Más que meter a la cárcel
a los padres que castigan o golpean a
sus hijos como lo establece la conocida
como Ley Anti Chancla, el estado debe
ayudarlos con terapias y herramientas
que les permitan manejar sus emociones y
disciplinar de manera firme y suave,
afirmó la jefa del Departamento de
Psicología Aplicada del Centro
Universitario de Ciencias de la Salud,
Norma Ruvalcaba.
“La educación en términos
de ¿cómo hago? para no tener que llegar
yo a esos niveles del descontrol de la
emoción, y muy especialmente cuando se
trata de nuestros niños y niñas,
asumiendo que los golpes físicos no nada
más dejan una huella en la piel sino en
lo que podría ser su vida afectiva, que
es mucho más fácil construir niños
fuertes que reparar adultos rotos.”
La especialista advirtió
que maltratar a un niño no debería
siquiera ser una opción, ni siquiera
mencionar el término innecesario como lo
hace la Ley Anti Chancla porque es algo
que se debe erradicar de cualquier
concepto de educación hacia los menores.
Norma Ruvalcaba cuestiona
si el estado tiene condiciones entonces
de albergar a los niños cuyos padres
pudieran ser llevados a la cárcel debido
a la aplicación de esta Ley, porque de
otro modo de nueva cuenta serían
violadas las garantías de los menores.
La académica de la
Universidad de Guadalajara recomendó que
los padres entiendan que la crianza nada
tiene que ver con los golpes, ayudarles
a manejar sus emociones negativas, a
controlar los impulsos y romper el
círculo de la violencia.
Explicó que mientras más
pequeños enseñemos límites a los niños,
pero de manera amorosa, será más
efectivo, porque sí es necesaria la
disciplina y corregir cuando hay una
conducta inapropiada, pero siempre con
cariño porque ello genera adultos más
estables y felices.
HAREMY REYES