El brutal
asesinato de una niña de siete
años en un barrio del sur de la
capital mexicana obliga al
Gobierno de México a tomar
medidas urgentes sobre la
violencia que vive el país.
Después de seis días
desaparecida, este fin de
semana, el cadáver de Fátima
Cecilia Aldriguett Antón fue
encontrado en bolsas de basura y
con señas de tortura. Este caso
se ha convertido en el último
símbolo de indignación de un
país que cada día rompe los
récords de la tragedia. En
México mueren asesinadas
10 mujeres al día y, en
total, hay más
de 90 homicidios en 24
horas. El presidente López
Obrador este lunes ha achacado
lo sucedido a la moral
individualista y al pensamiento
conservador. Una respuesta que
ha irritado todavía más a un
país que vive una situación
extrema.
La última vez que
se vio a la niña con vida salía
del colegio. El 11 de febrero su
familia puso una denuncia por
desaparición. Y menos de una
semana después, el país observa
lo que ya había leído o visto en
las noticias antes: el cadáver
de la menor, torturado, desnudo
y tirado en la calle. El caso de
Fátima no es el único en estos
años en los que los feminicidios
se han multiplicado: en
2018 murieron asesinadas 3.752
mujeres, según los últimos datos
oficiales, y 1.463 menores
de edad, según las cifras de la
Red por los Derechos de la
Infancia (REDIM). "A Fátima no
la mató el neoliberalismo",
responden muchos usuarios de
Twitter a López Obrador en esta
red social.
Según la
investigación de la Fiscalía,
una mujer que todavía no han
identificado recogió a la niña
de la escuela el 11 de febrero
antes de que llegara alguien de
su familia. Su madre fue a
recogerla más tarde pero ya no
la encontró. En un vídeo de las
cámaras de seguridad de la calle
que han mostrado las autoridades
se observa a la señora de la
mano de la pequeña por el
municipio de Xochimilco, en el
sur de la capital. La jefa de la
Fiscalía local, Ernestina Godoy,
ha informado este lunes de que
esta mujer es la principal
sospechosa del crimen de Fátima,
aunque todavía no han dado con
su paradero. La institución ha
anunciado este lunes una
recompensa de dos millones de
pesos (unos 107.750 dólares,
más de 99.400 euros) a quien
proporcione información sobre el
caso.
En la puerta del
Instituto Forense de la capital,
poco después del reconocimiento
del cadáver, la madre de Fátima,
María Magdalena Antón, exigió
delante de la jefa de Gobierno
de la capital, Claudia
Sheinbaum, que se hiciera
justicia y acusó a un hombre,
Alan Herrera, de haber cometido
el crimen. "No conozco a esa
señora, pero fue mandada por
Alan Herrera", denunció ante las
cámaras que la esperaban a la
salida de la morgue. Antón alegó
que este señor, de quien las
autoridades no han proporcionado
más información, ya había
agredido a otros familiares.
"Hoy fue mi hija, mañana puede
ser la de cada uno de ustedes",
advirtió la madre.
La semana pasada,
otro feminicidio indignaba al
país. El
de Ingrid Escamilla, de 25 años.
Su pareja confesó, en un vídeo
brutal filtrado por las
autoridades, la saña con la que
había acabado con su vida. Las
fotos del cuerpo de la joven
aparecieron en las páginas de
los medios de comunicación
locales. Y cientos de mujeres se
manifestaban por la dignidad de
una víctima más de la violencia
machista en una protesta
histórica.
Los casos de
mujeres asesinadas se agolpan a
las puertas de los despachos del
Gobierno sin que se hayan
anunciado medidas urgentes. Abril
Pérez Sagaón fue asesinada el 25
de noviembre después de
haber denunciado que su entonces
marido, Juan Carlos García,
exdirector de Amazon en México,
había intentado matarla. El día
que había acudido a la capital a
seguir con los trámites de la
demanda, mientras viajaba en un
coche con sus hijos, un hombre
le disparó en la cabeza y en el
cuello. Sagaón era una de las
pocas mujeres que se atrevían a
denunciar en este país, solo una
de cada nueve. Tres meses
después de su asesinato, todavía
no hay un detenido.
Las manifestaciones contra la
violencia machista también
se han multiplicado. Y las
respuestas del presidente de
México, de momento, han tratado
de relacionar la crisis de
violencia que asola al país con
una campaña para desprestigiar
su Gobierno. Este lunes, en su
conferencia de prensa matutina,
López Obrador enfrentaba el
movimiento feminista, según lo
que había leído en redes
sociales, con su desempeño:
"Existe un pensamiento
conservador. Feminismo sí,
transformación no. O es mejor el
feminismo que la transformación.
No, es parte de lo mismo. Es ver
el árbol y no ver el bosque.
Estamos viviendo un momento
estelar en la vida pública de
nuestro país, se está llevando a
cabo un momento estelar. ¿Cuándo
se había enfrentado así la
corrupción?".
La jefa de
Gobierno de la Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, comentaba
este lunes a
través de su cuenta de Twitter que
es "indignante, aberrante,
doloroso que alguien sea capaz
de herir a una niña; este crimen
no va a quedar impune". Pero en
México, al menos ocho de cada 10
delitos no reciben una sentencia
condenatoria.