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La historia de 'Paterno' y los 45 menores violados de los que
"nadie sabía nada"
La película narra el gran escándalo de Jerry Sandusky,
asistente del equipo de la Universidad de Pensilvania que abusó de
niños durante 40 años
Policías, ayudantes, fiscales… Todos conocía los
hechos, pero nadie les puso fin. Ni siquiera su entrenador principal, Joe
Paterno (interpretado por Al Pacino)
José Antonio Luna
12/04/2018

Al Pacino interpretando a Joe Paterno
El caso Harvey Weinstein no solo sirvió para destapar
su largo historial de abusos. También mostró cómo prácticamente todo su
entorno permaneció en silencio durante tres décadas cuando, según un
guionista de su productora, "todo el puto mundo lo sabía". Pero esta
tendencia no es ni mucho menos reciente. Ocurrió algo parecido con uno de
los escándalos deportivos más importantes destapado en 2011, el del equipo
de fútbol americano de la Universidad de Pensilvania.
La película Paterno,
dirigida por Barry Levinson y estrenada el pasado 7 de abril en HBO, se
centra en una trama de abusos a menores que aún genera controversia. Ya no
solo por todo lo que se descubrió entonces, como detalladas denuncias de
agresiones sexuales a niños de 10 años, sino por el gran número de personas
a priori etiquetadas como filántropas que al final terminaron permitiendo
que aquello ocurriera.
"Debería haber hecho más de lo que hice", indicó Quentin
Tarantino sobre Weinstein una vez que estalló la burbuja. Pero, hasta
entonces, nadie quiso ver que el emperador no llevaba un traje de seda
invisible, sino que iba desnudo.
Del mismo modo, Al Pacino se enfunda en el traje de
alguien preocupado por disfrazar el escándalo de normalidad. Se trata de Joe
Paterno (apodado JoePa), uno de los mejores entrenadores del Penn State y de
toda la Asociación Nacional Atlética Universitaria. Su historial está lleno
de récords, premios y distinciones que van más allá del ámbito deportivo.
Debido su trayectoria, también fue considerado un
gran educador y filántropo, entre otras cosas por sus contribuciones
económicas a museos y bibliotecas o por ayudar en eventos benéficos para
niños con cáncer. A pesar de ello, y por mucho que a sus aficionados les
costara verlo, también fue culpable de encubrir uno de los casos más graves
de la historia del deporte. ¿Su mayor delito? Pasarlo todo por alto.
Si Spotlight mostraba
el horror tras Iglesia católica de Massachusetts y sus sacerdotes,
responsables de ocultar múltiples casos de abusos sexuales,Paterno pone
la mira sobre las élites deportivas y un depredador sin escrúpulos con
nombre y apellidos: Jerry Sandusky, entrenador asistente del Penn State y
discípulo de JoePa, destinado a ser el relevo de su mentor.
Una ONG utilizada para abusar de niños
Sandusky abusó de todas sus víctimas gracias a Second
Mile, una organización benéfica fundada por él mismo en 1977 para niños
procedentes de hogares rotos y en riesgo de exclusión. De nada sirvieron los
reproches de algunos afectados, ni las denuncias de sus familiares.
Policías, ayudantes, fiscales… Todos colaboraron para ocultar unos "rumores"
que en realidad eran hechos.
La politóloga Noelle Neumann estudió la opinión
pública a través de teorías como la
espiral del silencio, con la cuál intentó explicar por qué los
individuos adaptan su comportamiento a la actitud predominante. Lo que está
bien o mal ya no queda definido por la ética, sino por lo que manifiesta la
mayoría. Es más fácil sumarse a la corriente que arriesgarse a ser aislado y
tachado como disidente, a veces incluso si va en contra de cualquier
principio humanístico. "¿Qué iba a hacer, lidiar con algo que no sabía si
era cierto?", se pregunta JoePa. En realidad, sí lo sabía.
Todo salió a la luz el 4 de noviembre de 2011, cuando
alguien subió los cargos presentados contra Sandusky a Internet. No duraron
demasiado, pero fue suficiente para que Sara Ganim (Riley Keough),
periodista de The Patriot News, pudiera contemplar estupefacta las
denuncias. Poco después, el entrenador fue arrestado y acusado de abusar
sexualmente de ocho niños, una cifra que aumentó hasta 45 a medida que
avanzó la investigación.
Mientras todo se desmoronaba a su alrededor, Joe
Paterno hacía caso omiso a la investigación porque, según creía, "no iba con
él". Lo único que le importaba, quizá como forma de evasión, quizá como
instrumento para protegerse no aceptar la realidad, era prepararse para el
próximo partido del Penn State. Sus intervenciones ante los medios, las
pocas que hubo, tenían un claro objetivo: preservar su propia dignidad.
"He dedicado toda mi vida para que mi nombre
significara algo y ahora se ha esfumado", mantiene el protagonista de Paterno.
Su nombre, desde entonces, acabó siendo el sujeto de una pregunta que
continúa sin una respuesta clara: ¿Qué sabía Joe Paterno de los abusos
sexuales?
Sara Ganim (Riley Keough)
En un principio JoePa reconoció escuchar las
acusaciones contra Sandusky en 2001, momento en el que avisó a sus
superiores. Sin embargo, como también aparece en la recreación de Levinson,
el entrenador era
consciente de dicho comportamiento desde 1976.
Si bien algunos continuaron apoyando a Paterno de
forma incondicional, la única consciente del problema parecía ser Sara Ganim,
ganadora del premio Pulitzer por dicha investigación. Se refleja entonces la
diferencia entre apasionados del deporte y fanáticos, los cuales hacen caso
omiso de cualquier razón no alineada con sus ideales.
Según el Washington
Post, el FBI concluyó que Paterno y gran parte de la directiva ocultaron
los hechos en 2001 para "evitar mala publicidad". El entrenador murió por
metástasis en el pulmón izquierdo dos meses y medio después de que se
hiciera público el escándalo. De no haber sido así, probablemente también
habría sido declarado culpable por encubrir actos de pedofilia.
"Jerry es una buena persona y no se debe decir eso de
una buena persona", fue lo que el entrenador contestó a una de las víctimas.
Quizá no sepamos exactamente qué conocía del caso. Lo único claro es que, a
pesar de todo, sabía lo suficiente.
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