Al
dictaminar la iniciativa que da lugar a la denominada Ley Chancla
y que fue presentada por la vicecoordinadora de la bancada de Morena en
el recinto de Donceles y Allende, María Guadalupe Morales Rubio, los
legisladores aprobaron definir como castigo corporal o físico todo aquel
acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el que se
utilice la fuerza física, incluido golpes con la mano o con algún
objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las
orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de
alimentos hirviendo u otros productos o cualquier otro acto que tenga
como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.
La diputada
perredista presidenta de la Comisión de Atención de Desarrollo a la
Niñez, Polimnia Romana Sierra Bárcena, explicó que las reformas que se
pondrán a consideración del pleno del Congreso local, hacen explícita
la obligación de las autoridades para tomar las medidas necesarias y
atender, investigar, perseguir y sancionar los castigos físicos y
humillantes.
Dio cuenta
que el deber que tendrán las autoridades será el de promover y difundir
medidas disciplinarias adecuadas positivas y no violentas, mismas que
deberán ser elaboradas con la participación de niñas, niños y
adolescentes a fin de garantizar sus derechos.
La
perredista declaró que “esta parte es de suma importancia porque tiende
a revertir la cultura del adultocentrismo que los excluye”.
Por su
parte, la morenista Morales Rubio, en su calidad de promovente, descartó
que el objetivo sea penalizar o criminalizar, más bien se refiere a
concientizar y visibilizar que dar manotazos, tirones de pelo,
chanclazos, por más mínimos que parezcan, son totalmente contrarios a la
integridad de las niñas y niños, así como el derecho a una vida libre de
violencia.
Delineó que
existe mucho por avanzar y hacer en el tema. “Este es solo el inicio de
una serie de reformas que deben darse, que debe avanzarse para
garantizar los derechos de ellas y ellos”.
Para la
representante popular del partido oficial, “no hay mayor tesoro, que
valga la pena proteger que nuestras niñas y nuestros niños y como dice
el refrán debemos educarlos desde el amor y con amor”.
Resulta que
datos de la organización Save the Children en México, seis de cada 10
niños y niñas reciben castigos físicos y/o humillantes en sus hogares,
mientras que en 2020 más de 11 mil menores ingresaron a hospitales
debido a lesiones ocasionadas por esta situación.
Quedó
establecido que el castigo humillante es cualquier trato ofensivo,
denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de
menosprecio, así como acto que tenga como objetivo provocar dolor,
amenaza, molestia o humillación cometido en contra de los menores.
Polimnia
Romana Sierra detalló que existe evidencia científica que demuestra que
los menores que han sufrido castigos físicos tienden a ser mayormente
agresivos con sus familiares más cercanos, compañeros y, posteriormente,
con los cónyuges.
“Se destaca
que el castigo físico puede llegar a cambiar ciertas áreas del cerebro
relacionadas con el rendimiento en las pruebas de coeficiente
intelectual, por lo tanto, su productividad como adultos, más
probabilidades de abandonar los estudios, mayor riesgo de ser víctimas y
autores de agresiones interpersonales”, declaró
Manifestó
que, existe mayor grado de probabilidad de que desarrollen
comportamientos antisociales, además de ver afectada su salud mental con
depresión y ansiedad, y los vuelve más vulnerables a la dependencia a
las drogas y al alcohol.
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