El Síndic
investiga el suicidio de un menor transexual que sufría acoso
Ribó
estudiará que mecanismos se llevaron a cabo para evitar el acoso
escolar del que fue víctima por su condición sexual
28/12/2015
Jordi Pueyo Busquets /
Alfonso L. Congostrina Barcelona
28 DIC 2015

Manifestación contra la transfobia y en memoria de Alan. /
J. Barbosa
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto este lunes una investigación
para conocer las actuaciones previas que siguió de la
Generalitat de Cataluña antes de que Alan, un joven transexual de 17
años, decidiera quitarse la vida el pasado 24 de diciembre después de
"presuntamente sufrir
una situación de acoso escolar", según un comunicado difundido por el
organismo. La asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores
transexuales, explica que el menor padeció varios episodios de acoso
por parte de sus compañeros de instituto. Alan, que residía en Rubí
(Barcelona), había cambiado de centro escolar recientemente y estudiaba en
Sant Cugat del Vallès. La Administración catalana (a través de las
consejerías de Enseñanza y Bienestar), la escuela y la familia estaban en
contacto permanente para abordar la situación del menor y había una
reunión programada para después de las fiestas, según explican fuentes
conocedoras del caso.
El día de Navidad la Asociación Estatal de Familias de Menores
Transexuales Crysallis se despertaba con un mensaje de WhatsApp de la
madre del menor. "No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado
para siempre", escribió. El presidente de la delegación catalana de la
entidad, David Tello, expresa de inmediato su "indignación, vergüenza y
frustración" hacia la Administración que, según él, no está preparada
para abordar la transexualidad con normalidad. Alan había conseguido
este diciembre que le cambiaran el nombre en el DNI. Era el segundo menor
catalán a quien se lo concedían, después de un procedimiento "duro y
difícil" y que trata la transexualidad como "una patología", denunciaba
Tello. Según las fuentes consultadas, los grupos de trabajo LGTB de la
Generalitat habían hecho un seguimiento de la situación del menor para
ayudarle a realizar todos los trámites para que su identidad quedara
reflejada en la documentación. Además, señalan que se seguía el protocolo
fijado para los casos de acoso escolar.
El presidente de Chrysallis en Cataluña aseguró
este fin de semana que Alan "tenía todo el apoyo de su familia" y contó
que el menor había sido ingresado en el Hospital Clínic por depresión tras
ser víctima de acoso escolar. Al salir del centro sanitario sus padres
decidieron llevarlo a otro instituto pero allí también sufrió bullying. A
raíz de la muerte de Alan, se celebraron concentraciones en varias
ciudades de España. La más numerosa fue la de la plaza de Sant Jaume de
Barcelona. Allí se concentraron centenares de personas bajo la pancarta La
transfobia nos mata. La presidenta de Crysallis, Natalia Aventin, aseguró:
"Los chicos y chicas transexuales tienen que saber que la sociedad no les
rechaza; Alan se merecía este homenaje después de recibir tantas muestras
de desprecio por parte de la sociedad".
Durante la concentración, el presidente del
Observatorio contra la Homofobia, Eugeni Rodríguez, anunció que había
enviado una carta al Síndic de Greuges solicitando una investigación para
conocer: "qué medidas y acciones activó la Generalitat ante el acoso que
sufría Alan y si los mecanismos indicados en la Ley 11/2014 estaban
implementados en las escuelas donde estudiaba el menor". Ribó ha anunciado
este lunes la apertura de una investigación. Según el comunicado del
propio defensor del pueblo catalán, la ley le otorga competencias "para
garantizar los derechos de lesbianas, gais, bisexual, transgénero e
intersexual y para erradicar la homofobia, la bifobia y la transfobia". El
defensor ha solicitado informes a los departamentos de Enseñanza,
Bienestar Social y Familia y Salud.
David Tello criticó este fin de semana que el
procedimiento para conseguir que un menor transexual pueda tener su
"nombre sentido" en el carné de identidad es arbitrario y depende de
factores como "la religión, la educación o la sensibilidad" del magistrado
que resuelve cada caso. Hasta el día de hoy lo han conseguido 27 menores
en toda España. La Ley 3/2007 prevé "el cambio del nombre propio para que
no resulte discordante con el sexo reclamado". No obstante, el texto
requiere que la persona que hace la solicitud sea mayor de edad.
Tello
destaca la dureza de escuchar que alguien llame a tu hijo por un nombre de
pila con el que no se siente identificado y se queja de una legislación
que pide un diagnóstico de "disforia de género" para poder cambiarlo.
Chrysallis está en contra de este requisito porque "trata la
transexualidad como una patología". La ley española también pide que la
persona solicitante se haya sometido a un tratamiento médico para
"acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo
reclamado". La asociación también lo rechaza porque algunas personas
transexuales no se quieren someter a tratamientos de hormonación.
No es la
primera ocasión que el Síndic estudia la situación de los adolescentes
LGTBI en las escuelas e institutos de Cataluña. Ribó ya ha sugerido en
otras ocasiones actuaciones específicas como mecanismos de protocolo,
detección y seguimientos de este tipo de casos o programas de formación
específica dirigido a los profesores para prevenir el acoso homofóbico.