El trágico caso
del bebé de 18 meses que este pasado
lunes por la tarde ingresó cadáver en el
Hospital Materno Infantil de Málaga continúa sin
resolverse. La autopsia,
que concluyó ayer después de que diera
comienzo el martes en el Instituto de Medicina
Legal (IML), no
ha permitido aclarar las circunstancias exactas
sobre cómo se produjo el fallecimiento del
menor, pero sí ha servido para despejar algunas
de las incógnitas que lo rodean. Una de ellas,
referida a la data de la muerte. El
niño falleció horas antes de llegar al hospital.
Las pesquisas también han
contribuido a avanzar sobre el origen de la
lesión que presentaba en la cabeza. La Policía
Nacional trabaja ahora con la hipótesis de que
podría estar
relacionada con una intervención quirúrgica a
la que fue sometido en los meses previos a su
muerte por dos
traumatismos craneoencefálicos que
había sufrido. Y ello ha levantado la sospecha
de los investigadores, según indicaron fuentes
próximas consultadas por este periódico.
El golpe en la cabeza no era el
único detectado. Los sanitarios, una vez que la
madre llevó a su hijo hasta el centro
hospitalario ya inerte, se vieron alarmados por
las múltiples
lesiones en distintos grados de evolución que
observaron en varias partes del cuerpo. La
investigación esclarecerá si algunos de estos
hematomas podrían justificarse por el problema
de coagulación de la sangre que al bebé
le había sido diagnosticado.
La complejidad de la resolución
del caso estriba, precisamente, en la hemofilia
que el pequeño sufría, es decir, un
trastorno hemorrágico hereditario que impide que
la sangre coagule correctamente, lo que puede
derivar en hemorragias espontáneas o de forma
posterior a una operación.
Otra línea de investigación de la
que se ocupan especialistas del Grupo de
Homicidios y de la Brigada de Policía Científica
se vincula al momento en el que falleció. El
bebé llevaba varias horas sin vida cuando su
progenitora acudió
con él a Urgencias porque, supuestamente, había
estado convulsionando, por lo que los
efectivos se centran en confirmar si permaneció
un tiempo solo en el domicilio familiar y, por
ende, fue abandonado de forma temporal pese a
los cuidados que precisaba. La idea es
determinar si esta circunstancia afectó a su
muerte.
La autopsia que ayer se le
practicó revela que pudo sufrir una hemorragia
cerebral que será estudiada, pero
además se está pendiente de varias pruebas
complementarias que han sido remitidas al
Instituto de Toxicología de Sevilla, cuyos
resultados podrían arrojar más luz al caso.
Mientras tanto, la madre del
pequeño, una joven de 22 años y nacionalidad
española a la que la Policía detuvo como presunta
responsable de un delito de asesinato, permanece
arrestada en dependencias policiales y podría
pasar este jueves a disposición de la autoridad
judicial competente, cuando ya se habrán
cumplido las 72 horas, el plazo máximo de
detención. Después, su situación quedará
pendiente de la decisión que adopte el juez que
instruye la causa.
Fue el lunes por la tarde cuando
en el Hospital Materno se activó el protocolo
ante la sospecha de que el menor hubiera sido
víctima de una muerte violenta en un
posible caso de malos tratos. Tras
tomarle declaración a la progenitora, ésta fue
detenida.