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El cuerpo aparecido en el fondo del mar es el de la mayor de las hermanas
secuestradas en Tenerife
El cadáver fue
hallado por el robot del buque de búsqueda Ángeles Alvariño a 1.000 metros
de profundidad dentro de una bolsa de deportes. amarrada a un ancla, según
ha informado el Tribunal
Superior de
Justicia. Este viernes continúan las labores de búsqueda de la otra menor.

Imagen del buque Ángeles Alvariño.
EFE/Marcial Guillén/Archivo
Tenerife Ahora, 10 de
junio 2021
El
cuerpo de la menor localizado la tarde de este jueves en la costa sur de
la isla de Tenerife es de Olivia, de seis años, la mayor de las dos hermanas
secuestradas presuntamente por su padre hace más de un mes. Así lo adelantó
Televisión Canaria, que asegura que los rastreadores esperan encontrar los
cadáveres de Anna, la otra niña, de un año, y de su padre, Tomás Gimeno, de
37, en la zona. Según las mismas informaciones, hay un petate en el fondo
del mar donde se aprecia un bulto, que podría ser el de otro cuerpo.
El buque oceanográfico
Ángeles Alvariño continúa este viernes el rastreo en la zona, aunque por el
momento no ha encontrado rastro ni de Anna ni de su padre Tomás. Fuentes
de la investigación han indicado que en los varios registros que se
realizaron en la casa de Tomás Gimeno no se encontraron ni ansiolíticos ni
otro tipo de fármacos y productos tóxicos perjudiciales para su salud o la
de sus hijas.
La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción número 3 de Güimar (Santa Cruz de Tenerife) practicó a última
hora de la tarde de este jueves en el Instituto Anatómico Forense de
Tenerife, en La Laguna, el levantamiento del cadáver de la niña. Según ha
informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), el cuerpo fue
hallado por el robot del buque de búsqueda Ángeles Alvariño este mediodía a
unos 1.000 metros de profundidad y a unas tres millas de la costa tinerfeña.
Se encontraba en el interior de una bolsa de deportes amarrada a un ancla.
Junto a ella, había otra bolsa de deportes vacía.
Desde un principio, los investigadores
sospecharon que una bombona fue utilizada como lastre para hundir los
cuerpos de las niñas. La desaparición del ancla perteneciente a la
embarcación de recreo del padre de las menores también alimentó desde el
principio la teoría de que había sido utilizada como lastre, como parece
confirmarse ahora.
El cuerpo hallado este jueves fue trasladado a tierra sobre
las 18.00 horas y llevado al Anatómico Forense para el levantamiento
judicial. El Ángeles Alvariño continuó su rastreo la noche del jueves
situándose en la bocana del puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Este viernes, el alumnado del Colegio Público de Tíncer
llevará camisetas negras en memoria de Olivia.
El secuestro de las menores es un caso de violencia vicaria,
un tipo de violencia machista habitualmente desconocido, que se ejerce a
través de los hijos con el objetivo de dañar hasta el extremo a la mujer. El
abanico de acciones que la engloban es amplio e incluye manipular a los
niños, vejar e insultar a la madre o a su familia delante de ellos, no
cumplir con las visitas o descuidarles. Ejercer violencia física contra
ellos o incluso asesinarles es el escalón más extremo, su expresión más
brutal, como ocurrió con el caso de José Bretón, que supuso un antes y un
después. También con otros 38 menores desde 2013, cuyos padres acabaron con
su vida en contextos de violencia de género.
Cronología del caso
Martes, 27 de abril. Tomás Gimeno tenía que
haber devuelto a las pequeñas, pero, tras mantener varias conversaciones con
la madre, le advirtió de que no las volvería ver ni a él tampoco. Horas
antes, un vigilante del puerto vio cómo sacó de su vehículo y cargó en la
embarcación, que tiene un pequeño camarote, bolsos, maletas y bolsas de
ropa. Tuvo que realizar tres viajes.
Antes de que se le perdiera el rastro definitivamente, el
padre de las niñas regresó a tierra después de una incursión en el mar de
una hora y media aproximadamente, y fue con su vehículo a una gasolinera
cercana al puerto a comprar un cargador de móvil.
De vuelta al puerto, lo cargó en la garita del vigilante de
la Marina y zarpó de nuevo, esta vez la definitiva.
El barco fue hallado horas más tarde sin ocupantes y a la
deriva frente a la costa este de la isla, a varios kilómetros al sur, a más
de una milla del Puertito de Güímar.
Miércoles, 28 de abril. Los medios de
comunicación se
hacen eco de la desaparición y la Guardia Civil comienza a desplegar un
dispositivo de búsqueda tras interceptar el barco a la deriva por la
salvamar Tenerife y Punta Salinas, trasladándolo al puerto de Santa
Cruz de Tenerife para su investigación.
Jueves, 29 de abril. Se da a conocer que la
madre de las niñas denunció a la Guardia Civil que su expareja la llamó para
decirle que no iba a verlas más, ni a él tampoco. Asimismo, la mujer ya se
había quejado en diciembre ante la Benemérita de que Tomás Gimeno la había
amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia.
Ese día, el rastreo amplió su radio de acción desde la punta
de Anaga, al noreste de la isla, hasta Güímar. Los medios aéreos y marítimos
desplegados en este dispositivo peinaron la zona por la que sospechaban que
pudo haber transitado la embarcación. En este dispositivo de búsqueda
participaban servicios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, así como
efectivos de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 1-1-2 del Gobierno de
Canarias. En paralelo a estas labores, un equipo de la Policía Judicial de
la Guardia Civil revisaba la embarcación en la dársena pesquera del puerto
de Santa Cruz.
También trascendió a los medios que las imágenes captadas por
las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife revelaban que
Gimeno zarpó solo pasada la medianoche. Según pudieron captar las cámaras,
el hombre llegó con su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente a su
pantalán y de él descargó una serie de bolsos; sin embargo, el guardián que
hacía el turno de noche, que lo vio de frente, en ningún momento localizó a
las niñas, ni las cámaras revelaron si estaban con él.
Asimismo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
Número 3 de Güímar, en Tenerife, incoó las diligencias previas en relación
con la desaparición por la presunta comisión de un delito de secuestro. La
investigación fue declarada secreta, tal y como informaron fuentes del
Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Este día, los medios movilizados en el dispositivo de
búsqueda localizaron un silla infantil de retención en vehículos flotando en
el mar.
Viernes, 30 de abril. A primera hora de la
mañana se da a conocer que la sillita que se encontró flotando en el mar era
propiedad de la familia. Asimismo, la Guardia Civil mantiene activo un
amplio dispositivo de búsqueda y anuncia que se sumará el cuerpo
especializado en los casos más complicados, que ya intervino en otros de
amplia repercusión mediática como el de Diana Quer, Gabriel Cruz o Asunta
Basterra: Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).
También ese viernes se publica que los investigadores
encuentran restos de sangre en el barco. La Guardia Civil extiende entonces
la búsqueda de las menores desaparecidas junto a su padre a la zona sureste
de la isla.
Sábado, 1 de mayo. La UCO se incorpora en la
búsqueda de los desaparecidos mientras que el Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar dicta una orden de
búsqueda internacional del padre y sus dos hijas, de 1 y 6 años.
Lunes, 3 de mayo. La Guardia Civil certifica
que el padre llevó a cabo una transferencia de unos 55.000, aproximadamente,
desde una de sus cuentas corrientes bancarias a otra justo el día antes de
llevarse a sus dos hijas consigo. Asimismo, se investiga que Gimeno pudo
haber desactivado el GPS de su embarcación con el objetivo de no dejar
pistas sobre el itinerario que realizó desde que salió por última vez del
puerto deportivo.
Martes, 4 de mayo. Se descubre que la sangre
hallada en el barco el viernes, 30, pertenece al padre. El delegado del
Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, ofrece una rueda de prensa para
aclarar algunas informaciones difundidas los días previos y confirma que la
búsqueda de las niñas se desplaza al sur, siguiendo las corrientes: "Todas
las unidades están comprometidas con este caso", puntualizó.
Miércoles, 5 de mayo. Los investigadores del
caso de las niñas Anna y Olivia continúan con el rastreo
de los movimientos bancarios realizados por Gimeno antes de desvanecerse
y, hasta ahora, los que se han detectado son compatibles con sus actividades
empresariales.
Sábado, 8 de mayo. Se descubre que Tomás
Gimeno no habría soportado la idea de ver a sus hijas con el nuevo novio de
su expareja. La Guardia Civil investiga todas
las pistas e información aportada por la ciudadanía y también el
movimiento de varios barcos en los días posteriores a la desaparición.
13 de mayo. La Guardia Civil incorpora a su
investigación el
informe realizado por la agencia de detectives que contrató el padre de
las niñas a finales de julio de 2020 para espiar a Beatriz Z., madre de las
niñas.
17 de mayo. La Guardia Civil prevé
incorporar un sonar y un robot marino del Instituto Español de Oceanografía
(IEO) para que se sumen al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y
Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril
en la isla de Tenerife.
18 de mayo. Nuevo registro en casa del padre
de las niñas, el quinto ya, esta vez con perros para detectar material
biológico de las pequeñas. El registro termina sin pruebas concluyentes.
19 de mayo. La Guardia Civil saca del agua
la embarcación de Tomás Gimeno que apareció a la deriva frente al Puertito
de Güímar para analizarla con perros. El registro termina sin pruebas
concluyentes.
25 de mayo. El delegado del Gobierno de
Canarias, Anselmo Pestana, anuncia que el buque con sonar "llegará esta
semana" y que está convencido de que "se empezará a utilizar" en cuanto esté
en la isla.
Asimismo, la madre de las niñas publica una nueva misiva
en el Día Internacional de los Niños Desaparecidos: "Hace cuatro semanas
se detuvo el tiempo para mí", apunta.
29 y 30 de mayo. Llega a Tenerife el buque
con sonar y robot submarino y se comienza a trabajar en la búsqueda de Anna
y Olivia. Con esta tecnología la Guardia Civil pretende rastrear el fondo
submarino en un área delimitada por el geoposicionamiento del móvil de Tomás
Gimeno, obtenido a través de un duplicado de su tarjeta horas después de que
se le perdiera el rastro.
31 de mayo. Comienza el rastreo
del fondo marino en busca de las niñas
Comienzos de junio. La búsqueda con el barco
no arroja pistas sobre el paradero de las niñas, pero, tras varios días, la
embarcación se desplaza hacia el sur de la isla siguiendo la costa en
dirección hacia el lugar en el que apareció a la deriva la lancha de Tomás
Gimeno.
7 de junio. Hallazgo de una botella de
oxígeno y una sábana a unos 1.000 metros de profundidad.
10 de junio. La Guardia Civil localiza el
cuerpo de Olivia, la mayor de las dos hermanas, en una bolsa de deporte
amarrada a un ancla.
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