La ministra de Agricultura italiana, Teresa Bellanova EFE/EPA/Filippo
Attili
EFE
Roma, 14 de mayo 2020
Italia aprobó este miércoles una regularización de los
migrantes que se dediquen a las labores agrícolas y de cuidadores
domésticos, que podrán optar a un permiso de residencia temporal
para paliar la falta de mano de obra por la pandemia de coronavirus.
"Desde hoy los invisibles serán menos invisibles,
quienes fueron brutalmente explotados en los campos podrán acceder a un
permiso de residencia", anunció emocionada tras el Consejo de Ministros
la titular de Agricultura y principal impulsora de la iniciativa, Teresa
Bellanova.
La medida, que suscitó divergencias en la coalición de
Gobierno y críticas desde la oposición de derechas, forma parte de un amplio
decreto dotado con 55.000 millones de euros en ayudas a familias y
empresas perjudicadas por el cese de actividad por la pandemia.
Una medida contra el crimen organizado y la economía
sumergida
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte,
justificó la regularización con la necesidad de combatir la delincuencia
organizada que los explota en los campos y a los capataces que
los ofrecen como mano de obra en negro, a quienes calificó de
"modernos traficantes de esclavos". También tiene por objetivo hacer
frente a la economía sumergida y proteger a estas personas en medio de
una emergencia sanitaria.
Conte reconoció que los italianos "necesitan" a los
migrantes que trabajan en la recolección, pues en estos momentos se
registra una falta de mano de obra por el cierre de fronteras.
La regularización está dirigida a los trabajadores que
cuenten con permiso de residencia caducado o que nunca lo hayan
tenido y residan irregularmente en Italia.
El permiso de residencia será temporal, por seis meses
renovable otro medio año, y, si al término de la prestación el
trabajador presenta un contrato, podrá conseguir un permiso de
residencia laboral, según el último boceto del decreto, a la espera de
que se publique el definitivo.
El proceso para presentar documentos y obtener el permiso
de residencia en Italia se extenderá desde el 1 de junio al 15 de julio.
Según varios estudios, beneficiaría a unas 500.000
personas (200.000 cuidadores y amas de casa y 300.000
trabajadores agrícolas) y aportaría 2.600 millones de euros por
año a las arcas estatales. De acuerdo con la fundación Ismu, los
inmigrantes irregulares en Italia pueden rondar los 600.000.
La medida ha sido aprobada tras varias semanas de
negociaciones entre el Movimiento Cinco Estrellas, reacio a la
regularización, y el resto de fuerzas progresistas de la coalición, el
Partido Demócrata (PD), Italia Viva (IV) y Libres e Iguales (LeU), que
estaban a favor.
Requisitos para el permiso
Esta medida prevé una contribución de los empresarios
de 400 euros por cada migrante que contraten por el momento y el trabajador
deberá pagar 160 euros para obtener el permiso de residencia
temporal de seis meses para la búsqueda de empleo.
Los requisitos para acceder a la regularización serán que
hayan sido identificados a su llegada a Italia mediante foto
antes del 8 de marzo de 2020 o que puedan afirmar haber residido en el
país de forma continuada antes de esa fecha.
También en el caso de que tengan un permiso de
residencia que haya expirado después del 31 de octubre de 2019 o que
esté a punto de vencer, que no hayan abandonado el país antes del 8 de
marzo de 2020, podrán solicitar un permiso de residencia temporal para
buscar trabajo.
Quedan excluidos los migrantes con problemas legales y
los empresarios condenados por contratación ilegal o delitos como la
explotación de la prostitución o la inmigración.
Desde que se detectara el primer caso de coronavirus
autóctono el 21 de febrero, Italia ha registrado 222.104 contagios, de
los que 31.106 personas han fallecido y 78.457 siguen enfermas, según
los últimos datos de Protección Civil, que confirman la tendencia a la
baja de la pandemia en este país.