Miembros de seguridad atando al joven a
la cama ELDIARIOAND
Javier
Ramajo
4 de febrero 2020
Su hermano de 18 años murió el
pasado 1 de julio atado con correas en
pies y manos, boca abajo en una cama. Este
lunes conoció el
auto de archivo del caso, ocurrido en el
centro de reforma juvenil Tierras de Oria
(Almería) durante una inmovilización con
medidas de contención y de sujeción
mecánica. "No estamos conformes y no nos
vamos a callar", asegura Abdel
T., que muestra sus dudas acerca de
cómo se ha desarrollado la investigación por
parte del juzgado de Purchena.
Para acordar el
sobreseimiento provisional de la causa, la
jueza considera, basándose principalmente en
la autopsia, que se trató de un
fallecimiento "accidental" y no observa
delito en la actuación de los cinco
trabajadores investigados. "Entre unos y
otros están tapando la verdad", dice el
joven en conversación telefónica con eldiario.es
Andalucía. "Dicen que es una muerte
violenta accidental pero provocada en parte
por una medicina que le dieron ellos. Nos
dijeron que activaron el protocolo para
protegerlo a él pero lo que hicieron fue
matarlo", denuncia.
El centro de reforma Tierras
de Oria (Almería) lo gestiona la Asociación
para la Gestión de la Integración Social (Ginso)
pero su titularidad la ostenta la Junta de
Andalucía. La grabación de los hechos, a
la accedió eldiario.es Andalucía,
mostraba que la inmovilización se produjo
sin la presencia de personal sanitario, al
contrario de lo que aseguró la Junta apenas
48 horas después de lo ocurrido. Tampoco
se apreciaban en el vídeo las
convulsiones de las que habló en su
momento el vicepresidente andaluz, Juan
Marín, ni hubo supervisión por
parte de personal sanitario como dijo en
sede parlamentaria que marcaba el
protocolo.
Sin esposas
"El vídeo no he podido verlo.
La jueza dice que el protocolo de contención
se activó porque mi hermano estaba muy
agitado y llevaba puestas unas esposas. Un
hermano sí pudo ver el vídeo en el despacho
del abogado y vio que no estaba esposado en
el momento en el que le tiraron a la cama",
como así pudo comprobar este medio.
"Mentiras y mentiras por parte de la Junta y
del juzgado", lamenta.
El juzgado, aunque reconoció
que la colocación boca abajo no es la más
recomendable en una contención pese a que el
protocolo entonces vigente la permitía,
defiende que se adoptara tal posición. "Su
colocación boca arriba le podría haber
ocasionado graves lesiones, no
considerándose procedente la retirada de las
esposas hasta que se calmara", dice el auto
de archivo. En
el vídeo al que tuvo acceso este medio se
aprecia que el joven ya no llevaba las
esposas cuando le empujaron hasta la sala de
contenciones y le colocaron sobre la cama.
También dice la jueza que, en la valoración
médica que se hizo a su ingreso en el
centro, no se indicó que él presentase
"alguna contraindicación a la aplicación de
las medidas de contención". "Pero ese
informe lo hacen en el centro, ¿no?", se
pregunta el hermano del joven fallecido.
Abdel T. tampoco entiende
"por qué acuden como testigos personas que
estaban implicados en la activación del
protocolo ya que son ellos los que han
causado la muerte. Van a testificar a su
favor. Son muchas cosas. Tenemos testigos
que dicen que mi hermano no estaba agresivo
ese día", comenta.
"Impunidad para un homicidio"
El familiar espera poder
poner un recurso contra el auto de archivo,
planteando también "pedir una segunda
autospia" ya que la aportada a la
investigación finalmente "no coincide" con
las que difundió el diario El País los días 11
de julio y 31
de julio. "Son muchas cosas", indica.
Abdel T. no sabe exactamente "qué va a
pedir" el representante legal de la familia
pero asegura que "no nos vamos a callar, con
o sin abogado".
En la grabación de los hechos
se ve cómo el joven, de origen marroquí, fue
inmovilizado en una cama por varios miembros
de seguridad y personal del propio centro,
que tardaron diez minutos en colocarle el
sistema de sujeción al completo y que
tardaron casi otros diez minutos en darse
cuenta de que el joven no reaccionaba
porque, en ese intervalo de tiempo, había
fallecido. Los diez minutos siguientes,
antes de sacarlo por el suelo a rastras de
la sala de inmovilización, solo sirvieron
para tratar de revivirlo con una repetida e
infructuosa reanimación cardiopulmonar. La
grabación fue incorporada al procedimiento
el 24 de julio, como parte del anexo del
atestado del equipo de la Policía Judicial
de Huércal-Overa (Almería).
Para un abogado que ha
seguido de cerca el caso, el auto de archivo
"es la triste comprobación de espacios de
impunidad cada vez más grandes y más fuertes
en esta democracia, y que intereses no
claros impiden el funcionamiento de las
instituciones, con lesión para derechos
fundamentales", señalando que ha existido
"impunidad para un homicidio causado por
fuerza bruta en la inmovilización de un
menor preso. Si llega a pasar con un
terrorista de ETA, dimite hasta el Ministro
del Interior. ¿Cómo puede considerarse algo
fortuito ese homicidio tras el empleo de esa
fuerza desmedida?", denuncia el letrado.