¿Sería lo ideal la custodia compartida en una
sociedad feminista? Por supuesto. ¿Qué mejor reparto de las obligaciones y
derechos para con los hijos e hijas puede haber? El problema es que no
vivimos en un país feminista
22/06/2017
El Congreso aprobó este miércoles una
moción para hacer prioritaria la custodia compartida. Podemos y PSOE votaron en
contra pero no sumaron lo suficiente y a la moción se le dio luz verde gracias a
los votos del PP.
Por
supuesto, el impulsor de dicha idea ha sido Ciudadanos a través de su diputada Melisa
Rodríguez. Las mujeres en el partido de Albert Rivera no son más del
25%, pero la dirección sabe colocarlas estratégicamente, como es el
caso. Poner a una mujer a defender la custodia compartida por defecto es marketing, algo
así como "fíjate que no es por machismo, que lo está diciendo una
mujer". No es la primera vez que lo hacen, por supuesto, es su modus
operandi: Eva Borox fue la encargada de presentar en la Asamblea de
Madrid la proposición no de ley para regular los vientres de alquiler. Y
Marta Rivera de la Cruz a quien le tocó acudir a un debate en TVE en
pleno revuelo pre-electoral debido, recordemos,
a la propuesta de su partido para que se eliminara el agravante en casos
de violencia de género.
Ciudadanos, el partido que no amaba a las mujeres y que no
para de demostrarlo, no es machista por ignorar la violencia
estructural que sufrimos las mujeres sino que su misoginia es pura
ideología. En el Partido Popular, encargados esta vez de dar viabilidad
a la moción de la que hablamos hoy, el machismo es algo obvio también,
pero en su caso no es tanto el convencimiento del mismo como la absoluta
falta de interés por el tema, bien abrigados por el conservadurismo, el
catolicismo y las sacrosantas tradiciones. Digamos que en Ciudadanos sí
saben qué reclama el feminismo y lo entienden, pero pelean y pelearán
duro para no ceder ni un ápice, protegiendo así los privilegios
masculinos. En el Partido Popular ni se han parado a escucharnos porque
¿qué interés puede tener lo que digan un montón de mujeres, que además
son rojas y probablemente ateas?
Para
que me entiendan: el Partido Popular es Bertín Osborne y Ciudadanos
sería, parafraseando a Gabriel Rufián, Forocoches: uno es machista pero
se cree en favor de la igualdad y el otro se sabe machista pero hará
todo lo posible no sólo para seguir siéndolo sino para que su actitud se
vea como la deseable. Por eso, los primeros no tienen interés en tocar
(ni para bien ni para mal) la LIVG y los segundos quieren rebajar sus
agravantes; por eso unos hacen comentarios machistas públicamente sin
entender luego los revuelos y los otros actúan de forma machista pero clandestinamente.
Dicho
esto, no es extraño que haya sido Ciudadanos el preocupado de impulsar
la custodia de los hijos e hijas y el Partido Popular quien haya dicho
que vale, que bueno. Los primeros tiene una motivación machista y los
segundos, completos ignorantes de la realidad social que envuelve a la
crianza y los cuidados, no les ponen objeciones a los primeros.
Pero,
¿sería lo ideal la custodia compartida en una sociedad feminista? Por
supuesto. ¿Qué mejor reparto de las obligaciones y derechos para con los
hijos e hijas puede haber? El problema es que no vivimos en un país
feminista, de hecho, estamos muy lejos de ese horizonte. La realidad es
que el cuidado de las criaturas sigue recayendo sobre las mujeres, y han
sido históricamente ellos, los padres, los primeros en desentenderse de
dicha responsabilidad. Tanto es así que, si la custodia ha recaído en el
pasado siempre en las madres, no es tanto porque ganaran todos los
juicios donde ambos progenitores luchaban a muerte por estar el máximo
tiempo posible con los hijos, sino porque el
hombre sencillamente no pedía quedarse con ellos .
La
dejación de sus responsabilidades como padres ha sido lo que ha motivado
que las madres acabaran siempre con la custodia, pero las estadísticas
que este concepto machista de la paternidad ha provocado se ha vuelto,
cómo no, también contra ellas. Las madres han sufrido históricamente el
lavado de manos de los padres y, más tarde, se las ha visto como
culpables de las cifras que dicen que ellas "siempre se quedan con los
niños".
Las
cifras, sin embargo, han empezado a cambiar: en los últimos diez años,
la custodia compartida ha pasado de un 9% a un 25%, pero no porque haya
menos mujeres malvadísimas sino porque el hombre ha
comenzado a pedirla. Ya ven ustedes la gran resistencia que ha
encontrado el hombre: ¿que no quieren a los niños? Con su madre. ¿Que
quieren a los niños? Se empieza a repartir el tiempo.
El
feminismo ha conseguido que la sociedad progrese y eso se demuestra en
la voluntad de muchos hombres de cumplir con sus responsabilidad
como padres. Pero, de la misma forma que muchos hombres se han implicado
en la educación de sus hijas e hijos, muchos han empezado a optar por
pedir la custodia compartida por el descenso que eso supone en la
pensión alimenticia que deben pasar a su ex pareja. Dinero que, en la
mayoría de los casos, gestiona ella pero es del niño o niña. Dice mucho
de que aun a día de hoy la manutención de los menores se vea como "darle
dinero a la ex mujer". La Memoria
Fiscal del Estado, de hecho, refleja año tras año cómo el impago de
las pensiones es el delito más numeroso en cuanto a las relaciones
familiares se refiere.
Memoria Fiscal del
Estado (2016)
Sea como fuere, los motivos para pedir
la custodia compartida sí importan, ya que dependiendo de qué te haga pedirla,
eso hablará de tu implicación en la crianza. No es raro que las criaturas acaben
siendo la responsabilidad de abuelas paternas y nuevas parejas de los padres
cuando les toca a ellos. Siguen siendo mujeres, en definitiva, quienes acaban
criando a los y las menores.
La
pretensión de Ciudadanos y el Partido Popular es que ignoremos todo esto
y que, además, obviemos que la petición de custodia por parte del padre
se hace en muchas ocasiones con la intención de hacer daño a la madre.
Justo esta semana hablábamos de estas historias
repetidas y de la indefensión de mujeres víctimas de violencia
machista cuyos agresores tienen vía libre para compartir la custodia con
ellas. No son pocas las noticias con condenados por violencia de género
que han acabado matando a sus propios hijos e hijas para seguir
ejerciendo violencia así contra sus ex parejas. Pero esto no merece
moción alguna, al parecer.
Las
prioridades de Ciudadanos y PP no sorprenden. Si a estos dos partidos
les interesara realmente el bien de los y las menores como dicen,
abogarían porque los maltratadores no tuvieran siquiera la posibilidad
de hacer daño a sus hijos. O tener en cuenta la decisión de los menores
y creer en sus testimonios más allá de los mayores de 12 años. En la
práctica, sin embargo, lo que pasa en los tribunales es que se siguen
dando por válidos síndromes inventados y sin base científica como elS.A.P
(Síndrome de Alienación Parental) para quitar credibilidad a las
palabras de menores que tienen claro con quién quieren estar o cuál ha
sido su experiencia con sus padres.
Ciudadanos se ha reunido en numerosas ocasiones con asociaciones como
SOS Papá, más conocidos por su machismo al tachar a la ley de Violencia
de Género como " caza
de brujas" que por su
lucha por los derechos de los niños, a los que dicen defender a través
de su batalla por la custodia compartida. Es curioso cómo aseguran haber
nacido para defender los derechos de las criaturas pero se llaman SOS
Papá.
En la
propia web de SOS Papá, encuentro esto: " ¿Por
qué la custodia compartida? Porque la convención de los derechos del
niño en su artículo 18 establece que 1: "Los estados partes pondrán el
máximo empeño en garantizar el reconocimiento del principio de que ambos
padres tiene obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y
desarrollo del niño".
Esto
queda precioso, pero lo cierto es que "los estados parte" no mueven un
dedo para que sean ambos padres quienes cotutelen a las niñas y los
niños: las madres son las que tienen problemas para conciliar porque son
las que intentan conciliar; ellos no tienen ese problema porque la
educación machista les ha hecho sentirse ajenos a este tipo de
responsabilidades. Y a la conciliación se le unen más ejemplos
discriminatorios que están directamente relacionados con el género de
los progenitores, y que siempre son obstáculos para ellas y liberación
de cargas para ellos.
Pero
ninguna de estas problemáticas interesan a Ciudadanos o al Partido
Popular, que han demostrados por activa y por pasiva no estar por la
labor de acabar con la desigualdad ni con la violencia contra mujeres y
menores.
Nada es
más deseable que una sociedad donde la custodia compartida por defecto
no es siquiera objeto de debate, por natural y eficiente. Pero no
estamos aún ahí, y a día de hoy no se puede ignorar la opinión de quien
ha sido la persona encargada en la pareja –hasta el momento de la
separación– de los niños. En caso de no haber acuerdo, debería pesar más
la opinión de dicha persona, que obviamente suele ser la madre por
razones sociales e históricas innegables, y si ella es quien ha estado
involucrada en sus cuidados y su educación, sin duda sabrá qué es lo
mejor para los menores.
De la
misma forma, en los casos en los que es el padre quien se ha preocupado
de forma desproporcionada de sus hijos, ha de ser él quien decida. El
problema es que Ciudadanos sabe que estos casos son minoría, por eso no
les basta con esa concepción. En el caso de haber acuerdo, la custodia
compartida es lo más deseable y lo ideal para los menores sin ninguna
duda, y ojalá el feminismo avance con fuerza para que esto sea más que
una utopía.
Pero querer implantarla por defecto cuando vivimos en una sociedad
profundamente machista, donde siguen siendo las mujeres las que se
encargan de la educación y la crianza, sólo demuestra querer empezar la
casa por el tejado. Y no por falta de conocimientos sobre arquitectura
precisamente, sino porque en realidad te da igual quién vive ahí y a
quién vas a aplastar cuando tu construcción de chichinabo se vaya al
garete.