La Justicia paraliza todas las devoluciones de menores migrantes desde Ceuta
durante al menos tres días
La decisión
supone un varapalo contra el operativo de retorno de niños y adolescentes
desde la ciudad autónoma
La Justicia
frena la devolución desde Ceuta de nueve menores marroquíes
Repatriación de los menores marroquíes a
través de la frontera del tarajal, este lunes, cuarto día consecutivo de las
repatriaciones de menores basadas en un acuerdo entre España y Marruecos.
EFE/Reduán
Gabriela Sánchez / Gonzalo Testa / Aitor Riveiro
16 de agosto de 2021
Paralizadas
ante las dudas sobre su legalidad. La justicia ha empujado la suspensión de
"todas las devoluciones" de menores migrantes desde la ciudad autónoma, al
menos durante las próximas 72 horas, "hasta que se verifique cómo se ha
realizado el procedimiento" de retorno, según ha adelantado la Cadena Ser y
han confirmado fuentes jurídicas a elDiario.es. La decisión supone un
varapalo contra el operativo de retorno de niños y adolescentes desde la
ciudad autónoma, activado por Interior y el Gobierno local desde el pasado
viernes, a pesar de las duras críticas expuestas por Fiscalía,
el Defensor
del Pueblo, ONG y
el Ministerio
de Derechos Sociales, entre otros.
La decisión está ligada al habeas
corpus registrado este lunes por la asociación Coordinadora de Barrios,
ante la posible detención ilegal de cinco adolescentes migrantes durante su
traslado desde el polideportivo de Santa Amelia a la frontera del Tarajal.
La magistrada del juzgado de instrucción número 2 de Ceuta, en funciones de
guardia, no entiende que haya habido detención ilegal, pero tras escuchar su
testimonio, se ha decidido parar las expulsiones durante los próximos tres
días, según han informado las mismas fuentes y ha confirmado la
vicepresidenta de la ciudad autónoma, Maribel Deu.
"Nos acaban de comunicar que
no se acepta el 'habeas corpus' presentado por los cinco chicos, que se
procede al archivo de la causa y que, como medida cautelarísima por el
contencioso vamos a estar 72 horas porque han pedido explicaciones del
procedimiento a las autoridades competentes: Ministerio del Interior y Delegación
del Gobierno", ha explicado Deu
este lunes a los medios de comunicación.
La paralización temporal de
todas las devoluciones de menores llegó horas después después de otro
contundente auto, que frenaba el retorno de
un primer grupo de nueve niños y adolescentes marroquíes. El operativo
analizado, concluía el juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de
Ceuta, no cumple con “nada de lo ordenado” en la ley. Este mismo lunes, el
Comité de los Derechos del Niño de la ONU pidió al Estado español la
suspensión cautelar de la devolución de otro grupo de diez menores, tras la
queja registrada por las organizaciones Save
de Children, Andalucía Acoge y Gentium.
A pesar de la contundencia de la
primera resolución y las muchas críticas recibidas, Interior mantenía hasta
la noche de este lunes su plan de devolución de menores. Según fuentes del
Ministerio, la primera resolución judicial se refería “al retorno de un
grupo concreto” de niños, pero consideraba que no afectaba "a todo el
proceso” por lo que pretendía “continuar” con el operativo. Desde el
departamento dirigido por Grande-Marlaska matizaban antes de la segunda
resolución judicial que estudiará con detalle el auto y “siempre” acataría
lo ordenado por la Justicia.
También ha entrado en escena
la Audiencia Nacional, que ha dado 24 horas de plazo a Interior para que
remita el oficio del 10 de agosto en el que la Secretaría de Estado de
Seguridad fundamenta la repatriación de menores migrantes, según ha
adelantado El
Confidencial y han confirmado fuentes
jurídicas a Europa Press. La Sala de lo Contencioso-Administrativo ha
emitido una resolución en el marco del procedimiento impulsado por la Red
Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, que este lunes interpuso
recurso ante la Audiencia Nacional por vulneración de derechos
fundamentales.
Tensiones en el Gobierno de
coalición
La primera resolución judicial contra
los retornos de menores volvió a aumentar la tensión en el seno del Gobierno
de coalición. Desde el pasado viernes, el Ministerio de Derechos Sociales
que dirige Iobe Belarra había mostrado su oposición a estos retornos. Tras
la resolución del juzgado ceutí, el secretario de Estado de Derechos
Sociales, Nacho Álvarez, y la directora general de Derechos de la Infancia,
Violeta Assiego, enviaron una segunda misiva a Grande-Marlaska en la que
pedían de forma expresa la paralización de las devoluciones: "Solicitamos
que se detenga la operación de repatriación a Marruecos de personas menores
de edad extranjeras que están a cargo de la Entidad Pública de protección
española de la ciudad de Ceuta".
Las repatriaciones de los menores han
provocado un duro enfrentamiento entre dos ministerios del Gobierno de
coalición, el de Interior y el de Derechos Sociales. El primero, en manos
del PSOE; el otro, de Unidas Podemos. La relación del espacio político que
lidera ahora Yolanda Díaz con el titular de Interior ha sido mala desde que
fuera nombrado en 2018 en el primer mandato, en solitario, de Pedro Sánchez.
Uno de los principales motivos ha sido, precisamente, la política migratoria
impulsada por Grande-Marlaska.
En las últimas horas ambos
departamentos han hecho pública su disputa. Primero, Grande-Marlaska aseguró
en una entrevista en la cadena Ser que había existido comunicación previa
entre los ministerios sobre el operativo de devolución que se puso en marcha
el viernes. El ministro respondía así a la carta remitida desde Derechos
Sociales a Interior ese mismo día, tras enterarse por las asociaciones de
protección de la infancia que operan en Ceuta de las repatriaciones.
En la misiva ya se advertía del
posible incumplimiento de la ley y se señalaba la responsabilidad única de
Interior en la fórmula elegida para llevar a cabo las devoluciones, y que
finalmente la Justicia ha considerado contrarias a derecho.
“Todos hemos estado informados en los
términos precisos", dijo en la Ser el ministro del Interior, después de ser
preguntado si tanto la Fiscalía como sus socios de Gobierno estaban al tanto
de lo que iba a suceder. Poco después llegaba el desmentido desde Derechos
Sociales. Fuentes del ministerio que dirige Belarra aseguraban a elDiario.es
que no había existido ninguna comunicación oficial: "Marlaska no ha
contactado con Ione Belarra por ningún medio en ningún momento de esta
crisis".
Casi a la vez que Marlaska, la
secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, revelaba en RNE
que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, había hablado con Pedro Sánchez
para pedirle
que “intervenga” y detenga “inmediatamente” las devoluciones de menores
a Marruecos. Fuentes de la Vicepresidencia de Unidas Podemos señalan a este
medio que Díaz escribió a Sánchez cuando se publicó en prensa lo que estaba
ocurriendo en Ceuta y que le pidió el cese de estas prácticas porque se
podía estar vulnerando derechos de los menores. La respuesta de Moncloa fue
que se "está cumpliendo la legalidad", según las mismas fuentes.
Además, el Ministerio que dirige
Belarra reclamaba en la misiva formalmente a Interior “información detallada
de las actuaciones hasta ahora realizadas, así como conocer cuál es la
entidad de protección en Marruecos que se ha hecho cargo de los menores ya
repatriados”. Otra respuesta a Marlaska, quien en la Ser había dicho por la
mañana que “para obtener conocimiento expreso de cómo se desarrollan los
acontecimientos está bien pedir información complementaria, pero siempre es
complementaria”.
Durante la entrevista, el titular de
Interior también defendió que no se estaban realizando "expulsiones de
menores" sino que estos chavales estaban siendo "retornados de forma
asistida" y respondió de forma afirmativa tras ser preguntado sobre si todos
los adolescentes devueltos querían regresar a su país. Sin embargo, los
peticiones interpuestas ante los juzgados ceutíes y ante la ONU por
distintas ONG con el objetivo de paralizar su expulsión, registradas en
nombre de los afectados, evidencian la voluntariedad deslizada por el
ministro.
Cronología de la devolución de
menores en Ceuta
El presidente del Gobierno de Ceuta,
Juan Vivas (PP) visitó a Grande-Marlaska en los días previos a la
Conferencia de Presidentes del 30 de julio. El ministro le aseguró entonces
que Marruecos estaba dispuesto a aceptar tarde o temprano el retorno de
todos los migrantes adultos que permanecen irregularmente en la ciudad desde
mediados de mayo y que, aunque era más difícil, quizá también acabaría
admitiendo repatriar a los menores, un hecho sin precedentes desde una
ciudad que Rabat considera propia.
No parecía que podría ser tan rápido.
El 9 de agosto, al ser preguntada por el estado de las relaciones
bilaterales y por sus planes para escolarizar a los niños foráneos solos con
menos de 16 años, la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, aseveró que
las pruebas de la mejora en las relaciones con Marruecos se verían “en días”
y que era tan “optimista” que esperaba no tener que preocuparse por ellos en
septiembre.
Al día siguiente la Secretaría de
Estado de Interior "rogó" por escrito que se procediese “al retorno de los
menores al Reino de Marruecos respetando en todo momento sus intereses y
derechos". Esa “orden sin firma” es, tal y como ha reprobado el Ministerio
Público, la única “fundamentación jurídica” de los retornos forzados que
comenzaron el viernes.
24 horas después, representantes de la
Delegación con su secretario general y los mandos policiales al frente,
autoridades “de alto nivel” marroquíes y, de forma inaudita, una comitiva de
la Ciudad Autónoma encabezada por su consejera de Presidencia, Mabel Deu, se
reunieron en la frontera del Tarajal. Una funcionaria del Servicio de
Protección a la Infancia de la Ciudad expuso sus reparos legales a la
operación, pero los políticos decidieron seguir adelante. Cuando la Fiscalía
de Menores de Ceuta, que no había sido informada, supo de la cita incoó
diligencias de protección y pidió información tanto a la Delegación (que ni
contestó) como al Ejecutivo local, que tildó la reunión de “informal” y no
varió sus planes.
El pasado viernes a última hora de la
mañana, con los técnicos del Área de Menores de la Ciudad al margen, arrancó
el dispositivo, en el que el primer día tuvo un gran protagonismo la Policía
Nacional, que posteriormente se lo ha ido cediendo a la Local y a Protección
Civil en el traslado y custodia de los menores hasta la frontera desde el
polideportivo Santa Amelia, el albergue del que han salido todos los
expulsados y el único en el que Save The Children no había comenzado las
entrevistas personales para detectar perfiles vulnerables.
El operativo empujó al Área de
Menores, de la que depende la tutela de estos menores, a solicitar amparo a
la Fiscalía de Ceuta para “evitar la vulneración de derechos” de los niños y
adolescentes marroquíes que continúan en la ciudad, ante las “devoluciones
sin garantías” que aplicadas por el Gobierno local (del que dependen) y el
Ministerio del Interior. En un escrito, los técnicos de infancia advierten
de que no han participado en el operativo de retorno de adolescentes
marroquíes activado el pasado viernes, y recuerdan que su obligación es
alertar a la Fiscalía de cualquier incidente que les ocurra a los menores
que se encuentran bajo su guarda.
El Gobierno de Ceuta, que se mantiene
“leal” y sin atisbo de críticas al Ejecutivo central pese a la actitud del
PP nacional, ha llamado a todos los representantes institucionales locales a
cerrar filas frente a los críticos con el procedimiento. Desde su punto de
vista hay que creer que Marruecos velará por dar la mejor atención a sus
menores, ya sea vía reagrupación familiar o dándoles asistencia pública, y
valorar que la ciudad sale fortalecida políticamente del trance.
Mientras, el miedo a la devolución se
ha extendido entre los cerca de 800 menores que llegaron a Ceuta durante los
días 17, 18 y 19 de mayo y aún continúan en la ciudad. Alrededor de 30
chavales se han escapado en los últimos días del polideportivo de Santa
Amelia . A las precarias condiciones en las que viven desde hace meses, se
suma su encierro en esta instalación, que carece de patio exterior. Según
trabajadores de la Fundación Samu, que gestiona el espacio, las salidas han
sido “suspendidas” desde este viernes, el día en que comenzó el operativo de
devolución de menores.
Otros, como Mohammed, no se han
escapado del centro donde están alojados pero, desde el pasado viernes, cada
día temen una posible devolución a su país. El día que Samira (nombre
ficticio) decidió llevarle a las naves que alojan a los menores marroquíes
llegados a Ceuta durante la crisis, el adolescente de 15 años empezó a
temblar. En el interior del vehículo, rogaba a la mujer que lo acogía desde
hacía días no ser entregado a las autoridades por el temor a la devolución.
El niño le contó la situación familiar que le hace vivir con miedo ante una
posible vuelta a casa.
Tras semanas escondido en la casa de
esta vecina ceutí, Mohammed decidió entrar voluntariamente en uno de los
centros temporales de menores, los módulos prefabricados de Piniers, desde
donde se queja de las condiciones y la falta de actividades. “Decidió irse
de mi casa al centro, porque quería estudiar y pensó que allí podría
conseguir avanzar, pero desde el viernes me llama todos los días llorando,
diciendo que no quiere volver”, dice Samira, preocupada por el chaval.