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ENTREVISTA - Kailash Satyarthi, Nobel de la Paz 2014
"Eliminar el trabajo infantil es una cuestión de honestidad
política ¿Priorizamos niños o guerras?"
El Nobel de la Paz Satyarthi apunta que "solamente
cuatro días y medio del gasto militar global servirían para garantizar la
educación primaria de todos los niños del mundo"
"Lo más importantes es la mentalidad de la gente, que
realmente se interiorice que es necesario respetar la infancia de los niños.
Y esa mentalidad debe ser contruida a nivel global"
"Es responsabilidad de los políticos y de la
comunidad internacional invertir más en nuestra infancia"
Javier Ramajo
11/11/2017

Satyarthi, durante su intervención en el foro ‘El rol de la sociedad civil
en la erradicación sostenida del trabajo infantil y la protección del
adolescente trabajador’ celebrado en la Fundación Tres Culturas
Kailash Satyarthi (Vidisha, India, 1954), Premio Nobel de la Paz
en 2014 e histórico defensor de los derechos de la infancia, desprende paz y
sosiego a pesar de que su tarea no es sencilla: lucha por eliminar el trabajo
infantil en todo el mundo. Preso aún de la estadística, sigue la estela de su
compatriota Mahatma Gandhi en el compromiso con los más débiles y se muestra
optimista y autocrítico a partes iguales. A día de hoy, 152 millones de niños,
niñas y adolescentes entre 5 y 17 años se encuentran en situación de trabajo
infantil. La mitad de ellos lo hacen en actividades peligrosas que ponen en
grave riesgo su salud, seguridad o moralidad.
El pasado miércoles fue investido Doctor Honoris
Causa por la Universidad Pablo de Olavide como reconocimiento a su trabajo
contra la opresión infantil y en favor del derecho de todos los niños y
niñas a la educación. Tras participar en el foro El rol
de la sociedad civil en la erradicación sostenida del trabajo infantil y la
protección del adolescente trabajador que ha tenido lugar en Sevilla,
atiende en exclusiva a eldiario.es/andalucía en
la Fundación Tres Culturas.
¿Cuándo decidió
abanderar la lucha contra el trabajo infantil? ¿Cómo era Kailash Satyarthi
de niño?
La primera llama surgió cuando tenía cinco años y
medio y fui a la escuela por primera vez. Me encontré en la puerta de la
escuela con un chico que trabajaba recogiendo carbón. Él y su padre nos
miraban y preguntaban si se les podía dar algún trabajo. Fue extraño porque
yo entendía que todos los niños tenían que ir al colegio. Mi profesora me
dijo que no era poco habitual que niños de familias pobres tuvieran que
apoyar a sus familias. Mi círculo más cercano me dio una respuesta bastante
similar, pero cada día lo veía trabajando en duras condiciones y me sentía
muy mal.
¿Qué hizo entonces?
Un día le pregunté al padre y me dijo que nunca había
pensado en que su hijo tenía que ir a la escuela porque ni su padre ni su
abuelo habían ido nunca. Me miró bastante indefenso y me dijo que ellos
estaban hechos para trabajar. No pude entenderlo, pero más tarde comprendí
que estaba relacionado con el sistema de castas de la India. Fue un
incidente que cambió algo dentro de mí y sirvió para darme cuenta de que la
gente asumía que las cosas tenían que ser así, pero yo empecé a
cuestionarlo. Tuve una infancia normal como niño de clase media pero me puse
con gente cercana a recaudar dinero para apoyar a esas familias y que
pudieran comprar libros de texto a sus hijos.
Su labor es difícil,
más aún en su país. Incluso ha sido víctima de ataques. ¿Cómo es la
situación actual de trabajo infantil en la India y cómo lo vive
personalmente?
He sido atacado bastantes veces. Dos de mis
compañeros fueron asesinados. Según las estadísticas gubernamenatles, en mi
país hay 4,2 millones de niños y niñas trabajadores. Datos no oficiales
hablan de 30 millones. La mayoría están en el sector agrícola,
aproximadamente un 60%, o en el sector de la construcción. La buena noticia
es que las cifras han descendido bastante en los últimos 15 ó 20 años. De
acuerdo con el censo de la India, en 2011 había unos diez millones de niños
trabajando. No es un número correcto porque la cifra absoluta es más alta
pero ha habido un descenso muy marcado. India acaba de aprobar una ley sobre
trabajo infantil y ha ratificado los dos convenios de la Organización
Internacional del Trabajo. Esto son estadísticas pero la realidad es que el
hecho de que un solo niño esté en peligro significa que el mundo no es
seguro.
¿La educación es la solución a
este mal global?
La educación es sin duda la herramienta con mayor
efecto preventivo, incluso rehabilitador, pero no es la única medida
necesaria. Deberíamos contar con leyes estrictas sobre trabajo infantil y
que fueran cumplidas junto a normativas aplicables a las empresas para que
no se contrate mano de obra infantil. De igual manera es importante que
contemos con medios de protección social para proteger a los padres y madres
de estos niños y adolescentes. Lo más importante es la mentalidad de la
gente, que realmente se interiorice que es necesario respetar la infancia de
los niños. Y esa mentalidad debe ser construida a nivel global.
Desde que se celebró
en 1997 en Oslo la I Conferencia internacional contra el trabajo infantil,
el mundo está comprometido a eliminarlo pero, ¿por qué no se consigue
definitivamente?
Desde Oslo, el dato importante con el que me quedo es
que el trabajo infantil se ha reducido en 100 millones. Eso se debe a todos
los esfuerzos que se han coordinado y articulado en torno a esta situación.
De acuerdo con estimaciones globales, existen aún unos 150 millones.
¿Qué piensa que va a
traer la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo
Infantil que empieza el próximo martes en Buenos Aires? ¿Se verán modelos de
intervención innovadores?
Durante las últimas conferencias hemos hechos muchas
promesas, nos hemos comprometido a distintas cosas. Las promesas de la
primera Conferencia se reiteraron en la segunda, y así en la tercera. He
participado en todas ellas y, sin embargo, creo que siempre hacemos promesas
y creamos nuevas cuando todavía no hemos terminado de cumplir con las
primeras.
¿A qué promesas se
refiere exactamente y por qué no se han logrado cumplir?
Por ejemplo, hemos hablado ampliamente sobre leyes y
su cumplimiento. Algo muy simple. También se ha prometido que se iban a
destinar más recursos a la educación y sin embargo la comunidad
internacional no lo ha hecho. Prometimos que las empresas no iban a emplear
niños pero no lo hemos logrado completamente. Estos niños no votan, es
decir, no van a venir a exigirnos que cumplamos lo prometido con sus
necesidades y sus derechos. Pero lo que tenemos que hacer nosotros es honrar
los compromisos que hemos asumido. Es la responsabilidad moral de todo
político cumplir con esto.
¿Confía, como se
pretende, en que se acelere la erradicación sostenida del trabajo infantil
en todas sus formas para 2025 y la erradicación del trabajo forzoso para
2030?
Creo que sí, porque la IV Conferencia va a dar un
impulso muy fuerte y va a haber un nuevo compromiso. Es un dato, pese a
todo, pero no es imposible. Necesitamos mucha más honestidad, honestidad
política. En último término es responsabilidad de los políticos y de la
comunidad internacional invertir más en nuestra infancia. Eliminar el
trabajo infantil es una cuestión de honestidad política. Solamente cuatro
días y medio del gasto militar global servirían para garantizar la educación
primaria de todos los niños del mundo. Esos son solo 22.000 millones de
dólares y, sin embargo, nos gastamos 8,1 billones de dólares en gasto
militar. ¿Qué priorizamos, niños o guerras?
Entiendo que las grandes
corporaciones también tienen una gran responsabilidad, ¿no cree?
Sí, pero no hay que omitir la responsabilidad del
Estado, porque es su labor implementar leyes y hacerlas cumplir para que no
haya trabajo infantil. Es una responsabilidad compartida entre toda la
sociedad: los padres de los niños, los maestros, la comunidad como un todo,
las entidades religiosas, las empresas,... Pero cuando hablamos finalmente
de cumplir las leyes y de crear preceptos constitucionales que protejan a
los niños, la responsabilidad última recae sobre los estados. No solo se
trata de la responsabilidad social corporativa sino del control a esas
empresas.
Más de 9,5 millones
de niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe han dejado de
trabajar en el período 2000 - 2016. ¿En qué sentido la conferencia es una
oportunidad para este caso específico?
Entre 2000 y 2012 ha habido un descenso
significativo, también en estas zonas, pero la tendencia de reducción en los
últimos cuatro años ha sido lenta. El foco se debería poner ahora en los
niños a los que es más difícil llegar, a nivel geográfico, cultural, etc,
como pudieran ser niños de familias indígenas que viven en lugares más
remotos. Es una clave importante la inclusión social y eocnómica para poder
avanzar en la erradicación del trabajo infantil en esas zonas. Además, hay
que tener en cuenta la vinculación entre trabajo infantil y violencia,
porque en los niños sometidos a violencia se ve incrementado el abandono
escolar.
Contra el trabajo infantil
La organización liderada por Satyarthi, Bachpan
Bachao Andolan, ha ayudado a liberar a decenas de miles de niños en todo
el mundo que estaban en condiciones de esclavitud. También fue cofundador de
la Campaña Mundial por la Educación (CME) en 1999.
La Declaración
de Brasilia sobre el Trabajo Infantil, de 2013, reconoció los
significativos avances logrados, especialmente en el periodo 2008-2012, pero
llamó a intensificar los esfuerzos. La IV Conferencia Mundial sobre la
Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil (Buenos Aires, 14 - 16 de
noviembre de 2017) constituye el primer evento global tras la adopción de la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en relación directa con la meta
8.7, lo que representa una oportunidad para comprometer a diferentes
actores y avanzar hacia una América Latina y el Caribe libre de trabajo
infantil.
La meta 8.7 plantea "adoptar medidas inmediatas y
eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas
contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la
prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil,
incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, de aquí a
2025 poner fin al trabajo infantil en todas sus formas".
En ese sentido, la Iniciativa
Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil representa
un innovador instrumento de cooperación intergubernamental conformado por 27
países.
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