
Por Desirée Porcel / Directora del Centro de Atención a la Infancia 12
https://www.grupo5.net/michelangelo-buonarroti-y-la-infancia-maltratada/
17 de abril 2020
Cuando el mundo externo es vivenciado como destrozado, muerto
y sin amor, y los seres queridos están en pedazos, el artista, como Miguel
Ángel, recrea el mundo interno y externo mediante la creación de una obra de
arte que restaure el self y los objetos. De la misma manera, los
niños y las niñas deconstruyen su historia vital intrapsíquica y relacional
a través de elementos transicionales, ya sea a través del juego o del
dibujo, donde proyectar su mundo representacional desde donde el
terapeuta puede colaborar en una reinterpretación del mismo para elaborar su
historia.
El mármol, por su origen y por su durabilidad, se le puede
considerar como una analogía con el inconsciente atemporal. El artista al
acceder en la roca a lo más oculto que hay en ella descubre con esfuerzo la
idea que en ella se esconde. El acompañamiento del terapeuta hacia
la vivencia siniestra del maltrato a través de técnicas proyectivas produce
el mismo efecto de reencontrarse con dicha idea.
En el maltrato infantil, ya sea físico, abandónico o sexual,
existe un poder diferencial que implica que una parte controla a la otra,
derivado el poder del rol que desempeña con el
niño, niña o adolescente (NNA), de la capacidad física o cognitiva.
La profundización del NNA en tratamiento implica la
reparación del daño de figuras relevantes a través de la experiencia de otra
vinculación, esta vez sana. Unión o atadura de una persona o cosa con otra.
Berenstein entiende por vínculo a una ligadura emocional estable
característica del mundo mental, en el que se distinguen tres áreas:
a) Intrasubjetiva o intrapsíquica:
caracterizada por las relaciones de objeto, que son ligaduras estables,
dispuestas a perpetuarse, pero susceptibles de modificarse por experiencias
personales significativas. Los significados originados en esta área, se
orientan hacia adentro, y se irradian hacia fuera, “coloreando el mundo y la
relación con los otros”.
b) Intersubjetiva o interpersonal: caracterizada
por la presencia de ligaduras estables entre dos objetos. Representantes de
estos vínculos son los familiares: de pareja, de filiación, de hermanos.
c) Transubjetiva: son las representaciones
ligadas a la ideología, la política, la religión y la ética.
En relación al valor de los testimonios, el analista es
testigo privilegiado que puede, trabajando en la línea de la defensa
de la vida, ir ayudando al niño a armar un relato, una historia, una trama
que sostenga allí donde sólo quedaban las marcas del dolor.
Es fundamental que se puedan ir recomponiendo, de a poco, los
lazos con el mundo. Para lo cual habrá que ir descendiendo a los infiernos
del maltrato, contactándose con los aspectos muertos del paciente, para
poder significar e historizar, dando lugar a nuevas investiduras libidinales
y abriendo posibilidades creativas.
De aquí la importancia del juego infantil como la forma
privilegiada de expresión del NNA y como puerta de acceso a su inconsciente,
permitiéndonos el acceso al grado de estructuración subjetiva. A través de
él, el NNA representa y proyecta sus fantasías y ansiedades más arcaicas en
un intento de dominar la angustia y elaborar los conflictos. El juego, con
sus contenidos, se ofrece al NNA del mismo modo que solicitamos al paciente
adulto que hable de lo que se le ocurra.
Ante el juego, en general, los NNA intentan armar y
desarrollar un juego. Cuando un niño no puede jugar, tendremos un
primer diagnóstico: la capacidad para jugar está alterada y ello puede ser
señal y causa de conflicto. Si un NNA no juega podemos pensar: a)
que no ha constituido posibilidades de simbolizar; b) que estas
posibilidades están inhibidas; c) que estas posibilidades están reprimidas.
En cuanto a la modalidad de aproximación a los contenidos de
la caja, diremos que la primera acción que realiza el NNA y el tiempo que le
insume, nos aportan información valiosa sobre la actitud que adopta frente
al exterior. La conducta del NNA podrá ser:
• De acercamiento y estructuración del campo de juego para
luego desarrollarlo; de observación a distancia o con una actitud evitativa
(sin participación activa o de aproximación lenta);
• Dependiente (a la espera de autorización o indicaciones);
• Dubitativa (de tomar y dejar juguetes sin poder armar ningún juego);
• De irrupción impulsiva y caótica sobre los materiales.
La modalidad de juego acorde con la fase de evolución
madurativa que predomina en ese momento: las características del proceso de
desarrollo esperable para su edad en términos de:
• Adecuación a la realidad: Que el NNA pueda
desprenderse de la madre y actuar de acuerdo a su edad cronológica,
comprendiendo y aceptando el encuadre diagnóstico nos permite detectar el
grado de discriminación yo-no yo alcanzado.
• Tolerancia a la frustración: La tolerancia
adecuada a la frustración es la que permite que se constituya la
representación mental del objeto cuando éste está ausente, por ello se
relaciona directamente con el lugar que ocupan para el NNA el principio del
placer y el principio de realidad. La forma en que el NNA acepta el encuadre
y sus limitaciones dará información acerca del alcance de su tolerancia a la
frustración.
• Motricidad: El manejo adecuado de las
posibilidades motoras fortalece al Yo en tanto permite aplicar la
autonomía en el dominio del mundo externo y conseguir con ello el placer y
la satisfacción de las necesidades.
• Creatividad: Se requiere de un Yo plástico
capaz de tolerar la falta de estructuración del campo y de abrirse a
experiencias nuevas a partir de unir elementos dispersos y producir así un
juego creativo.
• Capacidad simbólica: Cuanto mayor sea el
número de elementos utilizados para expresar sus fantasías, mayor será la
capacidad para simbolizar que se revela en el niño. Este indicador nos
permite evaluar no sólo las características del conflicto sino además la
capacidad intelectual y los recursos yoicos en materia expresiva.
• Personificación: Es la capacidad de asumir
y adjudicar roles que cambiará según el momento evolutivo. El análisis del
contenido de la personificación y las características de las distintas
identificaciones en ella representadas nos permitirá evaluar el equilibrio
existente entre el Superyo, el Ello y la realidad.
• Capacidad de concentración así como el
tipo y calidad del lenguaje verbal y no verbal.
De los diferentes aspectos que hemos visto se ve la
valorización del juego y dado el bajo nivel de intrusismo que esta técnica
implica, se considera adecuado su introducción en
el tratamiento psicosocial para desarrollar su bienestar.
Al igual que el cincel de Miguel Ángel en la creación de el
David, donde proyecta su fantasía onmipotente y narcisista para elaborar una
simbólica castración, el juego esculpe los corazones de mármol de los NNA
maltratados favoreciendo el desarrollo de un yo más cuidado y con menos
miedos.
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