PRODENI

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¿PROTECCIÓN O DESPROTECCIÓN DEL MENOR?.

UN CASO QUE PRODENI DENUNCIA EN ANDALUCÍA.

Esta es la queja de un caso de evidente desprotección de una niña francesa de 15 años por parte del Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía en Málaga. Solamente omitimos los datos de identificación de la niña y de su familia.

M. es una niña francesa que acaba de cumplir 15 años de edad ( 22-06-90) y que con su madre y su abuela materna llegó desde Francia a España hace casi tres años, permaneciendo las tres primero en Cataluña y luego en Granada, de donde se trasladaron a la provincia de Málaga, residiendo en la localidad de... y en...  en un largo peregrinaje también en el país vecino a lo largo de la infancia de esta niña.

El caso llegó a PRODENI el día 1 de Abril de 2005, a petición de una familia malagueña (JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ y Mª CARMEN ESTHER SANTOS) que en ese momento la tenían legalmente en acogimiento provisional, preocupados porque la niña había denunciado un grave abandono y maltrato de su madre y de su abuela, incluido que no asistía a ningún colegio, pero que en Protección de Menores de la Junta no se le estaba haciendo caso, e, incluso ya la habían entrevistado dos veces presionándola para que volviera con la madre o ingresase en un centro de menores, estando en ese momento pendiente otra cita en Protección, por lo que la niña estaba angustiada, ni dormía, aterrorizada de que la fuesen a obligar por la fuerza, temiendo, pues, los acogedores por su integridad en cuanto que mientras estaba con ellos había encontrado seguridad, cariño, protección... y nada había más inadecuado para ella que un centro de menores, mientras el asunto no fuese resuelto definitivamente.

  Esta familia habían conocido a la madre en la primera semana de Mayo de 2004 y a M. un poco más adelante.

 PRODENI acogió el caso aconsejando a la niña que elaborase un detallado escrito relatando sus quejas y denuncias en contra de la madre y de la abuela, y que hiciese entrega de ello en registro de Protección... antes de entrar en la  entrevista con el Equipo Técnico. También le aconsejamos que compareciese ante el Fiscal del Menor e hiciese entrega de un escrito relatando su denuncia, incluyendo sus quejas contra el Equipo Técnico de Protección por lo que ella decía intimidaciones y presiones insoportables. El 24 de Abril 2005 la propia M. emitió un documento por el que pedía que esta asociación la representase para llevar las gestiones necesarias en la defensa de sus intereses, previamente la asociación le había facilitado un abogado que ella nombró y que la representó legalmente ante Protección de Menores.

  Así, el 4 de Abril de 2005, M. remitía por escrito a la Delegación Para la Igualdad y Bienestar Social de Málaga, una queja que contenía:

 “ Deseo comunicar que estoy sufriendo presiones y chantajes emocionales por parte de Protección de Menores para que vuelva con mi madre a pesar de haber denunciado la situación de abandono en la que me tiene. En la entrevista de hoy me destrozaron. Que no deseo entrar en ningún centro porque en la entrevista de hoy me he sentido traicionada por Protección de Menores porque me han demostrado que no van a protegerme y tampoco confío ya en el centro en el que quieren enviarme porque allí seguirán destrozándome. Me encuentro muy bien con la familia provisional en la que estoy y con ellos me siento protegida y querida como nunca he estado. He pedido que me lleven al Fiscal y allí lo he contado todo y pido su ayuda y protección. Le envío el resumen de la entrevista con la psicóloga y la trabajadora social, que fue una trampa para convencerme de volver con mi madre y también el escrito al Fiscal.”

 Y es que en la entrevista con M. en presencia de su madre, ocurrió, según denunciaba la niña, lo siguiente:

 “Es la tercera entrevista que hago y la peor porque me han hecho sufrir mucho y ya no confío en el Servicio de Protección. Todo el tiempo me han llamado mentirosa pero creen siempre a mi madre. Me he sentido traicionada por Protección de Menores porque su objetivo es sólo hacerme volver con mi madre, sin saber antes si lo que digo es verdad. Me siento destrozada. Al principio de la sesión, la psicóloga era algo amable, pero después de leer que yo he nombrado un abogado me pareció de diferente humor y enfadada. Luego entró mi madre. Yo me quedé estupefacta, porque ella siempre me había dicho que maquillarse o teñirse el pelo era cosa de prostitutas y vino con el pelo teñido de pelirrojo y maquillada. Al principio hablamos con la psicóloga y mi madre empezó a decir muchas mentiras. Cuando yo quería decir que era falso, la psicóloga no me dejaba hablar. Me parece que la psicóloga creyó todo de mi madre y nada de mí. Yo creo que ya lo había decidido de antemano, debo irme con mi madre a la fuerza. Una mentira de mi madre: Dijo que el señor para el que está trabajando como limpiadora no estaba casado, aunque antes me habían dicho lo contrario. Dijo que acostándose con ese señor no estaba engañando a nadie. Pero al día después de conocerse mi madre ya se quedó con ese señor en su habitación y al día siguiente me pidió que yo le llamara “papá”. Mi madre admitió que me pidió llamarle “papá”, pero no dijo que sólo le debía llamar así de martes a jueves, porque el jueves viene la esposa de ese hombre. No me dejaban hablar y mi madre no paraba de decir mentiras. Yo me enfadé por ello y mi madre empezó a levantar la voz. Entonces, la psicóloga llamó a la trabajadora social. Cuando ésta entró mi madre se calmó y seguimos hablando. Mi madre dijo que yo era la que no quería tener amigos, pero en realidad es que fue mi madre la que me enseñó a tenerle miedo y desconfianza a la gente, incluso a la gente de mi edad, y nunca me permitió tener amigos. La prueba es que ha tenido aislada y huyendo. El comportamiento de la psicóloga es muy extraño porque en realidad ella está defendiendo a mi madre y su objetivo es que yo vuelva con ella. Ya le conté a la psicóloga que cuando veníamos a España, mi madre me mintió diciéndome que nos íbamos a los Alpes de vacaciones. La psicóloga dijo que era normal que a una menor no se le cuente todo y que si mi madre decidía una cosa yo tenía que obedecer porque ella era mi madre y yo una menor. Pero ella dice que le conté también que mi madre me tuvo años sin llevarme al oculista y que ahora mis padrinos me han puesto gafas que yo necesito desde hace mucho tiempo. Para la psicóloga es normal que mi madre me mienta. También dijo que era normal no hacer una revisión anual en el médico, que ella veía bien ir sólo cuando tienes un problema. Pero es que yo siempre le he dicho a mi madre que tenía dolores de cabeza, mareos o una especie de burbuja por debajo del pecho que me dolía mucho y pienso que esto era por la presión porque desde que estoy tranquila con mis padrinos, no me ha vuelto a dar. Y la trabajadora social apoyaba a la psicóloga. A todos les importo poco. Y tampoco contó la psicóloga que mi madre me tuvo tres días sin comer en la estación de Barcelona y otros tantos en una estación de mendigos de Granada ¿Qué es esta gente? ¿Protección del menor o de la madre?. La psicóloga dice que lo de estar escolarizada no era importante porque estudiaba en cursos a distancia. Pero no dice que tal vez por eso nunca tuve amigos. ¿Es que una niña debe vivir aislada?. Respecto a la casa donde trabaja mi madre, ella miente y dice que nunca me ha pedido limpiar en su lugar cuando era yo quien fregaba y barría el suelo, quien quitaba el polvo de los muebles, limpiaba los cristales, quitaba el aceite del garaje... Les conté en Protección del Menor que mi madre me tenía encerrada y que para llegar a la valla tenía que escapar de los perros que había en la finca y luego saltar la valla. Así seguimos con la psicóloga y la trabajadora social presionándome para que volviera por mi misma con mi madre. Mi madre también dice de que no me ha llevado al médico porque yo nunca le he dicho que me dolía , cuando yo le decía que dolores de cabeza, dolores de muela, en el pecho, etc. Cuando la psicóloga le preguntó a mi madre por la historia de la denuncia de los vecinos cuando yo tenía ocho años, le dije yo que no era sólo de los vecinos, sino del Alcalde del pueblo y del Ayuntamiento por abandono, por no estar escolarizada, con aspecto de abandono, etc. Respecto al internado en que me envió mi madre, la trabajadora social preguntó que qué era aquella historia y mi madre respondió: “Envié a mi hija allí porque había muchos problemas porque ella desobedecía mucho, no era buena.” En realidad me envió allí porque se echó un novio y yo le estorbaba y porque el acuerdo con el juez para dejar el proceso era que mi madre tenía que escolarizarme. En protección no me dejaban hablar, sólo mi madre podía hacerlo. Sin que me preocupara la orden de callarme le eché en cara a mi madre que por qué ella le había dado mi número de teléfono al banco y a otras personas que me llamaban para decirme que mi madre les debe un montón de dinero, o a sus amigos que me llamaban hasta las tres de la madrugada. También dije en la entrevista que le daba igual que yo fuera feliz o no cuando se mudaba y me llevaba con ella de un lado a otro como si yo fuera un paquete. En verdad, yo creo que ha pasado toda su vida huyendo de la gente a la que debe dinero y engaña para tomar dinero prestado. La psicóloga y la trabajadora social dicen que mi madre había hecho lo que tenía que hacer, que no tenía derecho de quejarme por eso, que yo era una menor y debía obedecer a mi madre. Pero yo no quiero seguir siendo un paquete. Yo les dije todo el tiempo que quería llevar una vida normal: estar escolarizada, relacionarme con gente de mi edad, temer amigos, ir al médico, comer bien y no pasar hambre... Me preguntaron a dónde quería ir yo. Respondí que a cualquier lugar mientras no sea con mi madre ni con mi abuela, y estuvieron de acuerdo. Y mi madre en vez de ponerse a gritar algo como “no saldré de aquí sin mi hija”, cosa que me habría parecido normal de cualquier madre, también estuvo de acuerdo en que me llevaran a un centro aunque sabe que soy feliz donde estoy porque seguro que ahora también la estorbo porque ya tiene otro nuevo novio que es su patrón. Me dijeron que de estar con Juan Antonio y Esther, nada. Y yo les dije que vale que donde sea pero donde pueda llevar una vida normal. Y me dijeron “¿Pero tú quien eres para decidir de tu vida? Eso lo debe hacer tu madre”. Si mi madre sólo sabe huir de las deudas. Al final decidieron llevarme a un centro de acogida y yo acepté, pero ahora lo he pensado bien y como ya no confío en ellos, tampoco confío en donde quieren enviarme. Huelo una trampa. Quieren en las entrevistas y en este centro presionarme, destrozarme mentalmente, con mi madre montando un teatrito allí cada vez que venga para que al final esté yo de acuerdo en volver con ella. Y esto no lo haré nunca, jamás, porque no quiero volver a pasar más miserias ni convivir con las mentiras y la inmoralidad de mi madre, perseguida por el Gobierno Francés, al que debe dinero, por taxistas a los que debe dinero... No quiero vivir en ningún infierno. QUIERO VIVIR CON MIS PADRINOS ESTHER Y JUAN ANTONIO. Hasta ahora me daba igual ir a un centro, pero después de esta sesión me he sentido traicionada por Protección del Menor que prefieren darle la razón a mi madre. Entonces no quiero ir al centro donde me mandan porque ya no confío en ellos. No quiero que me destrocen más mi vida, que no me hagan más daño.”

  Por parte de su abogado, Francisco José Álvarez Benítez, con fecha 28 de Abril de 2005, en escrito de alegaciones hizo llegar la opinión argumentada de la niña de que la dejaran vivir en paz con sus acogedores, así como su malestar por lo sucedido hasta el momento, de lo que entresacamos los siguientes textos:

 “Consta que la misma (la menor) de forma contundente y clara, en estos momentos no desea estar con su madre, sino permanecer con las personas que la han acogido. Así lo ha transmitido tanto de forma verbal, como por escrito, en reiteradas ocasiones, y de la misma forma, me ha transmitido sus deseos.”

 “Quiero aprovechar esta ocasión, como representante de M. Para hacer llegar la sensación de indefensión que se le ha generado a la misma por ese Servicio (Protección de Menores) en las distintas entrevistas realizadas con la menor, hasta el extremo de generar un total recelo sobre cualquier decisión que pueda venir de ese organismo, al considerar que se dudaba de su testimonio y, sin embargo, no ocurría lo mismo con lo que manifestaba su madre, lo que ha originado una sensación de impotencia y frustración ante lo que consideraba eran datos que perfectamente podía constatar este Servicio.”

 “Aún en el caso de que pudiéramos estar ante unas impresiones deducidas por la menor, lo cierto es que este Servicio debe generar confianza y nunca recelo, como ha ocurrido en este caso, considerando que una cosa es observar la interrelación que pueda tener madre e hija, y otra muy distinta es sentirse sometida a un careo donde se ponían en entredicho sus manifestaciones, cuando puede haber otros medios menos perjudiciales para la menor si se pretendía comprobar estos extremos. Lo que evidencia esta situación es que, desde luego, la menor no ha sido oída con discreción, seguridad y ausencia de presión como establece el artículo 14, 2º de la Ley 1/1998 de 20 de Abril de los Derechos y Atención al Menor en Andalucía.”

  La queja de M. tenía toda la razón de ser si tenemos en cuenta la gravedad de los hechos que ella había previamente denunciado en Protección de Menores, y lo que habían denunciado los acogedores, quienes en vez de ser contemplados en toda su extensión de “acogedores protectores queridos por la niña” (sus padrinos), pasaron a ser para el Equipo Técnico una familia no grata, prefiriéndose la alternativa del centro a que continuara con ellos, a pesar de que era más que evidente el buen grado de protección y apoyo que la niña recibía.

  Protección de Menores conocía todo acerca de la situación vivida por M. y la nueva situación que estaba viviendo con la familia de acogida, según lo relatado tanto por la niña como por sus acogedores. Los hechos quedan resumidos en el propio texto escrito que éstos nos han hecho llegar:

 Conocimos a la madre de M.  la primera semana de Mayo de 2004 y a M. a finales de Mayo del mismo año cuando fuimos a... a llevar los productos que nos había encargado la madre para su venta, pues ella se nos había acercado en FEMMA, una feria de muestras que se celebra anualmente en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga y en la que cada año estamos presentes como expositores en un stand con nuestra empresa IMAGEN PERSONAL S.L. que abarca a nuestra marca de maquillaje DNI Make up, y a nuestra Escuela de Maquilladores Maniquí.

 Recordamos como nos sorprendieron desagradablemente las inaceptables condiciones higiénicas de aquella casa, con desperdicios, suciedad y abandono, pero sobre todo, el estado lamentable de M., que nos dio mucha pena y que por ella decidimos dejar allí nuestros productos a pesar de que nuestra inclinación fue salir corriendo.

 La primera vez que nos vemos con M. en Málaga fue en Junio, luego volvió en Septiembre y luego en Noviembre. Pero el contacto telefónico fue permanente desde Junio.

  En Enero de 2005 la madre nos pide ayuda económica y en Febrero nos pide que nos quedemos con la niña para cuidarla porque la han echado de la casa. Vive con nosotros una semana y tenemos que devolverla a la Policía por denuncia de la madre.

Una semana después M. se escapa y la llevamos a Protección De Menores y allí asumimos la responsabilidad como familia de acogida temporal en tanto se determinaba su situación por el UT 2 de Protección de Menores, cosa que no sucedió en los tres meses siguientes.

El 1 de Abril llamamos desesperados a PRODENI pues no sabíamos como hacer ante la angustia que estaba sufriendo M. por la falta de indefinición permanente de Protección y su inclinación final a considerar que debía regresar con su madre porque todo lo que denunciaba no era relevante para ellos. 

A continuación nos dedicamos a localizar al abuelo en Francia y el 2 de Mayo nuestras pesquisas por Internet dieron resultado y 20 días mas tarde, después de formalizar una petición legal en Protección de Menores, se hizo cargo de la niña y se la llevó a su país de nacimiento con su familia biológica.”

 

Entre las anotaciones de los acogedores figuran los siguientes datos:

Cada noche durante aquella semana tomábamos nota de las cosas que cada uno de nosotros tres (nuestra hija y nosotros) íbamos descubriendo. Estas son algunas de ellas:

  • La niña es poco comunicativa y reprimida en sus sentimientos y manifestaciones de afecto: no sabe abrazar, ni besar,  no sabe  llorar.
  •  Observamos un grave retraso  psicomotriz  en relación con su edad.
  • No sabe lavarse cuerpo ni cabeza y no conoce la higiene mas íntima
  • Nunca ha visto un cortaúñas
  • Su madre la llama o le deja mensajes en el móvil a horas inusuales, de la madrugada (la 1, las 2 ó las 3 de la mañana), o al amanecer (las 7 de la mañana)
  • A su móvil la llaman hombres mayores amigos de su madre ella trata de ocultárnoslo.
  • Sus lecturas son inapropiadas para una niña de 14 años (El Diccionario Político)
  • No sabe fregar los platos ni siquiera recoger cosas de una mesa, no sabe barrer el suelo, no sabe que el agua caliente disuelve las grasas.
  • Nunca ha comido chorizo ni salchichón ni gambas ni jamón, ni ensalada, ni potajes, ni pimientos. Meses después sabríamos que sólo conocía como alimentos habituales el pan la leche, la pizza y las lentejas con tomate de lata que le daban arcadas, alguna que otra comida basura  rápida, pastas y arroces. Eran su menú día tras día. Desconocía el resto de los alimentos. Lo de la naranja, pues, no era tan extraño.
  • Su madre la llama y pierde el apetito
  • Le preguntamos por su familia materna y dice que, según su abuela y su madre, su abuelo es malo y no la quiere y que su madre no se lleva bien con él, sin embargo, cuando arañamos en sus  vivencias pasadas, sólo tiene recuerdos agradables de él y dice que cuando era pequeña el la quería y siempre fue bueno con ella. Manifiesta lo mismo del resto de su familia, tíos y primos a los que no quiere ni siquiera referirse a pesar de que cuando la obligamos a recordar ella sólo recuerda cosas agradables de ellos como que se la llevaban de vacaciones y ella era muy feliz porque con su madre jamás tenia vacaciones ni nada parecido.

 

La niña manifiesta:

  • Que le gustaría vivir con nosotros como una niña normal
  • Que su madre y su abuela viven mudándose permanentemente de un sitio a otro y de manera súbita, como si huyeran de algo. Desde los 7 años su madre y su abuela van corriendo de un lado para otro mudándose continuamente de pueblo y de casa.
  • Que no se duerme antes de las 2 ó las 3 de la madrugada cada día.
  • Que en el pueblo las llaman “las locas” ( a su madre, su abuela y a ella).
  • Que los niños de su edad se ríen de ella.
  • Que su madre jamás ha trabajado.
  • Que su madre fue denunciada por abandono por el alcalde de un pueblo, cuando ella tenía 5 años y vivían en Francia. A los 8 años y cuando vivían en otro pueblo distinto, la madre volvió a ser denunciada por los vecinos debido al estado de abandono y desnutrición en que se hallaba la niña, que además no asistía a colegio alguno. Desde entonces llevan huyendo de un lado a otro.
  • Que ella se sintió abandonada por su madre y su abuela cuando a la edad de 8 ó 9 años la internaron en un colegio situado a 500Km. de su hogar y que solo pudo ver a su madre una vez en ese año, un taxista, para ella entonces desconocido, la llevó y la trajo y pasó todo el camino sola en el asiento de atrás vomitando. Ese taxista después resultó ser el novio de su abuela. Cuando volvió del colegio su madre vivía con un hombre que se marchó poco después. Cree que la enviaron a ese internado como represalia por la denuncia que le habían puesto los vecinos y el Alcalde por es estado de abandono en que tenía a la menor pues la madre la culpabilizaba de que   los vecinos la vieran por la calle mal vestida, sucia y hambrienta y por ello la denunciaran.
  • Que siente que su madre la culpabiliza de todas sus desgracias, incluso las sucedidas con hombres.
  • Que solo ha sido escolarizada con 12 años en un colegio de Granada donde aprendió el español que sabe y que ni siquiera pudo terminar el curso, pues, como siempre sucedía, tuvieron que salir corriendo y marcharse a otro pueblo.
  • Que no sabe   montar en bicicleta, ni nadar, que nunca se ha bañado en la playa, que nunca ha tenido un bañador.
  • Que esta asustada porque su madre debe la suma de 18.000€ que le reclama el gobierno francés por cobro irregular de pensión.
  • Que ya debe dinero a la Seguridad Social Española y 3.500 € a los Bancos españoles, esto le asusta mucho porque teme por su madre y no quiere huir de nuevo a otro lugar.
  • Que no tiene amigos.
  • Que nunca ha jugado con niños en su infancia.
  • Que a los 5 años ya se valía por sí sola.
  • Que a los 8 años la vistieron de negro (como van su madre y su abuela) y no le permitieron nunca llevar ropa de color.
  • Que aunque le ha dicho su madre que su padre esta muerto, ella sueña con que haya podido tener hijos con otra mujer y por tanto ella pueda  tener hermanos en algún lugar.
  • Que no le permiten usar desodorante ni colonia ni lavarse a diario.
  • Que su madre no le permite lavarse cuando tiene la regla.
  • Que es infeliz y algunas veces ha pensado en el suicidio.
  • Que su abuela y su madre cocinan, cuando lo hacen,  comida imposible de comer.
  • Que su madre la responsabiliza de comprobar si el gas esta apagado y la obliga a  hacer esta comprobación a cada momento, cada vez que sale de la casa, con el argumento de que tiene la cabeza mal desde que tuvo meningitis y M. tiene que ayudarle.
  • Que calza un 41 de pié y sólo tiene unos zapatos y unas botas que ha heredado de su abuela y son del 39.
  • Que se avergüenza de su madre pues gasta mucho tiempo hablando con cierta gente para pedirles dinero y ayuda que nunca recibe y que esta gente se ríen de ella. Además debe dinero a todo el mundo, va engañando a todo el que puede y pidiendo dinero, siempre delante de ella, tomando cosas prestadas de las tiendas donde la conocen y dando el numero de teléfono de la menor como aval o garantía de los préstamos.
  • Que cuando la madre ha pedido dinero al banco ha dejado como teléfono de contacto el de ella y a menudo la llaman  para reclamarle dinero.
  • Que la madre toma taxis para desplazarse y luego dice que no puede pagarlos pero les da también a los taxistas el nº de teléfono de la niña   y  esos hombres la llaman   y ella no sabe lo que quieren ni que decirles.
  • Que su madre mantiene relaciones extrañas con algunos taxistas y otros hombres a los que apenas conoce y llama amigos.
  • Que está harta de que la llamen a su móvil extraños y gente a la que su madre da su nº de teléfono.
  • Que desde que nos conoce ha aprendido a aceptar su rostro pero  sigue sin gustarle su cuerpo.

 

En este tiempo supimos muchas mas cosas de la vida de M.:

  • Su madre vendía bombonas de butano en el pueblo que almacenaba en su “tienda” y repartía a domicilio para ganar 0,50€ por cada una de ellas. Las bombonas las cargaba y repartía M. Ello explicaba que cuando nos abrazaba nos hiciera tanto daño: sus brazos eran muy fuertes y como estaba aprendiendo a abrazar aún no sabía medir su fuerza. A los tres nos dolían mucho las costillas  y reíamos en secreto.
  • Cuando era pequeña, hasta los 7 años, que es cuando se marchan de Francia,  madre, hija y abuela vivían en la casa de esta última como animales, aisladas de otras personas, sin agua, ni luz, ni reloj. Se acostaban cuando tenían sueño, se despertaban cuando las despertaba el sol y comían cuando sentían hambre.
  • Dice recordar a su madre siempre cansada y tumbada en el sillón a todas horas. Cuando no tenía ni siquiera 7 años ya acarreaba cubos de agua de 7l. en cada uno de sus brazos mientras su madre cortaba las hierbas del jardín. En esa época ocurrió una de las denuncias por abandono que mencionábamos.
  • A su abuela la recuerda siempre haciendo cuentas de no se sabe qué, pues siempre vivieron en la mas absoluta de las miserias.
  • Cuando vinieron a España, huyendo del abuelo de la niña que se oponía a aquella forma de vida, su madre la engañó diciendo que iban de viaje a los Pirineos. Cuando llegaron a Barcelona pasaron mas  de dos días sin comer ni beber ni dormir, esperando otro tren que las llevara a Granada, que fue su primer destino en España. Les habían robado parte del equipaje y el dinero.
  • Cuando llegaron a Granada las llevaron a una casa de indigentes durante  mas de un mes, allí solo les permitían dormir por la noche, el resto del día deambulaban por la ciudad y al medio día se sentaban en un banco para comer el pan que habían podido coger en el desayuno.
  • Estando M. en nuestra casa la llamó a su móvil un hombre, ella sintió vergüenza y no quería decirnos de quien se trataba. Cogimos el teléfono y llamamos al hombre, me dijo que había llamado a M. para preguntar por su madre,  le dije que su madre vivía con su novio a lo que el me contestó que le gustaría ver a M. Le dijimos que no volviera a molestar a la niña nunca mas, entonces me pidió que me encontrara en un bar con él para, usando sus propias palabras, ”echar un ratito juntos”. Después M. nos confesó que se trataba de un “viejo” que conocieron en el autobús en una de sus visitas a Málaga y ese mismo fin de semana ya fue a visitarlas al pueblo y   a pasar la noche del sábado y domingo con su madre; le prestó un dinero a su madre que esta nunca le devolvió  por lo que, días mas tarde regresó al pueblo reclamando su dinero pero su madre se deshizo de él con algunas mentiras. En aquella ocasión M. volvió a enfadarse con la madre por meter en casa a un desconocido y además pedirle dinero.  En esta ocasión aquél hombre  llamaba para saldar su deuda de la manera que fuera, si no podía ser con la madre, serviría la niña o cualquiera,  incluso una desconocida.

  

Por ese motivo, porque Protección de Menores conocía todo lo anteriormente descrito llama más la atención y produce alarma la actitud de las profesionales para con la niña. Resulta curioso observar que mientras los Técnicos del Equipo nº 2 seguían “erre que erre” tras el objetivo de romper la voluntad de la menor y de aislarla de sus acogedores, éstos se dedicaban a localizar por sus propios medios y esfuerzos a la familia francesa, encontrando por fin al abuelo, al que pusieron en contacto con su nieta y facilitaron que viniese a Málaga a presentarse ante Protección y comparecer con M. con el objetivo de regresar con ella a Francia. Esa actitud de los acogedores prueba que en ningún momento su pretensión fue quedarse con la niña, y que incluso llegaron a realizar el trabajo que el Equipo Técnico no hacía, que era procurar la localización del abuelo, cosa harto difícil de hacer porque su figura o rol personal estaba prejuiciada por la información de la madre de M. que incluso el Jefe de Servicio había dado como buena.

 A primeros de Mayo los acogedores lograron ponerse en contacto con el abuelo materno de la niña después de localizar su teléfono en Francia, quien se llevó una gran sorpresa al conocer el paradero de su nieta, a quien había tratado de localizar sin conseguirlo presentando denuncias en las instituciones. La madre de la niña iba sembrando por doquier que el abuelo era mala persona, un maltratador y que vivían ella y su madre (ex esposa de aquel) siempre alejadas de él sin quererle dar a conocer su paradero. Tan es así que el propio Jefe de Servicio de Protección de Menores en conversación telefónica con un representante de PRODENI le manifestó su apoyo a la versión de la madre, sobre quien decía que había que comprenderla dados los malos tratos del abuelo de la niña a ambas. Sin embargo, el abuelo resultó ser una excelente persona, que se trasladó a Málaga, acompañado de su nueva esposa, a recoger a su nieta, aportando en el Servicio de Protección de Menores documentación acreditativa de su situación personal y social, incluyendo un certificado de no existir contra él antecedente penal alguno. Se trata de una familia honorable de la ciudad de Amiens, habiéndose dedicado él a la enseñanza, concretamente se ha jubilado como Inspector de Educación. Según informó a los acogedores y a mí mismo, tanto su ex esposa como su hija, la madre de M. han estado ambas ingresadas en un psiquiátrico en Francia y tienen problemas mentales, de lo que existen pruebas allí.

 Hay que decir que M. vibraba de alegría con la presencia de su abuelo y la noticia de la existencia de sus numerosos primos, algunos de su edad, con quienes hasta ahora le había estado vedado relacionarse.

 El día 16 de Mayo se produjo la comparecencia ante Protección de Menores del abuelo y la menor, acompañados de los acogedores y de un representante de PRODENI. Lo hacemos constar a la vez que entrecomillamos el texto de la citada comparecencia porque un mes más tarde de haber quedado allí acreditada la entrega de la niña a su abuelo, los acogedores recibieron en su casa una sorprendente llamada telefónica desde Protección de Menores para que se personaran allí tal día con la niña para otra de las sesiones. No menos parece que quedó sorprendida la persona que llamó cuando se le dijo que hacía un mes que estaba la niña en Francia con su abuelo y que eso había quedado acreditado en Protección, de lo que al parecer no tenía ningún conocimiento (¿?). 

 “En la ciudad de Málaga, 16/05/05, en el Servicio de Protección de Menores de la Delegación Provincial de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, comparece a tales efectos: D. F. Teléfono... con domicilio en... Amiens – FRANCE, en relación con la menor M. con parentesco de abuelo materno.

 MANIFIESTA: Que ha venido desde Francia para recoger a su nieta e introducirla en el seno de su familia allí en Francia. Que debido a la inestable situación de su hija (según él) cree que es lo más adecuado para su desarrollo psicosocial y propio bienestar. Y que la menor está completamente de acuerdo en irse con ellos. Que su situación (abuelo) está estabilizada, tanto personal, laboral, como socialmente. Adjunta documentación entre ella documentos que certifican la búsqueda que ejerció el abuelo respecto a M. en el año 2002 y documentación que asimismo certifica que no tiene causa alguna de la denuncia que le puso su hija por maltrato.

Lo firman, la Técnico (ilegible) y el Declarante (ilegible). Hay un sello de salida de 16/05/2005.”

 Actualmente, M. continúa con su abuelo en Francia desde donde traslada todo su agradecimiento a la familia acogedora que tanto la ayudó y de donde nos traslada a nosotros su deseo de que emitamos la correspondiente queja en su nombre en contra del Equipo Técnico, que en vez de protegerla la puso varias veces contra las cuerdas, a resultas de lo cual no podía dormir, llegaba a sentir terror y le hacía desconfiar de todo lo que oliera a instituciones.

 Por parte de la familia acogedora sus quejas no son menos, pues aseguran haber sido mal tratados por las personas del Equipo por la forma de proceder con ellos, cuestionando su solidaria y desinteresada actuación, teniéndoles poco menos que como instigadores o propiciadores de la actitud de M. en contra de su madre y de su abuela, hasta el punto de presionar a la cría para que fuese ingresada en un centro de menores antes de seguir con ellos, quienes también fueron presionados a entregarla en Protección a fin de proceder a su ingreso, sintiéndose todos (menor y acogedores) intimidados y acosados por una forma de proceder que nunca antes se pudieron imaginar que sucediera en nuestras instituciones de Protección del Menor.

 Se da la circunstancia de que una vez que la niña fue entregada oficialmente al abuelo en un despacho de la sede de protección de Menores, después de acreditar su personalidad y buena conducta, junto al más que notorio deseo de su nieta de irse a Francia con él, y ya transcurrido un mes desde que la niña estaba en Francia, la familia acogedora recibió una llamada desde Protección de Menores para que la llevaran otra vez allí para una nueva sesión, no sabiendo como reaccionar, si con incredulidad o echándose las manos a la cabeza ante la falta total de coordinación y de eficacia del citado Servicio, pues fue allí donde se acreditó al abuelo y se le hizo entrega de la niña, y en donde debería haber constancia del citado trámite.

 Por su parte, Juan Antonio Rodríguez y su compañera, nos han dejado su denuncia escrita del maltrato recibido de la Institución, preocupados, muy preocupados porque un Servicio de esas características cometa fallos tan garrafales, además de que fueran sometidos a un trato verdaderamente humillante. Esa fue una mala experiencia, la primera vez en su vida que se encuentran con una situación semejante, porque de verdad no esperaban que después de haber entregado su tiempo de trabajo, sus medios y sus personas a un acto noble de solidaridad y apoyo a una criatura desvalida que se lo estaba reclamando, en Protección de Menores los hubieran tratado como unos oportunistas y liantes, cuyo mejor destino era que se quitaran de en medio y facilitaran el internamiento de la niña, ya que no quería volver con la madre, tras los sucesivos intentos de los Técnicos por conseguirlo, contrariando los intereses de la menor, tal como se puede demostrar por el resultado final del caso, pues M. ahora es la niña más feliz del mundo con su gente en Amiens, a donde todavía no ha llegado ninguna llamada, ni intervención de su madre preguntando por ella o interesándose ante las instituciones.

 Por eso los acogedores quieren dejar constancia de su queja manifestándolo así:

 “En consecuencia, queremos denunciar el trato que, como familia de acogida, guiados únicamente por el deseo de ayudar a M. hemos sufrido por parte de la institución de Protección de Menores donde siempre se ignoró y se puso en tela de juicio la labor humanitaria y desinteresada que estábamos realizando con esta niña y, sin embargo, fuimos una y otra vez prejuzgados, convocados reiteradamente, molestados, pues teníamos que abandonar nuestro trabajo, todo ello con el único objetivo de cumplir con los deseos de la madre de la menor, sin tener en cuenta ni salvaguardar los intereses de la niña, a la que se dejo desprotegida con el único propósito de ingresarla en un centro de menores, como era el deseo de su madre.

 Esperamos que una vez demostrado, por la documentación que el abuelo de la niña aportó cuando llegó  desde Francia, que tanto la madre como la abuela de la niña eran dos enfermas mentales, que habían sido ingresadas en  centro psiquiátricos y que habían huido con la niña para sustraerla del resto de la familia que se oponían a la vida que estas dos enfermas estaban haciendo vivir a la menor, estos funcionarios sientan vergüenza de una labor indigna para con una menor. Todavía no existe por parte de ellos un estudio real y objetivo que determine que tipo de vida denigrante obligaron a llevar a esta niña.

 Queremos dejar constancia también de la desorganización, la falta de coordinación y el caos tan grande que existe en Protección del Menor  pues, cuando M. llevaba ya un mes en Francia, nos llamaba aún la psicóloga para que lleváramos a la niña a otra sesión de esas en la que la psicóloga, junto con la asistente social y  la madre la torturaban hasta dejarla  exhausta y con la moral por los suelos durante varios días. ¿qué pasa en Protección de Menores? ¿Es que no se comunican unos a otros el desarrollo de los casos? ¿Tan poco les importan los niños que ni siquiera saben como se ha desenvuelto este o aquél caso?

Para nosotros aquella llamada fue la prueba fehaciente que confirmó todas nuestras sospechas sobre las deficiencias de la institución en general y de este UT2, en nuestro caso particular.

Confiamos que estos fallos, que podían haber llevado a un desenlace fatal para los intereses de la niña, queden como prueba de que la institución de Protección de Menores de Málaga tiene mucho que revisar para cumplir verdaderamente con la función que su propio nombre indica: proteger fundamentalmente al menor.

Si una experiencia de este tipo nos volviera a suceder, estaríamos preparados para no caer en la trampa burocrática en la que hemos estado perdidos hasta que encontramos a PRODENI a quién siempre agradeceremos la eficaz labor que desarrollan con los pocos medios que tienen.”

 CONCLUSIÓN:

 El objeto de este escrito de queja no es otro que el de colaborar desde PRODENI en el buen funcionamiento de nuestro Sistema de Protección de Menores, denunciando y exponiendo aquellas situaciones que lo menoscaben como el caso aquí presente. Rechazamos cualquier otra motivación que se nos quiera atribuir. Y ese es el interés también manifestado por M. y las dos personas que la han ayudado, querido y defendido hasta verla totalmente feliz con su gente en Francia.

 Si de este escrito las autoridades de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía sacan alguna consecuencia que mejore la eficacia administrativa, en particular del Equipo nº 2 de Protección de Menores de Málaga, y en general, del Sistema de Protección, nos daremos por plenamente satisfechos.