuncia de que discrimina a los ciudadanos
palestinos del país, también conocidos como árabes
israelíes. Citan las leyes de igualdad de derechos y
el hecho de que los árabes están representados en el
gobierno y el sistema judicial.
En lo que respecta a la Cisjordania ocupada, Israel
se remite a los acuerdos firmados en la década de
1990 que conceden a los palestinos un autogobierno
limitado. Sin embargo, Human Rights Watch afirma que
el gobierno israelí sigue "manteniendo el control
principal sobre muchos aspectos" de sus vidas, como
las fronteras, los recursos naturales y la
circulación de personas y bienes.
Mientras tanto, unos dos millones de palestinos
viven bajo un estricto
bloqueo en Gaza. Las fuerzas israelíes se
retiraron de esta zona en 2005, pero aún mantienen
el control de sus fronteras, mar y espacio aéreo.
El informe sigue a otras conclusiones similares de
ONG israelíes, como
un anuncio de enero de B'Tselem que afirmaba que
el país no era una democracia, sino un "régimen de
apartheid". Otro grupo nacional, Yesh Din,
publicó el verano pasado un dictamen jurídico en
el que sostenía que se estaba cometiendo este
crimen, pero limitaba sus conclusiones a
Cisjordania. Israel rechazó enérgicamente esas
afirmaciones.
El cambio de percepción hacia el apartheid forma
parte de un movimiento liderado por activistas que
cobró impulso tras las amenazas de
anexión israelíes que, según ellos, demuestran
que la ocupación es permanente, así como
las leyes que consagran derechos políticos
adicionales para los judíos sobre los árabes,
dos hechos que Human Rights Watch cita en su
informe.
El documento pide al fiscal de la Corte Penal
Internacional que "investigue y enjuicie a los
implicados de forma creíble" y solicita que se
impongan sanciones que incluyan la prohibición de
viajar y la congelación de activos a las autoridades
responsables.
El año pasado, el mismo grupo de derechos constató
que los abusos cometidos por
el gobierno de Myanmar contra los musulmanes
rohingyas también constituían delitos de
apartheid y persecución.
Traducido por Lucía
Hernández
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