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Los expertos del cambio climático usan un lenguaje
demasiado flojo para la magnitud de la amenaza
Un estudio concluye que los mensajes
"conservadores" del panel científico de la ONU pueden retrasar la acción
política contra el calentamiento global"
Los informes del IPCC hacen poco hincapié en las
certezas y el lenguaje que utilizan termina diluyendo el mensaje", explica
el investigador David Vietes
El análisis explica que se produce no solo por la
complejidad de la investigación del clima, sino también por la presión
constante de los negacionistas

5 Muertos y 81.500 afectados por las inundaciones
en Filipinas (2016) EFE
Teguayco Pinto
28.03.2019
"La evidencia científica del cambio climático
antropogénico está empíricamente establecida, pero comunicarla a audiencias
no científicas sigue siendo un desafío". Así comienza un artículo científico
publicado en la revista Science
Advances en el que un equipo de investigadores analiza el lenguaje
utilizado por el IPCC, el grupo de expertos de Naciones Unidas para
lanzar sus mensajes científicos. Su lenguaje es demasiado tibio,
"notablemente conservador" dicen, lo que permite a los políticos rebajar la
ambición de sus medidas climáticas. El cambio climático es más evidente, más
achacable a la acción humana y con
impactos más severos que lo que trasciende del lenguaje oficial.
Este fenómeno, explica el análisis, es algo que, no
solo se produce por la complejidad de la investigación del clima, sino que
también se debe ala
presión constante de los negacionistas del cambio climático.
"Pretendemos hacer una crítica constructiva", asegura
a eldiario.es uno de los autores del estudio, el director del Departamento
de Biogeografia y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales,
David Vieites. "Estamos de acuerdo con el trabajo que hace el IPCC, pero
creemos que no está siendo efectivo a la hora de transmitir el nivel de
certidumbre que hay sobre el cambio climático", concluye este investigador.
Los científicos aseguran que es importante que los
informes del IPCC dejen claro que hay tres puntos que se han demostrado más
allá de toda duda: "Que se está produciendo un cambio global del clima, que
los seres humanos somos los principales causantes del mismo y que este
cambio está generando problemas sociales", afirma Vieites. Sin embargo, a
pesar de que el organismo internacional reconoce claramente estos hechos,
"sus informe hacen poco hincapié en las certezas y el lenguaje
que utilizan termina diluyendo el mensaje", asegura este investigador.
Pocas certezas y demasiadas incertidumbres
En los informes publicados por este organismo se
presentan todos los datos acompañados por su correspondiente nivel de
consenso científico, así como por la robustez científica del resultado
ofrecido, es decir, la probabilidad de que dicho resultado sea cierto. De
esta forma, "a cada resultado científico se le da un grado de confianza, que
va de muy probable, entre el 99 y el 100% de probabilidad, hasta
extremadamente improbable, que sería inferior al 1%", explica Vieites.
El problema, según el estudio, es que "cuando
analizas las conclusiones de los informes del IPCC ves que predominan los
resultados en categorías intermedias de confianza, cuando deberían estar las
de mayor certidumbre", explica Vieites. Además, insiste este investigador,
"al incluir la incertidumbre de cada uno de los resultados que se ofrece, se
da una impresión equivocada sobre nuestro conocimiento del clima".
Desde el IPCC defienden que "un tratamiento preciso y
coherente de la confianza y la incertidumbre es fundamental en el trabajo
científico", tal y como ha asegurado a eldiario.es el responsable de
comunicación de este organismo, Jonathan Lynn. "Aunque algunas personas
sostienen que el lenguaje utilizado es un obstáculo para comunicar la
ciencia a los no especialistas, es una parte esencial de la evaluación del
IPCC", cuyo objetivo es "proporcionar a los responsables políticos una
imagen precisa del estado de los conocimientos científicos".
La forma de expresar los resultados en los informes
se basa en un documento
de consenso elaborado en 2010 por los tres Grupos de Trabajo del IPCC y
que no se ha modificado desde entonces. Lynn reconoce que ninguna de las
partes involucradas en su elaboración cree que sea necesario hacer una
revisión de esta guía para el Sexto Informe de Evaluación, que se está
desarrollando en estos momentos.
Así lo ha reconocido a este diario la actual
presidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC, la directora del Laboratorio de
Ciencias del Clima y del Medio Ambiente de la Comisión Francesa de Energías
Alternativas y Energía Atómica, Valérie Masson-Delmotte, quien ha asegurado
que "las directrices para informar sobre la incertidumbre en los hallazgos
son extremadamente útiles para proporcionar una evaluación rigurosa y
objetiva".
Las presiones de los negacionistas
Pero los autores del estudio insisten en que la
utilización de este tipo de lenguaje, lejos de demostrar transparencia y
rigurosidad, genera controversias, porque a menudo el grado de incertidumbre
es malinterpretado de forma interesada. "El problema es que los
negacionistas utilizan esta incertidumbre para atacar las conclusiones de
los estudios sobre cambio climático, afirmando que si no estamos seguros al
100%, las medidas no son válidas, cuando eso no es así", afirma Vieites.
Precisamente las fuertes críticas que ha sufrido este
organismo durante los últimos años por parte de los negacionistas del cambio
climático son las que, a juicio de los autores del estudio, han contribuido
al conservadurismo en el lenguaje de los informes. "Para protegerse de estos
ataques, el IPCC ha empezado a utilizar un lenguaje muy conservador y ha
perdido la posibilidad de transmitir el mensaje tal y como es, y es es que
la certeza es mucho más alta de lo que parece mostrarse y los riesgos son
mucho mayores", asegura Vieites.
Masson-Delmotte reconoce que "es un hecho que a
algunas personas les gustaría saltar sobre cualquier error en los informes
del IPCC para desacreditar no solo al organismo científico, sino también a
toda la ciencia del clima". Pero precisamente por esto, afirma esta
investigadora, "el deseo de todos los autores es expresar con la mayor
precisión posible el estado de los conocimientos", algo que considera
"crucial" para la reputación del IPCC. "Me gustaría ver el mismo rigor en
todas las evaluaciones del estado del conocimiento en otros contextos",
sentencia esta especialista.
Creación de un grupo específico de divulgación
Los autores de la investigación concluyen en su
artículo que sería deseable crear un nuevo Grupo de Trabajo específico que
analice la divulgación de los resultados. Sin embargo, Lynn asegura que no
hay "ningún plan" para crear algo así y defiende que la estrategia de
comunicación actual "ha sido eficaz, incluso si está enmarcada en el
lenguaje de la incertidumbre del IPCC", poniendo como ejemplo el Quinto
Informe de este organismo, que "fue la aportación científica clave al
Acuerdo de París de diciembre de 2015".
Precisamente, Masson-Delmotte recuerda que el IPCC
contó con la participación de expertos en comunicación para "ayudar a los
autores a formular claramente sus principales conclusiones para el informe
especial del IPCC sobre los efectos de un calentamiento global de 1,5°C",
algo que sirvió de base para el citado acuerdo internacional.
Sin embargo, a pesar de defender la estrategia
actual, el jefe de comunicaciones del IPCC afirma que ya "se han presentado
propuestas para una nueva reunión de expertos sobre comunicación en los
próximos años" y afirma que "el lenguaje de la incertidumbre será uno de los
temas a tratar". Vieites, por su parte, concluye que "aunque el IPCC mejore
su comunicación, ya estamos en un momento en el que esto empieza a ser
secundario y lo
importante ahora es comenzar a tomar medidas".
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