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Una separación traumática, barbitúricos y una niña de 6 años muerta: la triste historia de Olivia conmociona Gijón
La mujer detenida por la muerte de su hija en Gijón y, en recuadro, el padre y la niña
Eloy Alonso
EFE
E,G,B.
Gijón
, 1 de noviembre 2022
La niña, alumna del Codema, había cursado su etapa de Infantil en un centro
de Segovia, desde donde se había trasladado con su madre
Pasaba la
medianoche del domingo cuando agentes de la
Policía Nacional conseguían entrar en uno de los cuartos pisos
del número 71 de la avenida de Gaspar García Laviana de Gijón, muy
cerca del parque de Los Pericones. Allí residían de alquiler desde
hace unos tres meses Noemí M. L., de 48 años, y su hija Olivia, de 6
años, ambas naturales de
Segovia. Los agentes encontraron a la niña muerta en la cama,
tendida junto a su madre. La muerte, a la espera de los resultados
de la autopsia, podría haberse producido a consecuencia de
una asfixia provocada presuntamente por una ingesta de fármacos.
La Policía detuvo a la madre, que
dijo que ella había ingerido una gran cantidad de barbitúricos, por
lo que fue trasladada al hospital de Jove, a cuya unidad de salud
mental se derivan los casos de intentos autolíticos mediante ingesta
de fármacos. Pasó la noche en el centro hospitalario en observación
hasta que fue de nuevo trasladada a la comisaría de Policía Nacional
a mediodía de este lunes para tomarle declaración.
«La niña podría llevar varias
horas muerta», recogía Europa Press de fuentes del Servicio de
Asistencia Médica Urgente del Principado de Asturias (SAMU). Los
familiares habían avisado a las 11 de la noche de que no podían
contactar con ellas.
Los padres de Olivia estaban
separados. El padre de la niña, Eugenio García, aportaba
explicaciones sobre su situación cuando acudía, recién llegado de
Segovia, hasta el portal en el que había residido su hija, en torno
al mediodía. «Vengo a dar el último abrazo a mi hija. Después de
luchar cinco años por conseguir la custodia me la entregaron el
viernes. No os imagináis el dolor inmenso que es esto», añadía,
entre lágrimas, mientras mostraba en el móvil una fotografía de su
hija.
Olivia hubiera cumplido, según
dijo su padre, siete años en marzo. «Esto es una pena, por favor,
esto no va ni de hombres ni de mujeres. Esto va de que no puede
hacer esto a un niño», clamaba, desconsolado. Había pasado unos días
con la niña y la había entregado a su madre de nuevo hace dos días.
Los padres de Olivia, Noemí M. L.
y Eugenio García, se habían casado en 2015 y, a tenor de varias
informaciones, el proceso de separación y de custodia de la niña
estuvo muy lejos de ser amistoso. Olivia había cursado su etapa de
Infantil en un colegio de Segovia, desde donde se había trasladado
con su madre a Gijón.
Alumna actual del Codema, en su
antiguo centro, el colegio Claret, emitían este lunes un comunicado
de condolencias por su fallecimiento, en el que se indica que les
constaba la intención del padre de escolarizarla de nuevo en el
centro «una vez que, en los próximos días, estuvieran ya en
Segovia», una ciudad en la que el sentimiento también es de
«conmoción, incredulidad y desolación».
También en Torrecaballeros, un
pueblo segoviano en el que pasaba temporadas con sus abuelos y su
tía, lloraban ayer su pérdida. «Ahora es momento de estar al lado de
Eugenio y del resto de la familia, de nuestros vecinos y amigos,
ante una horrible situación que nos llena a todos de dolor e
indignación. Olivia, no te olvidamos», decía el comunicado publicado
en las redes del ayuntamiento, cuyo alcalde explicaba a Efe que se
trata de una familia «muy conocida y muy querida» por todos y que
este martes se convocará a los vecinos del pueblo para guardar cinco
minutos de silencio en recuerdo de Olivia. Mientras tanto, Noemí M.
L. podría pasar en las próximas horas a disposición judicial.
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