Juana Rivas, por segunda vez, decide prescindir de su abogado. En un
comunicado emitido a última hora de la noche del viernes, Rivas ha hecho
pública su decisión de no seguir contando con José Estanislao López, su
letrado en los últimos 14 meses, “a pesar de todo el buen trabajo que ha
realizado hasta ahora y todo el cariño que le tengo” porque “empieza a ir
por libre y en contra de mi voluntad”. López, quien se ha mostrado
partidario de defender a Rivas “siempre dentro de la ley porque fuera de
ella está el abismo para Juana”, había manifestado ciertas diferencias de
criterio respecto de la actuación de Juana esta semana en Cagliari
(Cerdeña, Italia), cuando
ella no entregó a sus dos hijos a Francesco Arcuri, su padre, por
considerar que el menor había sido víctima de malos tratos.
El desencuentro entre López y lo que él ha llamado “el
entorno” de Rivas –en referencia al Centro de la Mujer de Maracena y a su
directora, Francisca Granados– es lo que ha llevado a la madre de los dos
niños a prescindir de López. Tras una semana de fuertes diferencias entre
las dos partes, en la noche del jueves, el abogado pidió a Rivas que
siguiera sus consejos y mantuviera ese entorno al margen de la defensa o
él tendría que dejar la defensa. Finalmente, Juana ha preferido seguir el
modo de trabajo del Centro de la Mujer de Maracena. El letrado del que
ahora prescinde Rivas considera que “ese entorno no tiene la capacitación
profesional para defender a Juana”. Además, se queja de que ha emitido un
par de comunicados públicos esta semana en nombre del equipo jurídico “sin
que ni yo ni nadie de ese equipo hayamos participado en la redacción de
los documentos”. Rivas aún no ha hecho público el nombre de su nuevo
defensor.
En junio de 2016 Rivas interpuso una denuncia en España
contra su expareja y padre de sus hijos por
presuntos malos tratos durante su convivencia en Italia. Desde
entonces y hasta agosto de 2017, cuando la madre desapareció durante un
mes con sus dos hijos para no entregarlos a su padre, Rivas estuvo
auxiliada legalmente por una abogada de oficio. El letrado del que ahora
prescinde Juana Rivas fue contactado durante ese periodo de desaparición y
organizó la devolución de los niños a su padre. Es él quien ha llevado su
caso desde entonces.
Tanto López como María Eugenia Álvarez, la letrada en
Italia, han recomendado a Rivas durante esta semana que
entregara a los niños lo antes posible a su padre. Desde el Centro de
la Mujer de Maracena, que se ha mantenido junto a Rivas en todo el
proceso, le aconsejaron que a la vista de lo acontecido esperara. El mismo
domingo, además, Granados firmó una solicitud de ayuda urgente al
Ministerio de Asuntos Exteriores.
Esa petición de auxilio consular tuvo respuesta el
miércoles, con la visita del cónsul español en Italia a Rivas. El cónsul,
que no vio a los niños en esa cita, hizo una recomendación similar a la de
sus abogados. Les solicitó que hicieran una nueva petición al tribunal
civil de Cagliari que analiza en este momento la guardia y custodia y que
incluyeran un informe completo de la nueva situación. Pidió, además, copia
de ese documento. Finalmente, aconsejó a Juana Rivas que devolviera los
niños con su padre lo antes posible. Ese mismo día, la policía solicitó la
comparecencia de Rivas en comisaría para tomarle declaración. El jueves
fue citada de nuevo para que acudiera acompañada de los niños a
entregarlos a su padre, con quien están en estos momentos.
José Estanislao López ha explicado estos días que su
recomendación de estar siempre dentro de la legalidad, “entendiendo los
aspectos humanos de la situación”, se basaba en la posibilidad de que no
entregar a los niños a su padre según el régimen de visitas acordado podía
tener consecuencias negativas “en el actual juicio por la guardia y
custodia que se está viendo en un juzgado de Cagliari, así como en el
derecho de visita a los menores de Juana, jugándose la posibilidad de que
el juez le impidiera verlos, ni siquiera en un punto de encuentro”.
Al no recibir el domingo a los niños, Arcuri presentó
denuncia contra Rivas solicitando la anulación del régimen de visitas de
la madre o, en su defecto, obligándola a verlos en un punto de encuentro.
El jueves amplió sus peticiones ante el juez para que le suspendiera a la
madre la patria potestad. El viernes el juez citó a las partes, que
pudieron dar sus puntos de vista sobre lo ocurrido esta semana, y se está
a la espera de que la próxima semana dicte una resolución. Este documento
será el que determine si se modifica la relación de la madre con sus hijos
o no.
El próximo 13 de noviembre se producirá una cita
importante. El juez del tribunal civil de Cagliari que lleva el caso de la
guardia y custodia de los dos menores ha convocado al niño mayor, de 12
años, para que explique su situación. En el acto estarán solo el niño, el
juez y la psicóloga forense. Esas explicaciones son algo que el equipo
jurídico de Rivas venía solicitando desde el inicio del proceso, que se
inició hace un año. La defensa de Francesco Arcuri, por su parte, mantiene
que el niño en realidad ya ha comparecido más de una docena de veces ante
el juez y le ha contado una versión que el juzgado conoce sobradamente.